—Leer siempre es una ventaja, leer y divertirse es una GRAN ventaja.Anne:
Lanzada sobre él sillón me olvide del silbido horrible del viento, olvide la inundación, en ese instante podía caerse el mundo que me sentía perfecta.
Zach se subió sobre mí quedando sentado sobre mis piernas y notando su erección contra mi barriga.
Nuevamente me observo con los labios entreabiertos como si se debatiera entre sí besarme o no.
Observe sus labios tan perfectos y finos. Ese chico me ponía por segundo.
Ya nos habíamos besado pero sentía como si nunca lo hubiésemos hecho y necesitara probar esos labios, comprobar su sabor porque lo había olvidado y asegurarme de guardar bien ese sabor en mi memoria.
Acerque mi rostro a él lentamente, esperando a que se lanzara sobre mi o que se apartara, aunque sabía que si por error se apartaba saldría y dejaría que el mar me llevara hasta ahogarme.
—¿Puedo?—preguntó mirando a mis labios como si hablara con ellos.
—¿Lo dudas?
Entonces nos lanzamos al mismo tiempo uno sobre el otro como un par de adolescentes cachondos que nunca han besado a nadie.
Unimos nuestros labios en un potente, furioso, deseoso y perfecto beso. A diferencia de la vez anterior no era un beso calmado, esta vez ambos necesitábamos de los labios del otro.
Nos separamos para tomar aire y respiramos agitados mientras nos mirábamos deseosos de más.
—¿Cómo lo logras? ¿Cómo te metes así en mi cabeza?—preguntó.
—¿Solo en tu cabeza?
—¿Quieres estar en otro lugar de mi cuerpo?—preguntó él con el doble sentido ON.
—Lo deseo mucho.—respondí.
Volvimos a sumirnos en un beso que no conocía de tiempo o espacio.
Él se separo de mis labios para con la misma intensidad comenzar a besar mi cuello, dejando lametones y besos por todos lados.
No podía evitar gemir ante el contacto de su boca con mi piel.
—¿Cuándo te tocabas esta mañana que pensabas hacerme?—pregunte.
—Pensaba en hacerte algo especial, algo único. Quiero poseerte de tal manera que solo desees ser mía, que no queden dudas en tu mente, quiero que solo pienses en mi cuando el deseo te invada.—respondió mientras sus besos descendían hasta llegar a mis pechos, los que beso a través del sostén.
—¿Podrás lograrlo?—pregunte.
—Estoy casi seguro.
—No sé, tengo varias dudas sobre esa teoría tuya.
—Solo las resolveremos llevando la teoría a la práctica.—respondió sonriente.—Y comenzare por aquí.
Me quito rápidamente el sostén y dejo mis pechos libres, se denotaban la excitación en esa parte de mi cuerpo.
Él paso su lengua por esa zona provocando que soltara gemidos incontrolables pero muy deseosos.
—¿Continuo?
La pregunta en si molestaba. ¿Se detenía para preguntar si continuaba? Esto no podía ser más que él tratando de torturarme.
—Por favor.—pedí totalmente sumida en deseo.
Su lengua recorrió mis pechos con exactitud como si trazara un mapa en ellos, como si ese fuese su empleo.
Entonces él se levantó y tomo algo entre sus manos que por la oscuridad que había en esa parte de la sala no pude ver.
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Tu Secreto En Mis Manos ©
Teen FictionElla guarda un secreto. Ellos muchos. Ashley Afflets es una chica que oculta más de lo que a simple vista puede parecer. Aarón Hunder es un chico popular peligroso, guapo, astuto, amante del peligro y genio a la hora de descubrir secretos. Zach Mill...