•|Capítulo 14|°

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Un corazón roto es peor que una pierna rota, un brazo amputado o un cerebro sin funcionar…

Anne:

Llegué al depa y Alice me esperaba de brazos cruzados y cara de madre híper preocupada y controladora.

Se levanto me miro seria para luego decirme:

—¡TRAIDORA!—Grito justo en mi cara.

—Ali, lo puedo explicar.—Le dije.

—¡¡Pues comienza YA!!

—No sé ni por dónde empezar.—Le confesé.

—¿Qué tal si empiezas por la parte dónde vas a la mansión de Blacke Williams y olvidas decírselo a tu supuesta mejor amiga?

Ah mierda.

Antes de eso venían taaantas cosas por contar.

Sabía que a ella lo que le molestaba es que no le había dicho que con quien saldría era con Blacke.

—Ali, Blacke es mi mejor amigo de la infancia.

Y allí la pequeña gran farsante Anne Deiss nuevamente a mentir y hacerse pasar por Ashley Afflets.

—Nuestras familias eran muy amigas  y nosotros mejores amigos hasta que terminamos por ser enemigos por culpa de un secreto de nuestros padres.

Pues no era mentira pero eso no era mi historia, era la de Ashley pero ahora que me quedaría debía volver a fingir ser ella y que mejor para convencer a Alice que esa historia. Además así podría justificarme si volvía a hablar con él.

—¿Por eso fuiste?—Pregunto a lo que respondí asintiendo.

—Es una historia de familia extraña y que quisiera guardar.—Le dije.

—Lo sé. Tiene que ver con tu secreto, ¿No?—Dijo ella.

¿Qué?

No, no, no, no.

No me vengas con que Alice ya sabe de mi secretoooo.

—¿Qué secreto?—Me apresure en parecer tranquila.

—Ash, se que tienes un secreto. El día que Blacke llego saliste corriendo, cuando le conté a Aarón que habías ido a casa de Blacke salió disparado. Tienes un secreto que tiene que ver con Blacke y Aarón lo sabe.—Me dijo.

Pues no estaba lejos de la verdad.

Supongo que al ser como mi hermana me conocía más que nadie, convivía conmigo así que notaba lo que me sucedía.

—Ali yo…—Intente decir pero me interrumpió.

—No quiero saberlo, estaré lista para escucharte cuando quieras contármelo no por obligación. Es tu secreto y tienes derecho a guardarlo.—Me dijo como siempre de dulce.

—Gracias por entender.

—¡¡Ahora dame un abrazo!!—Grito para luego abrazarme.

Luego de eso cenamos y nos acostamos temprano.

Paso el fin de semana rapidísimo.

El lunes me preparé para ir a la universidad como toda una diva.

Alice me peino y me aplico cremas para rizar el cabello a la perfección, me ayudo a pintarme y luego de ella estar lista nos fuimos.

Llegamos a Woonder en mi auto y sentí un alivio en el corazón de estar allí nuevamente.

Lograría mi propósito.

Tu Secreto En Mis Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora