—Una vez me dijeron:
—Ninguno es bueno .
Pero…
¿Se refería a los hombres, a los perros, a los gatos o… a los secretos?Anne:
Música.
Música.
Alta.
Muy alta.
Tan alta que parecía que me reventaría los tímpanos.
Estaba nuevamente abajo aturdida de tanto tomar, si, había tomado y muchísimo.
Había probado cada maldito trago que desconocía.
—Oye, impostora.—Sentía la voz sexy leeejos de mí pero unos brazos que me sacudían y no me dejaban disfrutar mi mareíto.
Abrí los ojos y era el chico más guapo que había visto, ñe, exagero, mi Aarón era más guapo, ese maldito desgraciado siempre era mejor en todo, era más guapo que medio mundo y con ese cuerpo de dios salido de relato griego erótico. ¿Existían los relatos griegos eróticos? Para mi SI, esos donde Aquiles lo hacía con Briseida, donde Zeus armaba una fiesta sexual con todas sus amantes, ese donde Hércules se acostaba con su protegido. Ji ji, que mente perversa la mía, llena de imágenes de dioses ricolinos, donde no solo estaban los griegos sino los de Woonder:
Aarón.
Zach.
Blacke.
Aarón.
Él del equipo de futbol.
Aarón.
Él profe de literatura.
Aarón.
Él destacado en clases de ciencia.
Aarón.
¿Ya mencione a Aarón?
—SIII. Ya mencionaste a Aarón y ya me asquee con tus perversiones, son originales pero perversas.—dijo Blacke con cara de trasero aplastado tras escucharme.
—Oh, creí que hablaba para mis adentros, aunque con la calentura que tengo y mis perversiones supongo que en mis adentros no cabe más nada.—dije para empezar a reírme.
La vida se veía más linda cuando estaba peda.
Sonó la canción de Aya Nakamura Djadja, y definitivamente la iba a bailar por encima del cadáver de cualquiera.
Para muchos ya esa canción estaba pasada de moda pero a mí me seguía encantando.
Corrí al centro de la inmensa sala donde todos bailaban con las luces purpuras sobre nosotros.
Sentí unas manos que intentaron sacarme de mi intenso baile de:
Me valen los pasos convencionales, yo bailo a mi modo rarito.
—Oye, loca. Ven.—exigió Blacke.
Lo tome con ambas manos y lo jale hacia la multitud.
—VENNN TÚ.
Una vez estuvimos en el centro me lance sobre él y comencé a bailar como loca entre saltos, manoteos, eso de bailar hasta llegar al piso, mover la cabeza y con ella mi gran cabello de un lado a otro.
Él solo me observo serio, pálido y sin movimiento como si fuese un antisocial con claustrofobia al cual había dejado encerrado en un elevador lleno de gente.
—¡Blacke, mueve ese buen trasero que te echas!—Le alenté.
Él apenado se acerco a mi oído y dijo:
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Tu Secreto En Mis Manos ©
Teen FictionElla guarda un secreto. Ellos muchos. Ashley Afflets es una chica que oculta más de lo que a simple vista puede parecer. Aarón Hunder es un chico popular peligroso, guapo, astuto, amante del peligro y genio a la hora de descubrir secretos. Zach Mill...