°|Capítulo 35|•

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—Las pistas siempre están ahí, gritándote para que las veas pero no puedes o no quieres hasta que te obligan.

Anne:

Observe a Claire como lo que era:

Mi peor enemiga.

Mi madre siempre decía:

Dios, líbrame de las aguas mansas que de las aguas bravas me libro yo.

Con las mansas se refería a las personas falsas que parecen buenas y son terribles y las bravas esas que sabes que son malísimas desde que las vez.

Yo quería que Dios me salvara de ambas, porque yo misma no lograba liberarme ni de las malas malísimas ni las malas que se pintan buenas.

¿¡Como se me ocurre hacer equipo en algo tan serio con Claire?!

Eso de: A los enemigos mantenlos cerca, era una maldita mentira.

Mientras más lejos tuviese a Claire era mejor.

Había aprovechado para leerme, para descubrir que pretendía, para descifrarme. Ella era inteligente y rápido ató los cabos.

Solo faltaba que descubriera que era Anne Deiss y no Ashley Afflets.

—No te contare nada.—asegure de mala gana.

—Ash, debes confiar en nosotros. Solo juntos podremos descubrirlo. ¡Mira todos los cabos que atamos!—dijo Blacke.

—Confió en ti, en ella NO.—Le dije sin nada de vergüenza.

—Okey. Pues yo confió en ella.

—Okey, si. Me acerqué a Aarón solo para descubrir el secreto de Woonder. Sabía que él tenía algo que ver y… ¡Listo! Ahí lo tienen: Ahora está loco por mí y pronto me confesara algo. Esto soy, una manipuladora, mentirosa, farsante.—dije estilo villana.

En verdad no era así de mala.

En verdad ahora yo estaba loca por él.

Pero no podía decirle eso a Claire, tenía que mostrarme como la puta ama, como la Anne Deiss malvada y sin sentimientos que vivía muy en las profundidades de mí ser.

—Muy bien jugado.—reconoció mí querida y  estimada enemiga.

Blacke aun estaba boquiabierto y sin decir nada.

—Hoy estoy orgullosa de ser tu aliada. Eres estresante y te odio pero reconozco que una guerra en tu contra es una perdida segura.—reconoció Claire.—Eres la reina de los secretos.

—Definitivamente lo es. Y lo que aun no sabes.—susurro Blacke mas para él que para ella.

—Entonces, ¿has descubierto algo que nos ayude?—pregunto Claire.

—Obvio, honey.—dije mencionando la única palabra en ingles que ella se sabia y que repetía bastante, cosa que gracias a dios aun no había hecho.

—¡Pues habla, honey!—gritó.

Ya empezó con el honey. ¿Para qué se lo recordé?

—Aarón tiene una gran influencia en Woonder, desde estudiantes hasta directivos. Obviamente conoce y forma parte del secreto porque la cuenta bancaria oficial de Woonder le envía dinero a su cuenta cada mes.—Les conté sintiendo que tenía un gran poder en mis manos.

Sus caras de: ¿En serio? Naaaaaaaaaaaa.

—Inesperado, ¿no?

—Además él le envía dinero a una chica llamada Betty que estoy segura lo chantajea.

Tu Secreto En Mis Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora