•|Capítulo 6|°

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-Tal vez presencié al Aarón que nadie conoce o tal vez presencié la parte de Aarón que el quiere que yo vea...

Aún corríamos como un par de locos y ya estábamos muy lejos de la universidad.

-Ufff, espera estoy cansada.-Dije deteniéndome.

-¿Cómo se nos ocurrió esto?-Pregunte sin creer lo que habíamos hecho.

-Solo nos dejamos llevar. Intenta negar que no se sintió bien.-Dijo él.

-Fue excelente.-Respondí sin dudar.

Él se acerco a mí y me beso apasionadamente.

-¿Confías en mi?-Pregunto separándose agitado.

-Realmente NO.-Respondí rápidamente.

-Entonces mejor, así tendré que ganarme tu confianza.-Dijo tomándome por la mano y jalándome a seguirlo.

Continúe corriendo tras él mientras aún sostenía mi mano.

Corrimos durante largos minutos hasta llegar a un callejón oscuro que hizo que mi cuerpo sufriera escalofríos.

La oscuridad impedía que viera bien. Sentía miedo pero aún sentía su agarre sobre mi mano. Eso me hacía sentir segura.

De pronto lo que era pura oscuridad se convirtió en un festival lleno de luces, sonrisas, alegrías y colores.

Cadenetas por todos lados.

Personas brindando alegres.

Era una celebración de la población pobre de aquel lugar.

Sus cuerpos eran delgados y sus rostros demacrados pero aún así ellos estaban felices, celebrando.

-¿Qué es esto?-Pregunte aunque sabía la respuesta.

-Es una fiesta de pobres, créeme aquí encontraras algo que no sucede en las fiestas de la universidad, aquí encontraras verdaderas sonrisas, verdaderos gestos de amistad y te divertirás mucho mas.

En ese momento no tenía frente a mí a Aarón Hunder, ese era solo mí gran farsante. Un chico que lograba sentir el sufrimiento de los otros, un chico honesto, sensible, humano.

-Pues no puedo esperar a descubrir que ofrece este lugar y que ofrece este nuevo Aarón.-Respondí sonriente.

Nos adentramos entre tantas personas y comenzamos a bailar alegres.

Eran las mismas canciones que estaban de moda pero como bien decía Aarón, las personas eran diferentes. Aquí no existía eso de la popularidad.

Bailábamos alegres y bastante pegados.

-¿Te busco un trago?-Pregunto él.

-Si.-Respondí sin dudar.

Él se alejo hasta donde estaban unos chicos repartiendo tragos.

Era una fiesta en plena calle, allí todo era gratis, solo estábamos allí para disfrutar.

Note como los chicos se alegraron al ver a Aarón y lo saludaron con poca formalidad.

Definitivamente aún había mucho de ese chico que no conocía.

Regreso con dos tragos, me dio uno sonriente.

-No es el champán de las grandes fiestas pero...

-Lo ame, el champan de pobre es mucho mejor.-Respondí degustando la bebida y realmente era perfecta.

-¡Aarón! Qué bueno que viniste.-Saludaron un grupo de chicas.

Él las abrazo feliz.

-Esta genial la fiesta.-Dijo.

Tu Secreto En Mis Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora