—Todos tenemos más de una cara. Que no te asuste la que muestro al mundo, preocúpate por la que aun no he mostrado.Anne:
Peligro.
Peligro.
Peligro.
Eso es lo que desprendía con solo mirar a alguien y lo sabía porque al verme todos salían corriendo.
No había alma en el edificio de Zach que no se asustase de mi mirada fría y sin pizca de amor o algo así.
Organizamos nuestras cosas en el departamento y sabía que tarde o temprano tendría que ir a buscar mi ropa en el departamento que compartía con Alice, pero si la veía en este estado era capaz de terminar presa y no exactamente por falsa identidad.
Llegó la noche y no pude dormir nada.
Prepare el uniforme que estaba ya lavado y listo para el siguiente día.
Leí, vi televisión y ni asomo de sueño.
La imagen de Aarón y Alice no salía de mi mente y me provocaba un odio poco sano por ambos.
5:00AM
Ya estaba lista y Zach seguía dormido como angelito, solo él me devolvía la calma, la vida, solo él hacía desaparecer mi mirada de asesina y mis ganas de que el mundo se acabara y que los primeros en ser arrastrados por la lava del infierno fuesen Aarón y Alice aunque de seguro yo iría detrás de ellos pues no era mucho mejor que esos dos.
—¿Anne?—la voz de Zach me sacó de mi trance.
—Oh, amor.—Le dedique una sonrisa alegre. Él iluminaba mi vida.
—¿Desde qué hora estas despierta? No te sentí acostarte.
—La pregunta sería: ¿Desde cuándo no duermes? No me entro sueño, lo intente pero no puedo dormir.
—Me hubieses dicho y practicaríamos un deporte que se llama: DEPORTE EXTREMO EN LA CAMA, si lo hubiésemos hecho hubieses dormido como un angelito.—dijo mientras sonreía.
No pude evitar reír de sus ocurrencias.
—Yo ya estoy lista.
—La universidad abre a las siete. Son las cinco.—dijo él.
—Okeyyy.—dije, debía dejar la intensidad.
—Nos da tiempo practicar el deporte.—dijo besándome y tomándome de la cintura con sus ojos algo achinados, su cabello revuelto y una imagen de dormilón que me pareció tierno.
—Nada de eso, ya estoy vestida.—Le frene dándole un beso casto.
Si me dejaba llevar me iba a estrujar el uniforme en el acto y luego tendría que volver a alistarlo.
—Aburrida.—Me dijo en broma.
—Vete a duchar, tonto.—Le dije mientras volvía a besarlo, ese chico era adictivo.
Él se separo sonriente dirigiéndose a la ducha y entonces me surgió una duda:
—Zach. ¿Qué somos?—pregunte.
—¿Recuerdas que soy raro? No me dejo llevar por etiquetas pero si quieres ponerle nombre a esto, okey, yo lo llamaría amor. ¿Cómo lo llamarías tú?
Dijo eso de ese modo tan… él.
Me encantaba su manera de pensar, me encantaba su cuerpo, su rostro. TODO de él.
—Yo lo llamaría noviazgo.—Le dije sonriente.
—Nadie conto conmigo para esa responsabilidad tan grande. No creo poder con semejante cargo.—dijo riendo.
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Tu Secreto En Mis Manos ©
Teen FictionElla guarda un secreto. Ellos muchos. Ashley Afflets es una chica que oculta más de lo que a simple vista puede parecer. Aarón Hunder es un chico popular peligroso, guapo, astuto, amante del peligro y genio a la hora de descubrir secretos. Zach Mill...