—Aparecio la oveja entre tantos lobos, si, el inocente entre tantos desgraciados...
Allí estaba yo. En el juego de futbol, desde el estadio, como siempre deseando que ese chico de cabello negro, ese atlético, ese que hacía las mejores jugadas, que él ganara.
Siempre desde mi mismo rincón.
Escondida entre las locas que gritaban a todo pulmón el nombre de su crush, o el nombre de su chico, deseándole que ganara.
Yo siempre escondida y gritando, si, gritando mentalmente para que mi crush ganara.
Pero desde ayer él había pasado de ser mi crush, el único chico que no babeaba al verme a ese chico con el que me había besado y con quien había quedado en ser compañeros sexuales.
—Mi trato es que me dejes mostrarte mi mundo, que nos conozcamos y seamos esclavos el uno del otro, que nos dejemos llevar por este deseo y juremos dos cosas:
No contar nada del secreto del otro y…
Que esto sea SOLO SEXO.Sus palabras aún rondaban mi mente.
El chico que me gustaba y que odiaba rotundamente.
Quien había descubierto mi mayor secreto.
Ahora iba a ser ese chico con el cual cumplir todas mis fantasías, mis deseos hacia él. Y como si no fuera suficiente habíamos prometido guardar nuestros secretos.
Claro a cambio de dejarnos llevar.
Cuando volví a la realidad allí estaba él.
Triunfante como siempre.
Todos comenzaron a cargarlo alegres y las chicas comenzaron a gritar. Entre tanto pude notar cómo me guiñaba un ojo.
Gran idiota.
Me aleje de allí y me dirigí a las estresantes clases de la tarde.
Entre y solo habían seis estudiantes.Como siempre al verme su admiración se noto y todos me ofrecieron sentarme a su lado pero preferí sentarme sola.
La clase comenzó, era Historia y créanme no había nada más horrible en toda la universidad que las clases de historia en la tarde.
La profesora era una mujer mayor con afectaciones en las cuerdas vocales, así que su voz era como tocar una guitarra sin cuerdas. Una voz horrible, la mayoría del tiempo hablaba demasiado bajo así que había que prestar mucha atención para entender algo y de pronto emitía chirridos escalofriantes.
Eso sin contar que la mujer era una piedra en el zapato de los estudiantes, fanática a desaprobar.Pues allí estaba yo, con toda mi atención en la clase cuando la profesora se detuvo y las vistas de todos se dirigieron a la puerta.
Esperando a que le dejaran pasar estaba uno de los chicos más guapos de la universidad.
Zach.
El castaño de ojos azules, musculoso pero no demasiado aunque irremediablemente sexy traía la camisa desabrochada totalmente provocando unos cuantos suspiros en el salón y eso que no había casi nadie.
—Pase, alumno.—Dijo la anciana con el mismo odio que trataba a todos sus estudiantes.
El paso por su lado mientras se colocaba unas gafas de sol oscuras.
Es un chico extraño. Reservado.
Es de esos que preferían pasar de ser percibidos. Le tenía algo de envidia.
En algunos momentos me gustaría ser como él.Al pasar por mi lado observo durante unos breves segundos la silla a mi lado y sin dudarlo más rápidamente se sentó.
Lo observe sorprendida.
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Tu Secreto En Mis Manos ©
Novela JuvenilElla guarda un secreto. Ellos muchos. Ashley Afflets es una chica que oculta más de lo que a simple vista puede parecer. Aarón Hunder es un chico popular peligroso, guapo, astuto, amante del peligro y genio a la hora de descubrir secretos. Zach Mill...