•|Capítulo 38|°

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—Pistas por aquí. Pistas por allá. Si no te das cuenta este juego perderás…

Anne:

Luego de que descubrimos que Betty era una profesora cada cual se fue a su casa a tratar de dormir las pocas horas que quedaban.

No podíamos ausentarnos de Woonder porque ya estábamos a fin de curso, etapa de miles de exámenes en los cuales yo estaba saliendo por los pelos, suerte que tenía un buen promedio de los cuatro cursos anteriores.

Estaba viviendo mis últimos días en Woonder, eso era seguro solo faltaba saber si esos últimos días acabarían con la graduación o siendo descubierta antes de terminar.

Tanto nadar para morir en la orilla…

En solo semanas todo acabaría:

La farsa.

Woonder.

La actuación de Ashley Afflets.

Ahora más que nunca debía descubrir ese secreto y protegerme, que no me descubrieran y poder cumplir mi meta.

Luego de cuatro cursos ahora me sentía más en peligro que nunca pues tenía que lograr en semanas no ser descubierta y parecía que en cada esquina había alguien queriendo descubrirme.

Apenas llegue al depa con Alice me lance en el sillón con desgano.

—Ashley.—dijo Alice en tono serio.

La observe y se notaba rígida.

—¿Pasa algo?

—He confiado en ti, te ayude pero necesito saber en que estoy metida.

Obvio quería saber:

¿Quién era Betty?

¿Por qué la buscábamos?

¿Qué secreto era ese del que hablábamos?

—Siéntate.—le pedí.

Lo justo era contarle, ella merecía saber.

Había confiado en mí con los ojos cerrados, se habia arriesgado entrando a la escuela a escondidas para ayudarme, había engañado a su padre por mí.

Lo menos que merecía era una explicación.

Al pensar en todo lo que ella había hecho por mí la idea paso por mi mente, rápida, fugaz, exigente de atención, como una advertencia o una señal:

CONTARSELO TODO.

Mi tiempo se estaba acabando.

Nos íbamos a separar.

¿Debía contarle todo antes de que nos graduáramos y no nos viéramos nunca más?

Entonces paso otra idea tan veloz pero con la misma certeza de la anterior:

Y SI ELLA ES X.

Entonces mi mente se dividió en dos:

Por un lado quería contárselo, era mi amiga, ¿cierto?

Por otro lado no tenía total confianza en nadie.

—Alice. Woonder oculta algo.—confesé.

Al menos esa explicación le debía.

Ella nos había ayudado a buscar entre los expedientes sin siquiera saber que buscaba, debía explicarle eso.

Lo de que yo era Anne y no Ashley no era necesario que lo supiera, mientras más lejos estuviese de mis secretos estaría mejor.

Tu Secreto En Mis Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora