—Si tienes más de un secreto, no importa que descubran uno porque siempre habrá otro peor.
¿Recuerdan que les dije que en Woonder una vez que eres popular debes de cuidar de tu imagen ante los demás como tu mayor joya?
Pues sí, eso es muy cierto.
Ese mañana, ese día, me daría cuenta de las grandes consecuencias que traía consigo cometer el mínimo desliz en tu vida si eras popular en Woonder.
Podías asesinar a alguien en Tokio que en California, específicamente en Woonder lo sabrían.
Podrías tener un amante virtual con tu móvil, que solo ves tú y en Woonder se sabría.
Woonder era más que una universidad.
Era como un águila desde las alturas que por mucho que te ocultes de su aguda vista.
¡SIEMPRE TE VA A ESTAR OBSERVANDO!
Y lo peor era que fuese cual fuese el error que cometieras ibas a decaer en popularidad, ibas a ser visto mal aunque tu pecado fuese decir una mala palabra en tu habitación.
Y ese día le toco cargar con sus actos a…
¿A mí?
Llegue a la universidad junto a Alice.
Ella era una chica totalmente hermosa desde la cabeza hasta los pies.
No necesitaba maquillaje para verse bien, no necesitaba una sonrisa falsa para que notaran que era gentil, no necesitaba ser popular y fingir quien no era para que le fuera bien en la vida.O sea.
Alice= 100 puntos en la vida.
Anne=0 puntos en la vida y si luego de la muerte había una vida en el paraíso seguro también tendría 0.Solo que Alice era hija de uno de los miembros de la junta directiva de la universidad. Donde pusiera un pie tendría las puertas abiertas.
Yo, hija de una mesera de una cafetería y un científico frustrado que nunca pudo llevar a la realidad sus sueños e inventos.
Sí, eso del científico parece de cuento de Disney. Pero el resumen es que donde yo pisara siendo Anne Deiss me cerrarían la puerta en la cara.
—¿Y sabes que vas a hacer con el tema Aarón?—Pregunto Alice atenta a mi respuesta.
—Alice. Esa historia de amor que te estás montando sobre nosotros no va a suceder. El solo quiere sexo.—Respondí sonriendo gentilmente.
Conversar con Alice parecía algo mágico, su voz era fina y hablaba en voz baja pero entendible.
Siempre sonriente y mostrando sus blanquísimos dientes.
Sentía algo en mi interior tan lindo de tenerla como amiga.Era infantil, inocente. Era como la hermana pequeña que no tenía.
—Sí, sí, sí. Tú di lo que quieras pero mi radar de futura pasión, amor y todo lo que le sigue, no falla.—Me dijo entusiasmada.
Salimos del auto pues ya habíamos llegado a Woonder.
Todos me observaron con la fascinación de siempre. Increíble como una falda corta, una blusa medio desabrochada, una cara linda y maquillada y un medio buen cuerpo hacia que todos me amaran.
En eso comenzaron a sonar las bocinas que habían por los pasillos que conducían a las aulas.
Ya sabía lo que venía.
Era la hora de chismes de la uni.
No era más que antes de entrar a las aulas la chica más venenosa de la universidad y casualmente la hija del director se dedicaba a herir a personas contando aspectos de su vida intima.
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Tu Secreto En Mis Manos ©
Teen FictionElla guarda un secreto. Ellos muchos. Ashley Afflets es una chica que oculta más de lo que a simple vista puede parecer. Aarón Hunder es un chico popular peligroso, guapo, astuto, amante del peligro y genio a la hora de descubrir secretos. Zach Mill...