°|Capítulo 19|•

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—¿Ya dije que no crean en todo lo que aquí se dice? Cambio de opinión: NO CREAS EN NADA.
Pon todo en duda, desconfía de todos y saldrás mejor de todo esto.

Anne:

Observe a ambos parados en la puerta.

La chica parecía apenada por la situación.

—Lo siento, buscaremos otra habitación.—dijo mirando al suelo.

—Ohhhh…—expreso él.—Pero si es Ashley, ¿quieres unirte a nosotros?

¿Aun no saben quién es?

—Zach…—pronuncie.—Estas algo tomado, ¿no?

—¿YO? Me ofendes, chica popular.—dijo levantando el mentón como gente importante.

Todos los hombres son unos idiotas y el idiota de Zach se activaba con alcohol.

—Está muy tomado. No sé qué hacer con él.—dijo la chica con nerviosismo.

Me levante de la silla tras cerrar las ventanas de todas las carpetas que había abierto.

—Lo primero que debemos hacer es salir de aquí.—Les informe.

Me puse el brazo de Zach sobre mis hombros y la chica se ocupo del otro brazo.

Entre las dos lo llevamos a una habitación cercana y lo acostamos.

—Yo que creí que eras diferente.—Le dije a Zach acostado, tapado de pies a cabeza y casi dormido.

—Nunca dije que fuese diferente. Solamente lo creíste porque te desquitas conmigo las mierdas que Aarón te ha hecho, no, no soy diferente, soy un chico y también me emborracho pero te puedo asegurar que tampoco soy un maldito violento y mezquino como él.—soltó.—Solo no te das cuenta lo diferente que soy porque estas muy ocupada intentando olvidar a Aarón cuando sabes que lo quieres y que solo deberías hacer lo que se te venga en gana sin pensar en los peros.

La chica y yo lo observamos boquiabiertas.

Supongo que es cierto eso de que los borrachos dicen lo que creen.

—Es cierto.—Me limite a decir.

—Yo… ¿Te quedaras con él?

—Sí, vete tranquila. No le dejare solo.—Le dije a la joven.

La chica dio unos pasos cuando la voz de Zach la detuvo:

—Susan, no te vayas.

Ella se dio la vuelta molesta y dijo:

—¡¡Mi nombre no es Susan!!

Ella continuo caminando con rapidez y colérica y Zach soltó una saga de nombres, probablemente los nombres de tooodas las chicas con las que había estado esa noche.

—Ada, Jada, Rachel, Clare, Susan, Celina, Emilia, Iris…

La chica se detuvo en la puerta y lo observo con una rabia poco sana para luego decirle:

—¡BESTIA! Ni eres tan guapo.

Luego se fue, cerrando la puerta con un estrepitoso golpe.

Mire a Zach, él me miro a mi y…

JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Los dos comenzamos a reír como par de estúpidos que se hacían cosquillas mutuamente, incluso me lance sobre la cama y me acosté a su lado mientras continuábamos riendo como locos.

Si, se que era algo cruel de nuestra parte reírnos de esa pobre chica.

Imagino que no sería fácil pasar la noche tomando junto a un chico, luego ayudarlo en vez de dejarlo botado y borracho y que él recuerde el nombre de media fiesta menos el tuyo.

Tu Secreto En Mis Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora