🔼 14. CONFESIONES 🔽

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Me quedo acostada sobre la cama, llorando y pensando en alguna explicación lógica que me indique que Ricker y yo no somos hermanos.

Durante los siguientes dos días, no acepto visitas de nadie, ni siquiera las de Ricker. Lo único que quiero es mantener mi mente despejada y encontrar una respuesta, aunque sé, que nunca obtendré una sin ayuda de nadie.

Cuando el doctor me da de alta, Alonso me lleva a la mansión. Él me ayuda a llegar hasta a mi habitación porque aún me duele el vientre al caminar. Me sienta delicadamente sobre mi cama y se pone de rodillas para verme a los ojos.

—¿Te sientes bien? —pregunta con la misma voz tranquilizante y atenta.

Yo le soy sincera y niego con la cabeza.

—Necesito saber algo, por favor —susurro.

—¿Te puedo ayudar? —frunce las cejas mientras se sienta a mi lado.

—Rebeca... ¿Rebeca era mi madre? —lo pregunto en un hilo de voz.

Rezo porque su respuesta sea negativa.

—¿Quién te dijo eso? —dice él, confundido.

—Por favor, eres la única persona que puede ayudarme. Tú conoces mi pasado papá, por favor... dime la verdad —suplico sintiendo mis ojos arder.

—Casey... no. Rebeca no era tu madre.

Suspiro de alivio, pero no me quedo totalmente tranquila.

—¿Ricardo? Él no es mi padre, verdad —mi pulso se acelera conforme Alonso guarda silencio.

—¿Verdad que no?

¡Por favor que diga que no!

—Casey...

—Quiero la verdad.

—Sí, Ricardo es tu padre.

Siento como algo dentro de mí se parte en pedazos. Abro la boca y niego con la cabeza mientras lágrimas salen de mis ojos. Alonso me abraza y me da consuelo mientras yo me desahogo sobre su pecho.

¡NO! ¡RICARDO NO!

Lloro como hace tiempo no lo hacía. Ese hombre no puede ser mi padre, Rosalind ni Ricker pueden ser mis... hermanos.

—¡NO!

Lloro hasta calmarme un poco. La luz de esperanza aún continúa encendida, así que me separo de Alonso y le pregunto:

—¿Ricker...? —no termino la pregunta, porque Alonso enseguida baja la mirada.

—Perdón por ocultarte todo hija, pero era por tu bien —levanta su mano y limpia las lágrimas de mi mejilla—. Todo esto terminará pronto y podrás ser feliz, solo ten paciencia.

Niego, insatisfecha.

—¿Quién es mi madre? Por favor, dime la verdad, Alonso.

—¡No puedo, Casey! No quiero lastimaste más. Mejor descansa y concéntrate en recuperarte —se levanta de la cama y se aleja hacia la puerta.

—Alonso...—él se va y me deja sola, pero esta vez, con respuestas.

Ahora sé que Ricker es mi medio hermano.

***

Paso tres horas acostada sobre mi cama, aunque se siente como si fuera una eternidad. No he dejado de llorar y de negarme a la verdad. No he dejado de pensar en él...

Escucho la vibración de mi celular por milésima vez, así que, sin ganas de hacerlo, lo tomo y veo que tengo varios mensajes; Ronni, Halsey, Hanna, Ricker... ella.

ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora