🔼 6. ROSAS NEGRAS 🔽

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«SIEMPRE UNA CARA INOCENTE TIENE SU LADO SALVAJE»

—HARLEY QUINN

***

La señora Cassandra me agradece mientras me devuelve el abrazo fuertemente, no la conozco mucho, pero si lo suficiente como para saber que es una excelente persona, tiene un buen corazón como su hermana, su sobrino Ronni y... como lo tenía su hijo Eduardo. Ella es alguien a quien admirar por todo el esfuerzo que ha hecho para sacar a su familia adelante, a pesar de ser madre soltera. Aún no entiendo la razón por la que mis padres tienen una mala relación con ella, en especial Alannis, que siempre la escucho hablar mal de Cassandra.

Minutos más tarde, veo llegar a Hanna, ella se queda de pie en la entrada con la vista fija en la foto de Eduardo. Sus ojos se llenan de lágrimas y antes de desbordarse se dirige hacia Ronni y lo abraza, después viene y me abraza a mí, conmigo se desahoga. Sé que le duele mucho la perdida de nuestro amigo, Eduardo y ella tuvieron una muy bonita relación, hasta que él le fue infiel con Soraya, una compañera del instituto que es un año menor que nosotras.

La mañana está llena de sufrimiento y dolor, la madre de Eduardo está siendo consolada por Daisy, su hermana y madre de Ronni. Ronni sigue de pie en la misma posición en la que lo encontré, no despega la vista de la foto de su primo, hasta qué... Ronni da un paso más cerca y sube las manos para abrir lentamente el féretro, cuando lo hace, enseguida se echa para atrás y se cubre el rostro para empezar a llorar, yo me acerco a él para consolarlo y Hanna también se acerca para ver a Eduardo.

Ella lo observa y le da una sonrisa triste que poco a poco desaparece para dejar a la vista sus lágrimas.

—Si te perdono, Lalo, siempre lo hice... —susurra.

Veo el féretro y me encuentro con Eduardo. Él parece estar dormido, sus ojos están cerrados, pero su piel está pálida y sus mejillas están ligeramente hundidas, además, tiene cortes en la cara, pareciera ser que son rasguños y golpes hechos con piedras. No puedo creer que se trate de la misma persona carismática, bromista y feliz que era tan solo en unos días atrás.

Entre los recuerdos escucho como alguien entra a la casa, así que veo hacia la entrada y observo como entra un hombre con lentes oscuros, vestido con traje y corbata negra. Ese cabello castaño claro es imposible de olvidar, así como ese porte de hombre poderoso. El señor Ricardo está aquí, ¿Qué hace en este lugar?

Cuando el hombre se adentra a la casa, me percato de que no viene solo, sino que atrás de él viene un chico vestido con una camisa de manga larga y pantalón negro, él también con lentes oscuros y cabello castaño. Al igual que Ricardo, este chico desprende un aura de poder.

¿Quiénes son ellos?

El par de hombres se acercan al féretro, yo no me muevo de mi lugar y me quedo en la misma posición observándolos. A pesar de que esos hombres tienen puestos sus lentes oscuros, siento el peso de su mirada sobre mí, pero no sé de quién de los dos es.

Ambos dejan sobre el féretro un par de rosas negras, posterior a esto, se alejan y se van al fondo de la sala.

De reojo veo como los adultos; Daisy, Cassandra, incluyendo a Alannis y a Alonso, se retiran de la sala, y sin esperar más, me retiro junto a ellos. Me dirijo a la dirección en la que ellos se dirigen y me detengo en el pasillo al ver que todos entran a un pequeño despacho.

—Estoy segura de que él tuvo algo que ver con la muerte de Eduardo —dice Daisy, la madre de Ronni.

—No podemos asegurar nada sin pruebas —responde Alonso.

ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora