ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️

🔼 24. ENTRE CUATRO PAREDES 🔽

Ricker

Conduzco rápidamente por la carretera de Rossenfel, el sol ya está comenzando a salir y a pesar de que el tiempo siga transcurriendo, para mí, los segundos se vuelven eternos. Al volver a la mansión de Ricardo y entrar por la puerta principal, me encuentro con una sorpresa.

Ronni...

Él está sentado en el sillón, está mojado de pies a cabeza y con una toalla azul sobre él, está siendo atendido por las chicas y Alannis.

—¿Ronni? ¿Qué pasó? —pregunto acercándome a ellos. Ronni permanece en silencio mirando hacia el suelo, parece estar en un estado de shock.

—El ángel oscuro lo secuestro y lo utilizo como carnada para llevarse a Casey —responde Halsey en medio del llanto.

—Ronni, ¿viste la cara de ese tipo? ¿A dónde se la llevo? —digo comenzando a alterarme, Alannis me toca el hombro y hace que retroceda y le dé espacio a Ronni.

—No vi nada... él... tenía el rostro cubierto y un distorsionador de voz —susurra con voz ronca.

—¿Cómo escapaste? —le pregunto de inmediato.

—No escape —Ronni levanta la mirada hacia mí y me ve con los ojos llorosos—. Él creyó que yo estaba muerto y me dejo en el río de la frontera de Rossbol.

Me siento en el sofá de enfrente y trato de analizar las cosas.

—Regrese —dice Axel entrando a la mansión, y al igual que yo, se sorprende al ver a Ronni aquí.

—¿De qué me perdí?

Hanna se acerca a él y le cuenta todo en pocas palabras.

—¿Encontraste algo? —es mi turno de preguntarle a Axel, pero él, vuelve a negar.

Toda la noche y la madrugada no han sido suficiente para encontrar alguna pista del paradero de Casey...

***

Casey

Me quedo sentada en el mismo rincón, recargo la cabeza sobre la pared y cierro los ojos deseando que esto sea una pesadilla. No sé cuánto tiempo haya pasado, estoy cansada y tengo sueño, pero me niego dormir en este lugar.

Minutos después, él entra al cuarto con otra charola de comida.

—Tu desayuno, estrellita —me lo ofrece, pero al ver que lo ignoro, lo vuelve a dejar en el suelo y recoge la otra charola aun con comida de ayer—. Debes de comer y dormir.

Pareciera preocupado por mi estado, pero con esa voz distorsionada es difícil saber cuál es su verdadera emoción.

—¿Qué quieres de mí? —digo molesta.

—Que seas feliz, estrellita.

Sonrío sin gracia.

—Nunca lo seré si insistes en tenerme aquí secuestrada.

—Eso es por ahora. Después tú, Lucy y yo iremos a otro lugar.

—¿Lucy? —frunzo las cejas y mi corazón comienza a palpitar cuando él asiente con la cabeza.

—Sé que la quieres mucho, y yo también. Es mi hija después de todo.

Niego con la cabeza mientras me levanto y lo enfrento.

—¡Maldito! No mereces conocer a Lucy. Esa niña inocente no es culpable de tus asquerosos actos.

—Perdóname —ladea la cabeza—. No quise hacerle daño a Halsey, pero ella me provocó.