ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️

🔼 8. DESCONFIANZA 🔽

Cuando escucho la puerta de la oficina cerrarse, salgo de mi escondite y me dirijo a la salida, no dejaría que Ricker se enfrentara solo. Sin embargo, voces en el pasillo me alertan y hacen que vuelva corriendo a esconderme bajo el escritorio.

Escucho con atención como dos personas entran a la oficina y enseguida comienzan a hablar.

—¿No te parece sospechoso? Que Alannis le haya cedido tan fácil su casino a Ricardo y que ahora lo quiera recuperar —interroga un hombre.

—Estoy de acuerdo contigo, a mí Ricardo no me inspira confianza, al contrario, siento que esconde muchas cosas.

—Si tan solo encontráramos a un interesado en comprar el casino que ofrezca más dinero y mejores propuestas, entre el comité podríamos quitarle el casino a Ricardo y venderlo.

Pongo más atención en su conversación, esto si me interesa. Si lográramos comprar el casino podríamos terminar con la prostitución en este lugar, pero para ello necesitamos dinero y propuestas.

Espero a que los dos hombres se vayan y una vez que lo hacen, salgo de mi escondite y de la oficina. Veo a los lados del pasillo y al comprobar que está despejado, emprendo mi camino.

Llego a la sala principal y busco con la mirada a Ricker, aunque me es imposible encontrarlo, ya que todos los hombres visten similar y tienen puesto el mismo antifaz.

Camino entre los presentes y veo a Ricardo sonriendo y brindando con dos hombres, al escuchar sus voces me doy cuenta de que son las personas que entraron a la oficina.

—¿Casey?

Doy media vuelta al escuchar la voz de Ricker.

—¿Los encontraste? —pregunto frunciendo las cejas.

Él también frunce las cejas mientras niega con la cabeza.

—¿Se escaparon? ¡Ricker tenemos que encontrarlos! ¡Ahora! Los dos están en esa fiesta y son peligrosos.

—¿Estás segura de que el ángel oscuro también está aquí?

Asiento con la cabeza y le confieso lo ocurrido.

—Lo vi, Ricker. Estaba parado a unos metros frente mi. Vestía de traje negro con una capa y un sombrero, tenía el mismo antifaz que todos.

Ricker se queda en silencio por un momento.

—Con una capa negra... —dice pensativo—. Entonces era él, tropezó conmigo en la entrada.

Ambos nos vemos a los ojos y cuando estoy a punto de decirle que nos separemos y los busquemos, la voz de Alannis me interrumpe.

—¡Quiero hacer un brindis! —dice ella casi gritando.

Todos los presentes le damos atención, Alannis está borracha.

—Quiero brindar por Ricardo... que, sin importar el pasado, las tragedias y todo lo que nos asecha, él consiguió lo que quería y... ¡Reconstruyo el monster burdel! ¡FELICIDADES!

Cada una de sus palabras están llenas de ironía. Alannis bebe de su copa y Alonso se acerca a ella para tomarla del brazo y alejarla del centro de atención, menos mal que los medios de comunicación no tenían acceso a la entrada.

—¡Aún no termino! Quisiera hacer algunas confesiones, empezando por ti Ricardo...

—Vasta Alannis —Alonso la aleja mientras me busca con la mirada—. Casey —me llama al encontrarme, me hace un gesto con la cabeza indicándome que es momento de retirarnos.

—Vete, Casey, yo los seguiré buscando.

Veo a Ricker y niego con la cabeza.

—Son dos contra uno, quizás ellos vengan armados, Ricker —lo veo con preocupación y noto como me sonríe.