ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️

🔼 30. REFLEJOS DE ÁNGEL🔽

«LAS SOMBRAS SE ESCONDEN ENTRE LA OSCURIDAD, A PESAR DE QUE LE TEMAN»

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¿Mejor amigo?

Me quedo en silencio observando a Axel, quien me sonríe cínicamente sin dejar de mirarme.

—Le decía a tu amiga que es muy preciosa, Ricker —dice Axel.

—No es mi amiga —siento como Ricker me acerca más a él.

Axel lo ve con una mirada confundida.

—Casey y yo, somos más que amigos —dice y Axel parece comprenderlo.

—¿Amigos con derechos? —arquea una ceja mientras sonríe.

—Novios —dice Ricker con total seguridad, haciendo que sonría desde mis adentros.

¡Ricker acaba de decir que somos novios!

—Oh, felicidades, hermano —ríe sin gracia.

—¿Y qué esperamos? ¡Vamos a divertirnos! —escucho decir a Omar detrás de nosotros.

—¡Pues vamos! —sonríe Axel.

Ellos comienzan a caminar frente a nosotros y antes de que Ricker o yo los sigamos, él me detiene tomándome la mano.

—¿Quieres que regresemos a Rossenfel? —me pregunta y pienso en la respuesta.

No puedo desaprovechar la oportunidad que tengo de descubrir si Axel y el ángel oscuro son la misma persona.

—¿Podemos quedarnos un poco más?

Ricker asiente con la cabeza y comenzamos a caminar detrás de sus amigos.

—Casey —me llama Axel— ¿Cómo sigue tu madre por cierto? —dice viéndome a los ojos.

—¿Cómo sabes que...?

—En las noticias dijeron que había sido víctima de arma de fuego —frunce los labios, fingiendo lástima.

—¿Cómo conoces a mis padres? —frunzo las cejas.

—¿Cómo no conocerlos? Son los empresarios y dueños de los casinos más populares del país —contesta sonriendo.

Veo que Ricker conversa con Omar y de vez en cuando voltea a verme.

—¿Cómo están tus amigos? —Axel me vuelve a preguntar.

No me gustan para nada sus preguntas, no sé qué pensar o creer de él.

—¿Por qué tanto interés? —digo a la defensiva.

—Solo es simple curiosidad, bonita —me sonríe inocentemente.

Yo no respondo a su pregunta y seguimos caminando en silencio hasta llegar enfrente de la casa encantada.

—¿Vienen o temen? —dice Omar divertido.

Nadie se niega y los cuatro vamos. En la entrada dejamos nuestras pertenencias; mi oso de peluche y el fólder, que minutos atrás, Omar le otorgó a Ricker.

Caminamos al interior de la casa y vemos que esta está conformada por un callejón muy estrecho, así que el primero en entrar es Omar, seguido de Ricker, yo siguiéndolo a él y Axel siguiéndome a mí.

—Entonces... ¿Cómo está todo en Rossenfel? He escuchado que han pasado algunas cosas... perturbadoras —murmura Axel para mí.

Yo me detengo en el pasillo y aprieto mis manos en puño, tan solo de recordarlo...