🔼 45. NUEVO COMIENZO🔽

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«HAY DOS TIPOS DE DOLORES: EL QUE TE LASTIMA Y EL QUE TE HACE CAMBIAR»

***

Los días pasaron lentamente y el dolor siempre estuvo a mi lado. El engaño de Ricker me marco para siempre, pero sabía que podía con ello. Comprendí que quedarme encerrada en mi habitación sin hablar con nadie ni comer, solo estaba afectándome a mí y yo no tenía la culpa de nada.

Cuando estuve lista, acompañé a Hanna y a Halsey a declarar en el tribunal; mostré los mensajes que aún tenía, expuse las sospechas y dije todo lo que sabía. Me dolió, pero me dolió asumir la realidad.

Por fin esto se había terminado y aunque quedaban muchas dudas en mi cabeza, decidí pararlas y finalmente enterrar mi pasado. Me concentré en dar lo mejor de mí en mis últimos días del instituto y en hacer otras actividades que me ayudaran a evadir los fugaces recuerdos que frecuentaban a mi cabeza.

Hanna, Halsey y Ronni siempre estuvieron para mí, me apoyaron y me ayudaron a seguir con la vida que tenía antes de que las desgracias llegaran.

El padre de Halsey convenció a mi amiga en no dar en adopción al bebe, y ahora Halsey era una gran madre; la cuidaba y la protegía, mientras que nosotros éramos los tíos favoritos. Ronni le puso el nombre de Lucy y a mí me encanto porque ese era el nombre de mi abuelo, Luciano.

La señora Daisy seguía internada, al parecer el tratamiento no funciono y ahora estaban probando con otro. Con respecto a su tío Ricardo y a su primo, no sé nada de ellos, no los he visto y deseo jamás hacerlo. La última vez que lo hice fue cuando lo enfrente en la guarida y ni siquiera me busco... lo cual agradezco.

***

El día de la graduación llego, lentamente, pero llego. Estaba sentada con mis compañeros del instituto, todos vestidos con una toga azul y un birrete del mismo color, observé a mis amigos y en ello, vi aquellos asientos vacíos; Eduardo, Karol y Soraya. Sobre sus asientos, reposaba esta misma toga doblada junto con un reconocimiento. No pude evitar recordarlos y pedirles perdón internamente, a pesar de saber que yo no era la culpable.

Vi a mi padre entre los asistentes, pero no a Alannis. Me nombraron y orgullosa, me levante y camine por mi diploma y mi reconocimiento. Gracias a mi gran desempeño en estos tres años, fui graduada con honores y me otorgaron una beca completa para estudiar en la universidad de Versatí, universidad ubicada en la ciudad de Versatí, a seis horas de Rossenfel. Los resultados de los alumnos aceptados a la universidad de Rossenfel aún no se publicaban.

El baile de graduación seria en dos días y Ronni sería mi acompañante, mientras que Hanna iría con Halsey. Halsey no pudo graduarse debido a sus inasistencias, pero eso no era un problema porque ahora estudiaba en línea y aprendía del trabajo de su padre.

Todo parecía arreglarse, no completamente, pero sí un poco.

Ahora estábamos comenzando de nuevo, sanando las heridas y arreglando el presente...

***

—Te amo... —susurre mirándolo a los ojos.

—Yo también te amo mi chica imaginaria —se inclinó a mí y me beso los labios.

Estábamos acostados sobre la hierba del parque del sueño, él se colocó sobre mí y comenzó a besarme mientras sus manos recorrían mi cuerpo. Yo cerré los ojos disfrutando de sus besos sobre mi cuello, pero al dejar de sentirlos, los abrí. Ricker me sonreía, pero su sonrisa no era la de siempre, sino que esta vez tenía un toque sádico, él levantó su mano y vi que tenía un cuchillo manchado de sangre. Me sobresalté y con mis codos me fui hacia atrás alejándome de él, hasta que choque con el árbol central. Sentí una gota de agua caer por mi mejilla y me la limpie dándome cuenta de que no era agua, sino sangre. Subí la mirada y abrí la boca de terror al ver que sobre las ramas del árbol se encontraban los cuerpos ahorcados de Eduardo, Karol, Soraya, Cassandra, Daisy, Alannis, Ricardo y Alonso...

ÁNGEL OSCURO ¿Quién eres en realidad? ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora