(Nota de la autora: Holaaa 2/2 Fue doble actualización. Lee el anterior si no lo has hecho. Besito, persona perfecta.)
FIN
~IAN~
***
La primera vez que atravesé este pasillo, me sentí como el hombre más seguro del mundo, lleno de esperanza y con los nervios a flor de piel. Ahora, la sola idea de tener que mentirle a todos hace que esa seguridad se desvanezca.
Mentir no es lo mío; soy más de verdades que duelen, pero esta vez, debo hacerlo.
Aun así, estoy tranquilo. Ya puedo descartar la posibilidad de que Laia esté muerta, cosa que, aunque mi mente negara, sí pensó varias veces.
Clark me espera recostado en el carro, con los brazos cruzados frente a la vieja construcción.
Necesito fumar. ¿Cuánto tiempo estuve allí dentro? Pareció una eternidad.
—Ian —me dice con sorpresa—. ¿Por qué demoraste tanto? —Guarda el arma que, por alguna razón, tenía afuera—. Estaba a punto de entrar.
Por detrás de mí, saliendo del edificio, se ve a uno de los oficiales, también guardando el arma, y al vernos habla con total tranquilidad.
—Vacío el sexto y el séptimo piso. Pareciera que nunca hubo nadie. ¿A ustedes cómo les fue?
—Está limpio —digo y bajo la cabeza—. Laia no está aquí.
—¡Rayos! —Clark acaricia su mandíbula—. Pero, ¿y su ubicación?
Llego hasta donde está y adopto su misma posición, recostándome en el carro.
—Su teléfono estaba aquí —saco el teléfono de bolsillo de mi pantalón y lo pongo en su mano—. Pero ella no.
Clark lleva una mano a su cara y la aprieta. Entiendo cómo debe sentirse, y me duele tener que mentirle, pero, como dije antes, debo hacerlo.
—Eso solo confirma lo que pensábamos. —suelta.
Me mantengo en silencio mientras, con disimulo, miro hacia el lugar.
Está allá dentro, a solo unos kilómetros de donde estamos, esperando a que nos larguemos de aquí.
Recuerdo su rostro sonriendo. Increíblemente, aún siendo un desastre, con la cara enrojecida por el llanto y el cabello largo despeinado, se veía hermosa.
La pregunta del momento sería: ¿Qué mierda haces, Ian? ¿Cómo aún sabiendo que está todo mal en ella, la defiendes, e incluso la justificas?
La respuesta es sencilla. Empezaré siendo totalmente honesto: estoy locamente enamorado de ella; creo que eso ya es una maldita razón. Podría perdonarle cada cosa que me haga sin siquiera pestañear. Bueno, casi todo. Quizás estoy un poco obsesionado... La verdad es que mi cabeza tampoco está muy bien. Tiendo a obsesionarme así con las personas.
Solo pienso en su cara perfecta, esa sonrisa tímida y el sonido de su voz cuando dice mi nombre, y todo lo demás desaparece.
Además, no lo hizo a propósito. Nada de lo que hizo fue consciente. Ella simplemente confunde las cosas y yo la entiendo, de alguna manera.
ESTÁS LEYENDO
Pero Me Gusta [EN EDICIÓN]
Misterio / SuspensoLaia Silver, una joven estudiante de medicina, se encuentra en una encrucijada entre una vida aparentemente perfecta y el oscuro peligro que la acecha. Cuando un psicópata mentalmente inestable la elige como su presa, Laia se ve atrapada en una espi...