~LAIA~
Nueve años no son suficientes para conocer la maldad de la humanidad. Menos para mí, que con esa edad era la más fantasiosa e ingenua niña de mi año. Después del acontecimiento solía llamarme a mi misma estúpida. Un largo tiempo con el doctor me hizo creer que cosas así pasaban más de lo que yo pensaba, que era muy común. Aún no lo entiendo, es frustrante buscar explicaciones para algo que realmente no las tiene pero lo intento. ¿Cómo puede un ser humano llegar a ser tan despreciablemente cochino?. Ya después vienen las mismas preguntas una y otra vez. ¿Por qué a mi?¿Por qué yo entre tantas personas?.
Pequeñas fracciones de recuerdos llegan a mí en cuestión de segundos. En esta habitación... es.. no hay.. Es un mini gimnasio, con caminadora eléctrica y un saco de boxeo. No es posible. Abro la otra puerta, quizás era la otra, pero no, es un baño.
—SALGA DE MI CASA AHORA MISMO, NO VOY A AGUANTAR MÁS ESTA INVASIÓN A MI PROPIEDAD. —gritó George papá.
Me es tan difícil asimilar lo que dice, es imposible concentrarme en la gravedad de lo qué está pasando. No puede mi cerebro imaginarse todo esto. ¿O sí?. Estoy en un tipo de shock, no sé cómo reaccionar, no puedo moverme.
—Basta, llamaré a la policía, ya está.
Caigo de rodillas al suelo, quiero decirle que no lo haga pero no puedo. Una película de borrosos recuerdos vuelven a invadir mi mente y lloro. Mi cabeza duele, duele mucho. No puedo respirar.
—USTED HIZO ESTO, NO ENTIENDO POR QUÉ, PERO LO HIZO. —lo acuso agitada entre llanto.
—¿HICE QUÉ?, estás mal de la cabeza, tus cables no están funcionando bien. —camina de un lado a otro.— No voy a discutir con alguien así, la policía está en camino.
—¿Qué está pasando? —escucho la voz de George hijo al fondo del pasillo.— ¿Qué son esos gritos papá?.
Lo próximo que siento es a Ennid que se arrodilla a mi lado y me abraza. —¿Qué te pasa Laia?.
Su abrazo hace que me desmorone aún más.
—No.. no.. no puedo respirar Ennid. Ayúdame. —mi respiración se tranca, siento un terrible dolor en el pecho y taquicardias.— Voy a morir, no quiero morir Ennid.
—No te vas a morir Silver, no ahora. Respira. —me alienta.
Siento que mis manos se entumecen y estoy temblando. —¿Me está dando un infarto Ennid?. No me quiero morir. No puedo respirar. —el temor me abraza y no me suelta.
—Necesito que respires tranquilamente, no está pasando nada, tus pulsaciones están bien Laia, las acabo de tomar. —hace una pausa y levanta mi mentón con sus manos.— Mírame, mírame Laia.
¿Qué?, no puedo hablar. Por favor que esto sea un sueño.
—Laia mírame. —Ennid se escucha lejos.— Ayúdame George, vamos al hospital.
—¿Laia estás bien?. —pregunta el rubio.
No, no lo estoy, voy.. voy a.. voy a morir.
Ese recuerdo se esconde, se evita, pero no se olvida, y en la primera oportunidad sale a romperte, nuevamente. Cuando mi madre se enteró del suceso se puso fatal, se culpaba sin razón alguna. La culpable siempre seré yo, por no tener la valentía para contar lo que pasaba, no ser capaz de soltar que mi profesor de ciencias me acosaba sexualmente. De no ser por otra chica que fue más valiente que yo, no hubiese salido de eso, no sé qué más habría pasado.
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Pero Me Gusta [EN EDICIÓN]
Mystery / ThrillerLaia Silver, una joven estudiante de medicina, se encuentra en una encrucijada entre una vida aparentemente perfecta y el oscuro peligro que la acecha. Cuando un psicópata mentalmente inestable la elige como su presa, Laia se ve atrapada en una espi...