~Capítulo 2.1~

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~LAIA~

(***)

Lo que me enamoró de la medicina fue que cada día descubres algo nuevo sobre el cuerpo humano; cada caso clínico es un mundo completamente distinto. Aunque sea el mismo diagnóstico, cada herida tiene su trazado único y su propia historia.

La medicina evoluciona rápidamente y, por desgracia, cada día surge una nueva enfermedad con la que luchar, por lo que los médicos estarán estudiando hasta que mueran.

Sí, es cierto eso que dicen de que es increíblemente difícil, pero créeme, nunca te aburrirás de la medicina. A menos que sean la una y media de la madrugada, estés en una guardia de urgencias y no hayas visto ni un solo paciente.

Porque te explico, a los médicos les encantan las guardias tranquilas, pero los estudiantes de medicina las odiamos. Sí, algunos pensarán que es pura maldad, pero queremos accidentes, parásitos asesinos; queremos traumas y casos interesantes.

Así que, para nuestra desgracia, hoy el hospital parece el desierto de California. Casi puedo ver las plantas rodadoras, esas que salen en las películas.

Debería aprovechar este tiempo para estudiar; en cambio, estoy escuchando música con los AirPods puestos, y justo ahora suena una de mis canciones favoritas: "All Falls Down" de Alan Walker.

"What's the point in saying that when you know how I'll react?
You think you can just take it back, but shit just don't work like that."

Alan es un genio y yo soy su más grande admiradora. Es imposible al menos no mover el pie con este ritmo.

Y así estoy, viajando mentalmente a un concierto de Walker cuando siento palmaditas en mi hombro.

Me quito uno de los audífonos —¿Qué? —protesto y subo la mirada para ver a Ennid parada a mi lado.

—Hagamos algo, por favor —me dice haciendo un puchero con el entrecejo arrugado—, me estoy muriendo lentamente de aburrimiento.

La miro con fastidio acomodando mis gafas. Creo que el drama se desató cuando la conocieron.

Quito la música y le doy un sorbo a mi café.

—Suéltalo, Ennid —digo suponiendo que ya tiene algo en mente.

Una sonrisa malvada se dibuja en su rostro, y se sienta sobre mis muslos para mostrarme algo en su teléfono.

—Mira la foto que publicó Dinne en su perfil de Instagram.

Tomo su celular y me detengo a mirarla. La foto es una selfie de Dinne, mi otra mejor amiga, que es además su hermana gemela. El cabello negro le cae sobre los hombros. Lleva cuernos de diablo y los labios rojos. Le está sacando la lengua a la cámara y...

Espera, ¿en serio está en una fiesta? Esta guardia no era opcional, y ella lo sabía.

Ruedo los ojos hacia atrás.

Apuesto lo que sea a que su nivel de alcohol en sangre ya es peligroso.

—No has leído la descripción de esa foto —me recuerda Ennid aún encima de mis delgadas piernas.

Pero Me Gusta [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora