~LAIA~
Soy un mar de lágrimas al terminar la historia. De un momento a otro me he metido en este embrollo, no sé ni cómo.
—Si sigo llorando así por cualquier tontería voy a terminar seca. —digo en un intento de broma y limpio mis lágrimas. —Jo, que rabia.
Ian se ha quedado inmóvil, no dice nada, solo clava su mirada sobre mí. Es imposible evitar sentir vergüenza en esta situación, mi cara debe estar horrible.
—Eso es todo. —añadí.
—Yo sí te creo. —sus palabras se sienten tan reales. Necesitaba tanto oírlas.— Deberíamos ir a la estación. —dijo muy serio.
—No serviría de nada.
—Claro que servirá. Con una denuncia abierta estarás en vigilancia, quizás tu padre te consiga algo así como un guardaespaldas.
—No necesito tal cosa.
—Por supuesto que lo necesitas tienes detrás a un maldito acosador del que no sabemos absolutamente nada. —su voz pasaba a un tono molesto.
—Emm Ian. Creo que puedo lidiar con esto.
—Acabas de decir que tienes miedo Laia, y con razón. —tomó mi rostro entre sus manos clavando la profundidad de sus ojos en los míos llorosos.— Vayamos ahora. —se separó y se dispuso a encender el carro pero lo detuve.
—Te dije que no Ian. No insistas, sé lo que te digo.
—No sabes una mierda Laia. ¿Crees que es un puto juego? Tenía una navaja en tu abdomen. —alzó la voz.
—No estoy tan segura de que fuese una navaja.
—Fue algo filoso, es suficiente. —su tono seguía en subida.
—Estás alzando la voz. Bájale dos tonos.
—¿No te importa una mierda no? —no entiendo la molestia repentina— Parezco más preocupado por el tema que tú.
—Cosa que no entiendo. —interrumpí. Y no mentí.
Pasó las manos por su cabeza y tomó aire notoriamente. Después de unos segundos con la cabeza en el volante encendió el motor. —Tienes razón. Me importa una carajo lo que te pase, es decir, ¿te he visto cuántas veces?, ¿siete?, ¿ocho?, no pienses lo contrario. Pero no quiero que por tú culpa personas que sí me importan se vean afectados, como tu padre o Emma. Quédate con tu mierda pero no embarres a los demás. —escupió.
Estúpida quedé creyendo que sería distinto. ¿Importarle al él?. Pfff nunca pensé eso. Antes tuve un momento de caída y él solo una columna de apoyo momentáneo.
El resto del viaje fue sumamente incómodo. Mi mente está de vuelta por esos diez minutos de antes. No merecía aquel trato, sin embargo lo acepto con mi silencio. Veo normal que no me entienda, tampoco duele. Ya sufrí por Ennid y por mi madre, que él no confíe en mí no significa nada.
Le metes mucha cabeza al tema.. ¿no Laia?.
Es que.. ¿Es tan difícil entenderme?, no tengo pruebas suficientes para una denuncia.. es solo mi palabra.. terminaría nuevamente con un psiquiatra delante.
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Pero Me Gusta [EN EDICIÓN]
Misterio / SuspensoLaia Silver, una joven estudiante de medicina, se encuentra en una encrucijada entre una vida aparentemente perfecta y el oscuro peligro que la acecha. Cuando un psicópata mentalmente inestable la elige como su presa, Laia se ve atrapada en una espi...