ALEXIAN "Lo Bizarro Del Amor"

Capítulo 5 Equivocaciones

Es poco o nada lo que pueden hacer los chicos por controlarme, y aunque al principio finjo tranquilizarme, aprovecho el menor descuido para salir de la casa y tomar mi bicicleta, haciendo oídos sordos a los chicos que me llaman. Necesito saber qué pasará con papá.

—Hay que ir por ella, Alexian.

—¿Acaso te has vuelto loco? No soy su niñera para estarla siguiendo.

—Alexian, va sola, podría pasarle algo.

—Maldita sea —refunfuñó—. Suban al auto.

**ABRIL**

Dejé mi bicicleta tirada en el piso y corrí a la comisaría. Vi que ahí estaba mi padre y también su compañero; ambos estaban esposados.

—Papá —dije entrando y llamando su atención. Quería que supiera que no lo dejaría solo—.

—Hija, debiste quedarte en casa.

—No me iré de aquí sin ti.

—No puedes estar aquí —me indicó uno de los oficiales—. Debes esperar afuera.

—¿Afuera? —protestó mi padre—. Ella no puede quedarse afuera.

—Joder, ¿qué rayos sucede con usted? —apoyó el compañero de papá—. No puede sacarla de aquí.

—Claro que puedo —afirmó, tomándome del brazo y obligándome a salir, mientras papá lo insultaba desde adentro—.

—Estaré bien, papá —le dije en voz alta para que se calmara—. Suélteme —me zafé molesta del agarre del oficial—. Yo puedo salir sola —le aclaré, cruzando la puerta—.

Pasan unos minutos antes de que el auto de Alexian se parquee frente a la estación. Los chicos me han seguido, y agradezco que lo hayan hecho. No quiero estar sola.

—¿Estás bien, Abril? —preguntó, acercándose con el resto—.

—Sí, estoy bien.

—No debiste salir así —me regañó como si fuera mi hermano mayor—.

—Es verdad —continuó Liam—. Pudo pasarte algo.

—Sí, Abril, es peligroso que estés sola en la noche, sobre todo con lo que ha estado pasando últimamente en el pueblo —comentó Noah—.

—¿A qué te refieres? —lo cuestioné sin entender—.

—Es mejor ir al auto —recomendó Lucas—. Ahí podremos hablar más tranquilos y esperar.

Subimos al auto y escucho atenta las historias que los chicos me cuentan, empezando a entender así por qué pusieron a mi padre como el nuevo detective. Quieren que mi padre investigue acerca de los asesinatos. Continuamos con la charla, aunque Alexian prefiere no participar en ella y se dedica a conversar por WhatsApp con alguien, seguramente con su novia.

🔪 **El Interrogatorio** 🔪

Les habían hecho varias preguntas, esperando obtener algún resultado, pero no lograban conseguir algo que los incriminara y los ubicara en la escena del crimen.

—¿Pudiste averiguar algo? —preguntó el comisario al oficial a cargo—.

—Sí —respondió, entregándole una carpeta con papeles—.

—¿Podemos incriminarlos?

—No, tienen una coartada.

—¿Es buena?

—Sí, estuvieron presentes en un accidente de tránsito donde una pareja falleció. Incluso ayudó a rescatar al niño de la pareja y se quedó con él hasta que llegó la ambulancia y los familiares.

—Maldita sea —golpeó furioso el escritorio—. Tengo a la prensa respirándome en la nuca; esperan una respuesta.

—Malas noticias —interrumpió una oficial, entrando a la oficina del comisario—.

—¿Ahora qué pasó, Regan?

—Acaban de encontrar el cuerpo del fiscal y el abogado. Los mataron igual que a Leonard.

—¿Hace cuánto?

—No tienen más de dos horas de muertos —comentó, echando por la borda las acusaciones que le había hecho a Elon—.

—Como un demonio —resopló furioso—. Ahora no solo tendré que disculparme con Elon, sino que tendré que pedirle ayuda para investigar los asesinatos.

🌺 **Abril** 🌺

Eran las tres de la mañana y yo seguía sin recibir noticias de papá. Los chicos se habían quedado dormidos, incluyendo a Alexian. Estábamos agotados, y mañana teníamos escuela. Apoyé mi cabeza en el hombro de Lucas y decidí descansar un poco. No sé cuánto me dormí, pero el golpe de unos nudillos en el cristal del auto hizo que todos nos despertáramos, y pude ver cómo Alexian se ponía a la defensiva y empuñaba un revólver.

—Es mi papá —advertí para que escondiera lo que había sacado—.

—Hija, sal —me llamó mi padre—. Necesito hablar contigo.

—Papi —lo abracé—. ¿Qué pasa? ¿Ya nos podemos ir? ¿Te tendrán más tiempo aquí? —lo bombardeé con preguntas—.

—No, linda, ya me liberaron, pero debo quedarme. Se ha suscitado una emergencia y debo quedarme. Hija, necesito hacerte una pregunta.

—Sí, claro, dime.

—¿Tus amigos son de confianza?

—Sí, ¿por?

—Espera aquí —me indicó, y no tardó en acercarse a Alexian—. ¿Podrías llevarla a casa? —le preguntó—.

—Sí, señor.

—Gracias —estrechó su mano—. Hija, ve a casa y enciérrate con llave. Asegura todas las puertas.

—Sí, papá.

—Descansa, linda —se despidió, haciendo que volviera a subir al auto, aunque esta vez Alexian accedió a que yo ocupara el asiento del copiloto—.

Miré por el retrovisor y pude ver a los chicos que seguían durmiendo, y noté que Alexian fijaba su mirada en mí por ciertos momentos, poniéndome nerviosa.

—Así que eres la hija del detective —comentó, iniciando una conversación—.

—Sí.

—Tu padre es un buen hombre, justo, pero sobre todo con principios. No como los cerdos que tenemos aquí, disfrazados de policías. El tipo que mataron era un maldito bastardo; se merece lo que le han hecho.

—¿Estás de acuerdo en que se haga justicia por mano propia?

—Alguien debe hacerlo. Si el sistema falla, alguien debe arreglarlo. Así que sí, estoy de acuerdo con que exterminen a esos bastardos.

—¿Aunque vaya contra la ley?

—La ley es una prostituta que se vende a quien pueda ofrecer más. Solo quien ha carecido de ella sabe lo que es quedarse con el sabor amargo de la derrota y con la impotencia de que quien los dañó no reciba su castigo. Son ellos quienes crean al monstruo.

Llegamos a casa y hice lo que mi padre me había pedido, aunque la verdad no logré dormir. Hoy ha sido un día demasiado intenso, aunque es Alexian quien me quita el sueño. No puedo dejar de pensar en él.