ABRIL
Había escuchado el auto de Alexian llegar, eran las ocho de la noche y hoy saldríamos a acampar con Adam, Cristine, Noah y Liam, papá había tenido que viajar a la ciudad para el juicio del señor Relish y nosotros aprovecharemos eso, para escaparnos un rato.
Bajo las escaleras y saludo a mi chico con un beso en los labios antes de subirme al auto, he preparado algo de café y unos sándwiches para la noche.
—Hemos llegado caramelito —Anuncia Alexian ayudándome a bajar del carro—.
—Estamos por aquí chicos —Llama Cristine haciéndonos una seña con la mano para que nos acerquemos hasta donde están ellos, no entiendo que ha pasado, pero Adam tiene el brazo vendado—.
—Nos adelantamos prendiendo la fogata, pero será mejor ir por unas cuantas ramas, si queremos que esto duré toda la noche, me he caído, pero no es nada grave —Señala Adam su brazo al ver que lo observo con curiosidad—.
—Bien, entonces yo iré por leña —Se ofrece mi chico—.
—Yo te acompaño.
—No Caramelito, iré con Liam y Noah —Besa mi frente— siéntate cerca de la fogata para que entres en calor, ahora vuelvo.
—Ven Aby, te daré un poco de café —Dice Adam llevándome hasta un tronco, en el que está sentada Cristine— hoy contaremos muchas historias de terror.
Nos sentamos frente a la fogata mientras Adam empieza con los relatos de terror, y es tal la atención que le prestamos, que ni siquiera notamos el momento en que Alexian y los chicos llegan, el sonido de la leña que han traído chocando el piso, hace que nos sobresaltemos y termina sacándole un grito a Cristine.
—¡Carajo Alexian! Casi me matas del susto.
—¿Yo? Pero sí yo no hice nada —Se encoge de hombros y me guiña un ojo divertido—.
—¿Quieres ser el siguiente en contar la historia Alexian?
—No Adam, la noche aún es joven y yo quiero llevar a Aby a pasear por el lago.
—Bien, entonces nosotros prepararemos más café.
—Ven linda —Se acerca a mí y me toma de la mano—.
Damos vueltas por unos breves minutos antes de llegar al lago, el cielo está despejado y una enorme luna se refleja en el agua, pero definitivamente lo que más disfruto, es estar a lado de Alexian.
—¿Pasa algo? —Pregunta mi chico al notar mi silencio—.
—¿No? ¿Por?
—Conozco esa mirada caramelito, hay algo que te inquieta.
—Cristine.
—¿Qué con ella?
—Tiene una marca, Adam la marcó ¿Verdad?
—Sí, las parejas tienden a marcarse —Me explica—.
—Yo...
—No voy a marcarte —Me deja en claro—.
—¿Por qué?
—No hay necesidad.
—Pero dijiste que es algo que se hacen las parejas —Intento refutar—.
—Sí, pero yo no lo haré contigo.
—Alexian por favor —Insisto—.
—No.
Un suspiro escapa de mis labios al ver su negativa, llevándome a desistir de continuar con la discusión y terminando por llenarme de ideas tontas la cabeza.
—Es mejor regresar, los chicos esperan por nosotros.
—Amo tu dulzura Abril, amo la inocencia de tu mirada — Me interrumpe llamando mi atención— eres esa parte pura de mi que me niego a dañar —Abarca mi rostro con sus manos— adoro poder estar contigo, eres mi refugio —Me envuelve entre sus brazos— eres ese lugar seguro al que siempre quiero regresar, y en el que me quiero quedar— las marcas en las parejas, es más que un simple símbolo de unión, es una representación del dolor y sufrimiento, por el que han tenido que pasar, y el verte así, sin marca alguna, hace que pueda estar tranquilo, porque sé, que apesar de ser la horrible persona en la que me he convertido, he sido incapaz de dañar a quién amo.
—Alexian —Pronuncio su nombre, conmovida por sus palabras, pero él no me permite continuar, y silencia mis labios con un tierno beso, que hace que me estremezca—.
—Mi dulce niña —Besa mi frente— te juro que siempre voy a cuidar de ti, no dejaré que nadie te dañe —Vuelve a abrazarme—.
Su mano sujeta la mía y me lleva cerca de la laguna para contemplar el paisaje, que a pesar de estar oscuro luce magnífico. Observo a mi chico sacar una pequeña caja de su chaqueta y abrirla frente a mi, la misma contiene un anillo con una piedra de color lila, que coloca en mi dedo anular.
—Es un anillo de promesa —Me explica y entrelaza su mano con la mía— nunca voy a soltarte Abril, juntos por siempre.
—Juntos por siempre —Replico juntando su frente con la mía—.
Un beso sella nuestra promesa, una promesa que podría hacernos vivir el amor más intensos de nuestras vidas, o el más cruel de los infiernos.
Regresamos con los demás y nos quedamos un par de horas disfrutando de las historias de terror, que los chicos cuentan, aunque a las tres de la madrugada optamos por regresar a casa.
Mis labios buscan con desesperación sus besos al llegar a mi habitación, mientras mi piel clama por esas tiernas caricias que despiertan la pasión de mi cuerpo y me llevan a entregarme a quién mi corazón a elegido, como el amor de mi vida, Alexian.
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ALEXIAN "Lo Bizarro Del Amor"
RomanceEra todo aquello con lo que nunca soñé, era oscuridad, era maldad, era esa mezcla exquisita de locura y placer que pocas veces podías conocer, capaz de poner mi mundo de cabeza y de llevarme ha desear lo prohibido, con él podía pasar esos límites qu...