Capítulo 26 "Arrepentimiento"

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Las clases terminan y yo respiro aliviada, ha sido una semana dura y necesito descansar, he llamado a mi padre para saber cómo va todo, hoy tendrá un día difícil, solo espero que se haga justicia con él.

Salimos de la escuela y no tardó en ver el auto de mi chico parqueado fuera, está esperando por nosotros, me acerco feliz de verlo y me apresuró a enredarme en sus brazos recibiendo como respuesta un beso.

-¿Lista para irnos Caramelito? -Pregunta acercándome a su cuerpo-.

-Sí ¿Dónde iremos?

-Primero a comer algo, luego iremos a la colina, haremos una fogata y contaremos algunas historias de terror, y luego te llevaré a tu casa ¿Te gusta la idea?

-Me en encanta -Sonrió subiendo al auto y tomando su mano-.

En los meses que llevamos juntos, he aprendido muchas cosas de Alexian que han hecho que me enamoré perdidamente de él, es un chico muy protector que siempre cuida de mí, no como si me considerara un objeto de su propiedad, sino como lo hace una persona que protege a quien ama, cuando estoy con él me siento segura.

Salimos del restaurante luego de comer algunas hamburguesas y nos dirigimos hasta el lugar que ha indicado Alexian, hay varios chicos ahí que saludan con él, lo más seguro es que sean compañeros de su universidad.

-Hola, hola -Escuchó decir a mis espaldas, una chica se acerca- que bueno que viniste -Dice saludando con un beso en la mejilla a mi chico-.

-Hola Rose -Contesta Alexian y ella pronto sonríe-.

-La fiesta es por acá -Señala un lugar donde se encuentra reunidos varios chicos- así que vamos -Lo toma del brazo intentando llevárselo, pero el no se mueve-.

-No he venido a la fiesta -Aclara- mis amigos esperan del otro lado.

-No seas aguafiestas Alexian, es viernes debemos divertirnos, tu amiga también puede venir -Me mira-.

-Es mi novia, no mi amiga -Rectifica-.

-Da igual, lo que sea -Contesta sin importancia- vamos -Vuelve a jalarlo y en un acto involuntario aprieto la mano de Álex haciendo que volteé a verme-.

No -Insiste- tengo otros planes.

-Que aburrido eres, ten -Le ofrece una cerveza- no te insistiré más si te la tomas y bailas aunque sea una canción conmigo, claro, si tu novia te deja -Lo molesta y no puedo evitar sentirme molesta con el comentario que ha hecho-.

-No bebo cuando conduzco -Comenta- y el baile no se me da, soy pésimo en eso.

-O tal vez solo le tienes miedo a tu novia -Le guiña un ojo divertida y lo único en lo que puedo pensar es en si la piedra que tengo en frente sería suficiente para partirle la cabeza-.

-No se trata de miedo, se trata de respeto -Le deja en claro- he venido con mi chica porque quiero pasar tiempo con ella y no pienso cambiar mis planes -Finaliza sin darle opción a replica-.

La cara de la chica me hace saber lo mucho que le ha disgustado la respuesta de Alexian, y aunque intento mantener mi seriedad, no puedo evitar sonreír por la respuesta que le ha dado.

Caminamos hasta donde están Adam y Cristine, hay una fogata y algunas botanas que los chicos han traído, saludamos con los chicos y tomamos asiento, hace frío y el calor del fuego junto con el café, ayuda a apaciguarlo.

Pasamos un par de horas hablando y contando historias de terror, que consiguen helarme la sangre, aunque al final es el sueño, el que termina por vencerme.

-Hora de ir a casa Caramelito -Me despierta mi chico cubriéndome con su chaqueta-.

-Nosotros nos quedaremos un poco más -Anuncia Lucas-.

-Esta bien, por favor Adam, llévalos a casa.

-No te preocupes, yo lo hago.

Nos despedimos y vamos a casa, escuchar las historias que han contado los chicos me tienen algo paranoica, y solo espero que Alex se quede conmigo y me haga compañía.

-Listo Caramelito, sana y salva, nos vemos mañana.

-¿Mañana? -Lo cuestionó deseando que no se vaya-.

-Sí, mañana -Besa mi frente y se despide, pero yo lo detengo-.

-¿No te quedarás? ¿Me dejarás sola?

-¿Quieres qué me quede? -Abraza mi cintura-.

-Sí -Lo beso rodeando su cuello con mis brazos, invitándolo a entrar-.

Subimos a la habitación y no a dormir precisamente, hace tiempo ya que Alex y yo mantenemos intimidad, si bien es cierto que no hemos tenido sexo del todo, las caricias atrevidas y los juegos que logran hacernos experimentar ese placer que las relaciones sexuales pueden darte, son una parte de nuestra relación que disfruto mucho.

-Mi dulce Caramelito -Exclama Alex besando mi cuello mientras sus manos buscan mi piel-.

Mis dedos se hunden en su cabello y lo acerco a mis labios en busca de sus besos, hoy nuestra noche promete ser larga y yo estoy dispuesta a disfrutar cada segundo de la misma.

OLIVIA

Había parqueado el auto cerca de la casa de Lucas para esperarlo, necesitaba hablar con él, necesitaba disculparse por lo que pasó, aunque sus planes se vieron arruinados cuando lo vio llegar con una chica que desesperada lo besaba mientras él intentaba abrir la puerta para entrar.

La estupidez del momento en mezcla con sus celos la llevó a bajarse del vehículo y armar un escándalo, no le gustó para nada verlo con otra.

-¿Qué significa esto? -Le reclamó furiosa alejando a la joven-.

-¿Disculpa? -Preguntó Lucas incrédulo de su actitud-.

-¿Ahora me engañas con esta?

-¿Engañas? -Interrumpió la joven sin entender- ¿Esta chica es tu novia?

-Sí -Se apresuró a responder Olivia, pero Lucas lo negó-.

-No, no lo eres, te recuerdo que dejaste muy en claro que entre los dos nunca pasó nada, así que deja de armarte películas en tu cabeza, que tú y yo no somos ni seremos nada, así que vete de aquí -Exigió entrando a la casa y cerrándole la puerta en la cara, no quería saber nada de ella-.

Volvió a su auto y se quedó ahí con la esperanza de que Lucas desistiera de estar con la chica que había metido en su casa, pero no fue así, pasó una hora antes de que ella se diera por vencido y abandonara el lugar, Lucas pasaría la noche con otra mujer.

Las lágrimas humedecieron su rostro y su mente no dejaba de atormentarla con lo que esos dos estarían haciendo mientras ella sufría y se sentía traicionada, ahora entendía lo que debió sentir Lucas aquel día que lo humilló frente a toda la escuela.

Pero su sufrimiento apenas comenzaba y el perdón de Lucas era muy lejano, el miedo por no poder estar de nuevo con él, pudo con ella, llevaba años enamorada de él, pero el temor al que dirán, la hizo obligarse a negar sus sentimientos con tal de poder
pertenecer a un grupo superficial, que siempre humillaba a los demás.

ALEXIAN "Lo Bizarro Del Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora