[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]

Parte 10

Hola! les dejo otro cap. Aquí retomamos una parte de la trama de Leslie y Karla (las dos alumnas de Nora), así que espero que les guste y se note que su comportamiento es propio de chicas de su edad xD. Saludos

Capítulo 10

Leslie estaba en problemas. Era incapaz de dejar de mirar a Karla jugar al baloncesto con su coqueto uniforme de educación física. Los últimos días, su amistad con la niña más linda de todos los terceros no había hecho más que fortalecerse: almorzaban juntas y hacían las tareas en equipo; chismeaban y criticaban a las pendejitas del 3B que no paraban de burlarse de ellas.

Los maestros decían que ellas eran como uña y mugre; y eso ocasionaba que Leslie pasara gran parte del tiempo embobada en lo bello que sería poder salir con Karla, mirarla a los ojos y besarla en esa boquita que no tenía necesidad de usar brillo labial.

En la escuela, tanto las chicas como los chicos podían elegir entre pants deportivos o shorts con los colores azules y negros de la institución, y según datos recabados por la propia Leslie, sólo las niñas más atrevidas, con las hormonas a tope, elegían los shorts porque sabían el deseo que provocaban en sus compañeros y al mismo tiempo, era una especie de competencia para saber quién tenía el mejor culo o las piernas más sexis.

Sin embargo, a Karla no le importaba lo que los niños pensaran de ella. Se centraba en presumir sus habilidades con la pelota e iba de un lado a otro robándole el balón a sus rivales, saltando más alto que cualquiera con esos minúsculos shorts.

—Increíble —dijo Erika, la profesora de educación física. Tenía veintisiete años y, según Leslie, era la maestra más guapa que había visto en sus quince años de existencia—. Creo que voy a proponer a Karla para el equipo escolar.

—¿Verdad que es muy hábil? —Preguntó Leslie, encantada al escuchar la noticia.

—Bastante —Erika revisó su cuaderno—. Sobresale en todos los ejercicios que le pongo. Es flexible, corre a buen ritmo y está en su peso ideal.

—Sí, es muy guapa además —añadió, ganándose una miradita pícara de Erika.

—¿Por qué no le dices que te gusta?

—No creo que me haga caso —suspiró la muchacha. La maestra Erika era una de las pocas personas que sabían sobre su gusto por las chicas—. Somos de mundos distintos. Ella su una genio en todo y yo sólo soy buena haciéndome la vaga en la clase de matemáticas.

—Pues eso ya es bastante sorprendente —dijo Erika con sarcasmo y le dio una palmadita en la espalda—. No sé por qué te cuestan tanto las matemáticas. ¡Son fáciles!

—¿Usted sabe dividir polinomios?

Erika se sonrojó y se puso de pie para tocar el silbato.

—¡Buen juego! Pueden sentarse. Le toca jugar al otro equipo.

La entrenadora se marchó para organizarlos. Eso dejó la banca sola y Leslie no perdió tiempo de ponerse a saltar.

—¡Karla! ¡Karla, aquí!

Karla caminó hacia ella, jadeando por el esfuerzo de haber corrido sin parar. Leslie no perdió de vista el coqueto tambaleo de sus pechos debajo de la blusa. La imagen le arrancó un suspiro y se alegró de su gusto por las mujeres, porque sólo así podía gozar con la belleza de Karla.

—¿Me viste jugar?

—¡Claro que sí! —Dijo la niña y le dio su botella de agua.

Karla se la bebió de un sorbo y se tiró otro chorro sobre la cara. Eso causó que su camisa blanca descubriera el sujetador negro que llevaba debajo. Eso sin duda atraería la mirada de los chicos, que siempre estaban ansiosos por verles las tetas a sus compañeras.