Parte 52

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Hola! les dejo continuacion :D 


Capítulo 52

Audrey se relajó al sentir el suave pelaje de Bonnie contra la yema de sus dedos. Sonrió con dificultad y sus ojos se llenaron de lágrimas al saber que la perrita nunca volvería a correr como antes. Estaría confinada para siempre en una sillita de ruedas como si fuera una atracción de circo. La gente se reiría de ella cuando la sacara a pasear al parque. Además, tendría dolor moderado a leve por el resto de su vida. Era demasiado castigo para un ser tan inocente...

Y todo por culpa de un descuido de mierda.

—Tal vez hubiera sido mejor dormirla —dijo Lily, mirando desde el otro lado del cuarto—. Para que no sufra.

Audrey estuvo a punto de pedirle que cerrara la boca; pero como veterinaria, sabía que la chica tenía algo de razón. De no haber sido mascota suya, habría considerado terminar con su sufrimiento.

—No puedo. Bonnie significa mucho para Nora y para mí. Es como nuestra hija. La criamos juntas. ¿Nunca has tenido un vínculo tan profundo con un animal?

—Pues no —admitió la mujer—, y estoy mejor así. Me gustan las personas. Los animales no entienden el concepto de amor como lo hacemos los humanos. Ellos actúan por instinto y conveniencia.

—Te traumaron de niña ¿verdad?

Lily rio sin muchas ganas.

—Más o menos. Mi abuela prefería estar con su asqueroso chihuahua en vez de estar conmigo. Hasta le ponía pañal y lo sacaba en su carriola. ¿Quién crees que recibía los regalos de navidad? Una vez, la cabrona me partió la espalda con su sandalia sólo porque le pise la patita a esa rata fea.

Audrey apartó la atención de su novia y regresó sus pensamientos a Bonnie, y de repente, imaginó que no era un animal, sino una verdadera niña, y eso inevitablemente la llevó a pensar en cómo hubiese sido su vida si Nora y ella hubiesen seguido juntas. ¿Se habrían casado? ¿Habrían tenido una familia?

—Me voy —anunció Lily—. Tengo que tomar un vuelo. Volveré hasta el viernes.

—¿Te acompaño al aeropuerto?

—No, quédate con tu perrita. Ya me las apañaré.

—¿Qué te sucede? —Preguntó Audrey con el ceño ligeramente fruncido.

—No me pasa nada —mintió Lily. Se colocó el abrigo encima y tomó su bolso—. Salúdame a Nora cuándo venga.

Audrey entendió más o menos por qué su novia estaba portándose así; pero tal y como estaba su humor, lo más sensato era guardarse cualquier palabra que pudiera ocasionar una pelea. Ya trataría de arreglarse con Lily más tarde, cuando la situación se calmara un poco.

Una vez que la chica se fue, dejó a Bonnie descansar y se fue a su cuarto para tratar de dormir. Estaba cansada y triste. Sabía que su relación estaba yendo de mal en peor. Tenía un oscuro presentimiento y se empezó a preguntar si lo que tenía con Lily acabaría en corazones rotos.

No estoy lista para otro rompimiento.

Había sido decisión suya empezar una relación con Lily, y aunque lo había negado en su momento, tenía que admitir que sólo la había aceptado para tratar de llenar el hueco que Nora dejó en su corazón.

Con mucho dolor y toneladas de culpa, Audrey empezó a plantearse la idea de dejar a Lily y volver con Nora.

***

—¡Vaya cena! —Exclamó Nora una vez que llegó a la puerta de su casa. Tenía que admitir que se había divertido comiendo comida mexicana y tratando de seguirle el ritmo a los pasos de Jade—. Me duelen los pies de tanto bailar.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora