hola! les dejo cap de sabado, y mañana les traeré otro :D espero disfruten de este
Capítulo 57
Hacía tiempo que Nora no oía el chillido de las patas de una cama. Eso quería decir que la vida sexual de Jade era mucho más nutrida que la de ella, y que la base del colchón ya estaba en las últimas. Y podía entender por qué. Llevaba un buen rato tijereando con la maestra de física, y esta vez le tocaba estar arriba. Nora se deleitaba con el bamboleo de esos grandes pechos y al mismo tiempo, el roce acuoso de su sexo contra el de la mujer. Jade tenía una voz muy dulce y escucharla gemir y pedir más era... un orgasmo auditivo.
—¡Estás preciosa! —dijo Nora, sosteniéndole el muslo para acercarla más a ella. El cabello de Jade se derramaba sobre la funda blanca de la almohada, igual que una enredadera sedosa y perfumada.
—Tienes... un buen gusto —sonrió la mujer, que no perdía tiempo en sostenerse los pechos para que no le temblaran tanto. Su coño estaba empapado y se frotaba contra el de Nora con gran fuerza. Tiró el cuello hacia atrás y se mordió los labios.
De repente Nora sintió un dolorcito en la espalda que le hizo perder el ritmo. Se concentró en la música que sonaba en el estéreo y se percató de que la playlist de jazz sensual había vuelto a empezar. Esas fueron las señales de que llevaban un buen rato cogiendo, y que era el momento de detenerse. Cada una se había corrido lo suficiente y las sábanas ya estaban teñidas con la humedad de ellas dos.
Nora se hizo a un lado y se acostó junto a Jade. Las dos miraron hacia el techo, aspirando aire para recuperarse. En un punto, Nora esbozó una sonrisa de oreja a oreja y estiró las piernas que tenía entumecidas. Quería decirle a Jade que hacía tiempo que no tenía una sesión tan divertida y duradera, pero pensó que no sería apropiado porque no quería alimentar el ego de la mujer.
—¿Estás mejor? —Preguntó Jade, girándose hacia ella y subiendo una pierna sobre su vientre.
—¿No se me nota?
Jade le besó la frente salada y le acarició el cabello húmedo. Nora se pegó más a ella, como pidiéndole cariños. Jade entendió el mensaje y la acunó más cerca al tiempo que le comía la boca a besos lentos y hasta se tomaba la libertad de chuparle un poco la lengua. Un detalle que las volvía locas a las dos.
—Mejor tomamos un descanso —sugirió la sensual profesora de física.
—Sí. Nos estamos haciendo viejas para esto.
—Habla por ti. Yo estoy en buena forma. Podría continuar.
—Ni que esto fuera una porno. Yo necesito un descanso —Nora se sentó en el borde de la cama y estiró los brazos y la espalda—. ¡Auch! No me gustó esa posición.
—¿Cuál de todas?
—Donde me la chupaste y me hiciste girar toda la espalda. Ya no tengo la flexibilidad de una quinceañera.
—Pero hice que tus rodillas tocaran tus tetas. Decías que sería imposible.
—Cállate —rio Nora. Aquello había sido divertido y la paz que sentía la puso reflexiva.
Miró la ventana que daba hacia la noche y pensó en el mundo que había afuera y en lo cruel que podía ser. En las experiencias que había sufrido hasta este momento y, de repente, se dio cuenta de que ya no eran tan dolorosas.
Emma tenía razón: estaba estabilizándose y superando sus peores crisis existenciales. Haber disfrutando del sexo con otra mujer diferente a Audrey era la prueba de que había dado vuelta de hoja.
ESTÁS LEYENDO
[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]
RomansaNora es una dedicada maestra de ciencias que siempre trata de verle el lado positivo a las cosas, a pesar de las muchas dificultades que hay en su vida y su trabajo. Cierto día, se encuentra a una perrita de la calle y decide llevarla al consultori...