Parte 27

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Hola! disculpen tanta tardanza, problemas de salud. Mis riñones vinieron fallados los cabrones  y me dan problemas contantemente. Como sea, les traigo un cap y prometo que a partir de ahora serán mas frecuentes porque ya estoy mejor :D 

Capítulo 27

Durante las siguientes cuatro semanas, Nora intentó pasar más tiempo en La Siembra, usando como excusa que el autobús que usaba para volver de su trabajo pasaba exactamente delante del negocio. Le gustaba tomarse el tiempo para pasear por la tienda, escoger frutas y verduras para llevárselas y, de vez en cuando, cruzar alguna que otra conversación casual con Stacy o con Edgar. Escuchaba las charlas entre padre e hija, intentando imaginar cómo sería aquella vida de la que ella jamás podría formar parte, pues no estaba segura de querer revelarles su identidad y la relación de sangre que los unía

Un viernes cualquiera entró normalmente al negocio para comprar ingredientes para la cena. Pensaba cocinarle a Audrey un delicioso arroz chino y necesitaba calabacitas y algunas zanahorias en su punto. Se suponía que sería una sorpresa porque, bueno, Audrey era uno de los pilares más fuertes en los que Nora se podía apoyar y sabía que mantener contenta a su chica implicaba prepararle de comer.

Al entrar al negocio, algo más le llamó la atención: un portabebé azul que estaba sobre el mostrador. Había un niño de meses, envuelto en un mameluco gris con dibujos de lunas y estrellas, y sostenía en su mano una sonaja colorida que no paraba de agitar.

—¿Hoy qué vas a llevar? —Preguntó Stacy, que estaba colocando los refrescos en la nevera.

Nora se pasó el cabello detrás de las orejas y se aclaró la garganta.

—Haré comida china. Vine a surtirme de verduras.

—Suena bien —dijo Stacy, asegurándose de que cada botella de Coca-Cola estuviese orientada hacia el frente.

—¿Es tú bebé? —Preguntó Nora con una sonrisa simpática.

—Sip —respondió Stacy. Se limpió las manos en su mandil y se acercó al mostrador—. El pequeño Henry. Lo traje un ratito para que se distraiga. Mi mamá es quien suele cuidarlo, pero hoy está en la clínica con mi papá.

—¿Qué le pasó a Edgar? —Preguntó Nora, tratando de que no se le notara mucho la preocupación.

—Es su corazón —contestó Stacy con las manos en la cintura. Lanzó un suspiro y se lo pensó un poco antes de contarle a Nora parte de lo que sabía. Al final de cuentas decidió que no tendría nada de marlo decirle parte del chisme. Después de todo, ella era una clienta que frecuentaba el negocio y al parecer, su papá le había tomado cariño—. Le van a hacer cirugía y necesita que lo revisen constantemente.

—No sabía que estaba mal del corazón.

—Ya es un hombre de edad —explicó Stacy. En ese momento, el bebé empezó a llorar y la mujer se apresuró a cargarlo.

—Lamento que esté así. Edgar es un señor de lo más amable.

—Sí. La gente de por acá le tiene mucha estima. Es como si siempre tuviera algún chisme qué contar.

—Él... él se pondrá bien.

—Gracias —asintió Stacy mientras le daba palmaditas a Henry en la espalda—. Mi papá te tiene cariño. Pregunta por ti cuando no vienes.

—¿En serio? —La confesión le sacó una sonrisa a Nora.

—Sí. Me dice "¿Hoy no vino la maestra?".

—Bueno —Nora se avergonzó—, es agradable estar aquí.

—Sólo somos una pequeña tienda de abarrotes. No tenemos nada de especial.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora