Parte 30

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Hola, les traigo otro cap relajante, de esos bonitos que purifican el alma cuando los lees  y te dejan la sensacion de "ahh quisiera una relación asi..." 


Capítulo 30

A Audrey le parecía gracioso e irónico lo que estaba haciendo en esos momentos. No era secreto que había tenido otras novias antes que Nora, y a todas ellas las había tratado con cierto grado de frialdad. Alguna que otra chica le había reclamado por su aparente falta de interés y su malhumor, como si no le importase nada de la otra persona. Pero Audrey sabía por qué hacía las cosas.

Involucrarse en la vida personal de sus parejas jamás había sido lo suyo porque no quería buscarse problemas. La vida le había enseñado a no meter su cuchara en sopa ajena porque podía verse envuelta en líos y preocupaciones innecesarias. Cada quien a sus asuntos, pensaba en ese entonces.

Y ahora estaba conduciendo a mitad de la noche para ir a buscar a su novia ebria y a su madre. No habría hecho eso por nadie más.

Bostezó y luego le dio un sorbo a su café caliente. Tarareó una canción y dio vuelta hacia la derecha para quedar sobre la calle donde estaba el bar.

Era la una y media de la madrugada y había estado dormida hasta recibir la llamada de Nora. Al principio, Audrey se enojó porque no le gustaba la gente bebedora; pero después recordó que esta había sido una ocasión especial y podía ser más flexible. Nora vivía bajo mucho estrés y una borrachera de vez en cuando era justa y necesaria. No podía enojarse con ella.

Estacionó el coche delante del bar y bajó los vidrios.

—¿Servicio de Uber?

—Ya, graciosa —dijo Nora y subió al asiento del copiloto.

Lourdes abordó en la parte trasera y apoyó la nuca en la cabecera del asiento.

—Ay, me siento muy mareada.

—Buenas noches, seño—saludó Audrey, mirándola por el retrovisor.

—Ah, hola. Gracias por venir.

—Un placer —dijo sin sentirlo realmente. Aunque no era asunto suyo, sentía una pizca de rencor por lo que esa mujer le había hecho a la familia de Nora. No le caía precisamente bien.

Audrey suspiró y volvió a la carretera. Puso música a volumen bajo y siguió tarareando para romper el silencio incómodo que predominaba en el coche. Miró a Nora de reojo y vio que estaba más o menos dormida.

—Mañana vas a tener una cruda... no quisiera ser tú.

—Ay, lo sé —se quejó la mujer.

—¿Quieres vomitar?

—No, amor. Estoy bien —dijo apretándose el puente de la nariz—. Hay que dejar a mi mamá en su edificio.

—¿Cuánto bebieron?

—Lo suficiente para ahogar las penas —declaró Lourdes—. No volveré a tomar en mi vida.

—Eso dicen siempre.

—¿Tú no tomas?

—Nop. Sólo una copita o un par de latas de cerveza de vez en cuando.

—Perfecto —Lourdes eructó—. Una mujer con carrera y sin vicios. No me conformaría con menos para ser la novia de mi hija.

Nora rio al escuchar ese comentario y Audrey se ruborizó un poco. Al menos se había ganado la simpatía de esa mujer. Punto a su favor. Hasta ese momento había creído que el rechazo de Lourdes era algo que preocupaba a su novia.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora