Parte 41 - Tercera Parte

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Hola! antes de lo planeado, les dejo el inicio de esta tercera temporada :D espero la disfruten y comenten mas, que han estado bien apagadas jeje


Capítulo 41 Tercera Parte

—¡Y no lo vas a creer! —Exclamó Lily con fingida indignación. Casi aporreó su vaso de refresco y le dio una generosa mordida a su hamburguesa. Se apresuró a tragar y se dio unos golpecitos en el pecho para que pasara la comida.

—Con cuidado —sonrió Audrey, sorprendida por el apetito voraz de la mujer.

—Saqué diez en química durante todo el semestre, en cada examen y en cada práctica, pero justo al final obtuve un nueve, y la maestra me puso una notita que decía "Esperaba más de ti".

—No fue muy justo ¿verdad?

—Nada justo —Lily suspiró con melancolía—. Me la pasé de malas el resto del año. Fue como si todo ese esfuerzo hubiese valido un cacahuate. ¿Por qué la gente se fija más en tus errores y menos en tus logros?

Audrey suspiró y mordió un pedacito de su papa frita. Aquella era una buena pregunta que invitaba a la reflexión. También le hizo recordar lo mucho que ella había sufrido con sus maestros de la facultad.

—Creo que es una ley de la vida: se te recordará por las leyes quebrantadas, no por las obedecidas.

—La vida es una mierda, a veces —dijo Lily y luego sonrió. Se limpió los dedos con una servilleta y sujetó las manos de Audrey—. ¿Estás bien? Te noto muy apagada.

—Sólo pensaba en mis tiempos en la facultad de veterinaria. Ha pasado tanto tiempo que me preguntó qué habrá sido de mis compañeros. ¿Será que todos ellos pudieron ejercer o se quedaron a medias?

—Ni idea —dijo Lily—. Algunos de mis amigos de la Facultad de Química terminaron trabajando como cajeros de supermercado. La verdad es que no hay mucho donde laburar hoy en día. Tengo que agradecer lo que tengo.

—¿Y lo amas? —Audrey volvió a sonreír mientras acariciaba las manos de Lily con sus pulgares—. Te la pasas examinando la sangre, popó y orina de los pacientes.

—Eh, eso endurece el estómago —dijo la chica y ladeó la cabeza. Lily era una mujer de apenas veintisiete años, bastante linda como para hacer que Audrey se sintiera un poco superficial por haberla elegido como su siguiente pareja después de su último rompimiento. Tenía el cabello castaño y lacio, con una hermosa carita de ojos risueños, labios rosados y ojos expresivos y azules como las hortensias—. Además, me gusta lo que hago. Es un laboratorio clínico para gente de pocos recursos. En los hospitales privados te cobran lo que vale un riñón con tal de sacarte un poco de sangre.

—Cuando disfrutas lo que haces, deja de ser trabajo.

—Amo la química —admitió la mujer—. Desde que me regalaron ese juego de Mi Alegría, decidí que me convertiría en algo así como una científica loca y que haría veneno para todos mis enemigos.

—Supongo que lo bonito de ser química, es que puedes envenenar a alguien sin que se dé cuenta.

—Y de pronto me pintas como la villana de la historia —Lily jaló las manos de Audrey y le dio unos besitos en los nudillos—. ¿Te vas a comer el resto de tus papas fritas?

—Sí, por eso las ordené.

—Esperaba que dijeras, "no, hermosa Lily, ten. Son para ti".

—Eh, que llevemos cinco meses saliendo, no significa que ya voy a darte de mi comida —Audrey se inclinó sobre la mesa y le dio a la chica un beso de piquito en los labios—. Anda, pongámoslo para llevar y vámonos de aquí.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora