Capítulo 23
Emma se asomó por la ventana que daba a la calle y suspiró al ver que Nora bajaba del coche de Audrey. La doctora venía tras ella, tomándola de la mano y platicando sobre quién sabe qué cosa que le causaba a Nora unas risas bastante tiernas.
A Emma le gustaba ver feliz a su hermana, y de ser posible, le hubiese gustado no ser la mensajera de lo que posiblemente serían malas noticias. Aun así, era su deber comunicarle sus hallazgos e hizo acopio de fuerza de voluntad para encararla.
Se sentó en el sofá y esperó a que Nora y su novia entraran a la casa.
—Llegaste tarde —comentó con una sonrisa amable.
—Audrey me invitó a comer.
—¡Qué bien! No cociné nada. Pensaba pedir a domicilio.
—¿Papá no ha llegado?
—No —contestó Emma, pasándose una mano sobre el cabello—. Llamó y dijo que se iba a quedar a unas juntas con la empresa. Está echándole ganas para que lo asciendan.
—Mejor en el trabajo que en la cantina —dijo Nora—. Voy a darme un baño. No tardo.
Nora subió por las escaleras y dejó a Audrey en compañía de Emma. Las dos mujeres se miraron durante unos segundos y luego Emma la llamó a la cocina.
—¿Quieres tomar algo?
—Agua helada —pidió Audrey.
Emma abrió el refri y sintió satisfacción al ver que, contrario a lo que era hacía algunos meses, esta vez no había latas de cerveza guardadas. Era una prueba de que Victor estaba haciendo lo posible por cambiar y ser una mejor persona. Ojalá Lourdes hubiera tenido un poco más de fe en él.
Le dio el agua a Audrey y luego abrió la alacena que estaba junto a la estufa. Sacó un sobre de manila y se sentó delante de la novia de su hermana.
—Mira, aquí tengo los resultados de la prueba de paternidad que le hice a Nora. Ella ya te contó ¿verdad?
—Sí —Audrey se puso seria—. ¿Qué dice?
—No lo sé. No la he abierto. Pensaba dárselo en la noche, pero ya que estás aquí, podrías ayudarme en caso de que sean malas noticias ¿verdad?
Audrey asintió. No era una tarea que le gustase mucho, porque nadie quería que Nora sufriera, pero era necesario saber la verdad, entender si lo que había dicho Lourdes era cierto.
Las dos mujeres sintieron la adrenalina en cuanto Nora bajó con una expresión tranquila en el rostro y se sentó con ellas.
—¿Qué pasa? ¿Por qué tan serias?
—Estos son los resultados del laboratorio —Emma le dio el sobre—. No los he abierto.
—Oh... —Nora agarró el sobre, se relamió los labios y se aclaró la garganta. Su pie empezó a dar golpecitos en el suelo y una parte de su cabeza empezó a dolerle—. Supongo que... serán buenas noticias.
—Nada cambia entre nosotras —aseguró Emma, tomándola de la mano—. Tampoco cambia lo mucho que papá te quiere. Eres su hija.
—Eso último no lo puedes saber.
—Tratemos de ser más positivas —dijo Audrey.
Nora asintió, tomó aire y abrió el sobre. Sacó el papel y leyó. Le tomó sólo unos segundos descubrir la verdad, y tras hacerlo, exhaló lentamente y dejó el papel sobre la mesa. Sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas y, después de que su mundo se viniera abajo, se disculpó con todas y huyó de la cocina.
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[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]
RomanceNora es una dedicada maestra de ciencias que siempre trata de verle el lado positivo a las cosas, a pesar de las muchas dificultades que hay en su vida y su trabajo. Cierto día, se encuentra a una perrita de la calle y decide llevarla al consultori...