Parte 56

290 42 54
                                    


Hola! les dejo continuación 

Capítulo 56

¿Así que te fuiste de ahí? —Preguntó Jade y le dio un pequeño sorbo a su cerveza. Se aguantó un eructo y resopló—. No conozco a la tal Samantha, pero me está cayendo mal.

—Tiene cara de culo —dijo Nora. Guardó silencio durante unos momentos y contempló el ambiente del bar. Estaban en uno tranquilo, con música ligera y algunos cuantos clientes dispersos en mesas alejadas entre sí. Las luces eran tenues y no había gritos ni bailes. No era el típico ambiente de fiesta que Nora acostumbraba visitar cuando quería ponerse loca—. Gracias por escucharme. Me hacía falta.

—Descuida —Jade le acarició la espalda—. Una cerveza y una charla con una amiga, y se te reinicia la vida.

—No sé por qué le caigo tan mal a esa mujer. Bueno... sí sé: soy el producto de una infidelidad. Entiendo que no le agrade, pero ¿qué culpa tengo? No es mi problema ¿sabes?

—Tal vez tiene miedo —sugirió Jade—. Le asusta que tu presencia pueda dañar a su familia. Yo me sentiría igual si supiera que mi papá tuvo una hija con otra mujer.

—¿Entonces yo soy la del problema?

—No, no, no. Al contrario. Ella es la del problema. Stacy al menos fue lo suficientemente madura como para tomarse el tiempo de conocerte. Oye, mírame.

Nora lo hizo, y se dio cuenta de que Jade tenía una expresión muy seria.

—Eres una cabrona, y las cabronas no se ponen a llorar sólo porque la hermana mayor las mandó al carajo. Yo digo que te enfrentes a Samantha en vez de correr de ella.

—Si lo hago, provocaré un drama y no quiero darle problemas a Edgar.

—¿Entonces? ¿Te quedarás de brazos cruzados? ¿Por qué no le confiesas de una vez a Edgar quién eres tú? Estoy segura de que lo entenderá. Al menos díselo en secreto. Que sea sólo entre los dos. Nadie más tiene por qué saberlo.

Nora se quedó callada mientras barajeaba esa posibilidad. Ya había convivido mucho con Edgar y podía asegurar que él no se molestaría, aunque sí que le causaría un gran impacto. La pregunta era si sería capaz de quedarse callado.

—Lo intentaré —resolvió con decisión y tomó otro sorbo de cerveza.

—¿En serio?

—Sí. Le diré a mi papá quién soy, y veremos cómo se ponen las cosas.

—Más te vale conservar ese valor de aquí a cuando se lo digas.

—Es por mi bien —dijo Nora e hizo un gesto de desprecio—. A la mierda con lo que pase con Samantha. No tengo la culpa de los errores que Edgar y mi mamá cometieron.

—Así se habla —Jade se levantó de su silla—. Oye... ¿y si vamos a mi casa a seguir bebiendo?

Nora rio y apoyó la mejilla en una mano.

—Ambas sabemos cómo acabará.

—¿Qué te hace pensar que quiero sexo?

—¿Quién estaba hablando de sexo?

—Vale, me atrapaste —sonrió Jade—. Es sólo que andaba con ganas y... ya sabes. Estoy cansada de jugar con mi dildo.

—¿Tú te masturbas? —Preguntó Nora con sorpresa—. ¿Tú, la sensual y alegre profesora de física necesita de un pedazo de plástico para encontrar placer? Pensé que podías conseguir a la chica que quisieras.

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora