Capítulo 2
Nora mantuvo la taza humeante entre las manos para que el calor del chocolate la hiciera sentir mejor. Bebió un pequeño sorbo y miró de reojo a la doctora Audrey Burton, que estaba en el sofá comiéndose una dona con azúcar. Tenía las piernas cruzadas y estaba bien concentrada en la televisión.
Era demasiado amable. Nora no podía entender por qué tanta atención siendo ella una desconocida que había llegado así como así. Audrey ni siquiera le había preguntado si tenía dinero para pagar por la atención de Bonnie, y francamente, Nora estaba corta de fondos.
Una canción romántica empezó a sonar en la película. Nora apartó la atención de la mujer y se concentró en la pantalla. Era una película antigua a blanco y negro y con actores que seguramente ya habían pasado a mejor vida.
—¿Te gusta esta clase de pelis? —Preguntó la maestra para hacer plática.
—Bastante. No soy muy fan del cine de acción.
—¿No te van las pelis de Marvel?
—Para nada —dijo estirando los brazos—. No tuve infancia. Mis papás nunca me dejaron leer comics. Decían que eran cosas del diablo.
—¿Eran religiosos?
—Más o menos —admitió Audrey y le vino un recuerdo efímero de cómo había sido su infancia y las cosas que había tenido que hacer sólo por disciplina y complacer a sus papás.
Nora pensó que tal vez estaba molestándola, así que decidió permanecer callada. Era imposible que se sintiera cómoda en aquella situación. Echaba de menos la calidez de su propia recámara y todo en lo que podía pensar, era en que la lluvia amainara para poder irse de ahí.
—Tengo que hacer una llamada —dijo Nora.
Se levantó del sillón y buscó su teléfono en su bolso. Apenas tenía batería suficiente. Maldijo para sus adentros por haberse distraído y no ponerlo a cargar antes de salir.
Sólo podía hacer una llamada, y se la dedicó a su hermana menor.
—Emma ¿está papá en la casa?
—Sí —susurró la chica—. Ya sabes cómo.
—Ebrio.
—Hasta el culo. Preguntó por ti. Mamá le dijo que saliste y se molestó.
—¿Está peleando con ella?
—Ya no. Mamá se fue con la vecina.
A Nora le dio dolor de estómago imaginarse la discusión entre sus padres. Últimamente peleaban mucho y nadie en la casa sabía qué hacer para remediar la situación. Jamás habían llegado a los golpes, pero los gritos eran más que suficientes.
—¿A qué hora vienes?
—En un rato estoy allá. ¿Crees que papá quiera tener una mascota?
—¿Mascota? —Rió Emma—. ¿Ya olvidaste que un perro lo mordió y desde eso juró que no tendría animales en la casa?
—Ugh, sí, recuerdo eso.
—¿Por qué la pregunta?
—Sólo curiosidad —dijo cambiando el tema—. Te veo al rato.
Terminó la llamada y se dio la vuelta, preocupada por su papá. El hombre era diabético y eso no parecía importarle al momento de irse por sus cervezas.
Guardó el teléfono y miró por la ventana. La lluvia empezaba a disminuir y decidió que era momento de volver. No quería hacerlo, pero tampoco podía dejar a su familia sola. Necesitaban de ella porque, bueno, era la que ganaba más dinero, la que se esforzaba por que las cosas funcionaran y la que había crecido con un fuerte sentido de la responsabilidad.
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[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]
RomanceNora es una dedicada maestra de ciencias que siempre trata de verle el lado positivo a las cosas, a pesar de las muchas dificultades que hay en su vida y su trabajo. Cierto día, se encuentra a una perrita de la calle y decide llevarla al consultori...