Parte 24

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Capítulo 24

Los problemas de Nora empezaban a afectar el humor de Audrey por mucho que esta intentara mantenerse neutral. No podía simplemente hacer de la vista gorda y mirar hacia otra dirección. Amaba a Nora y sólo quería su bienestar, que la vida la recompensara por todo el esfuerzo que ella ponía a su trabajo y a su vida, pese a las dificultades económicas y familiares.

Supongo que todos tenemos nuestros problemas pensó mientras comía un helado de coco que había comprado a un vendedor delante de la escuela. Sin embargo, y viéndolo de manera general, Audrey no tenía problema alguno.

Económicamente le iba bien, trabajaba en casa, no tenía lazos cercanos con su familia porque ellos vivían lejos y hasta antes de conocer a Nora, su única preocupación con respecto a la gente era en hacer un buen trabajo en su clínica veterinaria. Ni siquiera había tenido que preocuparse por su vida sexual, porque Amira y Morgan siempre estaban dispuestas a acostarse de forma casual sin perjudicar la amistad que llevaba uniéndolas desde hacía años.

Audrey había aprendido a ser feliz sola y se había sentido realizada. Eso, desde luego, no significaba que no quisiera a Nora en su vida. Sentía que ella era el complemento que necesitaba y que estos últimos meses habían sido de los mejores; y si un poco de insomnio y preocupaciones eran el precio a pagar con tal de seguir disfrutando de la presencia de esa mujer, entonces estaba dispuesta a seguir adelante con su relación.

El problema no era entre ellas, sino con el mundo y la gente que las rodeaba. Eran ellas dos peleando contra los demás.

Vio a Nora caminar entre los alumnos que salían apresurados de la secundaria, y a diferencia de ocasiones anteriores, Nora no parecía alegre por haber terminado el turno. Caminaba cabizbaja como si no le importara a donde la llevaran sus pies. Tenía el cabello desarreglado y había olvidado maquillarse porque su rostro carecía de color alguno.

—¿Otra vez aquí? —Preguntó Nora con una media sonrisa—. Gracias, pero tu clínica...

—Hoy no tenía consultas. Sube.

Nora rodeó el coche y subió al asiento del copiloto. Lanzó su bolso a la parte de atrás y se colocó el cinturón. Audrey encendió el aire acondicionado, puso música y volvió a la carretera.

—¿Mal día? —Preguntó para hacer charla.

—No tienes idea —suspiró Nora—. Olvidé mis planeaciones didácticas y hoy tuve supervisión de clase. Entraron la directora y el asesor técnico pedagógico. Los alumnos se comportaron como un montón de niños de prescolar y dos chicos se agarraron a golpes en mi clase porque uno le tiró una bola de papel con saliva a otro.

—Mierda...

—No he comido y me arde el estómago. Estoy mareada. Los ventiladores del salón se quemaron por la tormenta de ayer así que estoy toda sudada, pegajosa y asquerosa. Lo único que quiero es llegar a casa, comer y tirarme a la cama.

—Pues eso vamos a hacer —prometió Audrey, golpeándole la pierna con suavidad—. ¿Quieres pasar el resto del día conmigo o te llevo a tu casa?

—Contigo —Nora intentó sonreír—. Tu cama es más cómoda y tienes aire acondicionado. Además, ya tengo mucha ropa mía ahí así que...

—De acuerdo. Yo tengo una castración de un gatito a las cuatro de la tarde, así que andaré algo ocupada con eso.

Nora miró el perfil de su novia durante unos segundos y sintió que algo se quebraba

—Audrey, amor, no tienes... no tienes que salirte de la clínica para venir a buscarme. Digo, eh... es tu trabajo y yo...

—Eres mi novia —Audrey le echó un rápido vistazo y volvió la vista al frente—, tu bienestar es una de mis prioridades. Mi trabajo puede esperar un poco por ti ¿de acuerdo?

[Terminada] Lo que Amo de Ti [Historia Lésbica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora