«Lo que alguna vez fue un hogar»
Temblaba mientras su mano se alzaba en el aire, jadeos escapan de sus labios y dio todo de sí para no ceder a la presión que amenazaba con tumbarla al suelo. Sus rodillas parecían gelatina y probablemente todos en el cuarto se burlaban de ello, pero siendo honesta, a Seina le importaba poco; estaba tan centrada en sus propias manos y en lo que estaba a punto de hacer que no tenía tiempo para sobre-pensar acerca de cada detalle en la habitación.
Sabía que debía dejar las cosas como estaban, que no debía involucrarse e investigar sobre el padre de Shino, que debió haber ignorado todo y seguir normalmente con su vida para que no hubiera consecuencias.
Su abuelo sabía todo lo que pasaba en Konoha, ¿cómo pudo pensar que no se enteraría de su búsqueda al ir a la biblioteca?
—No es educado hacernos esperar, Seina —La voz de Danzō sonaba impaciente, pero con un deje de burla que provocaba náuseas.
—¡No los escuches! —exclamó el hombre frente a ella.
Era tan parecido a Shino que dudaba ser capaz de hacer lo que su abuelo le ordenó. Tenían los mismos ojos y el mismo cabello en punta, pero ese hombre era mucho más expresivo que su hermano menor.
—Seina, tienes que recordarme —suplicó de nuevo y la pelinegra hizo lo posible por no reflejar sus emociones.
Es que solo podía ver a Shino en lugar de a Mushiro, solo podía ver que alzaba su mano dispuesta a asesinar a una versión mayor de su hermanito y, de ser posible, el temblor en su cuerpo debido a las torturas anteriores aumentó.
Mushiro, arrodillado ante ella solo le suplicaba que no hiciera caso a Danzō y murmuraba miles de disculpas que Seina no entendía ni tenía ganas de comprender.
Estaba sofocada, podía escuchar cada movimiento a su alrededor y sonaban tan fuertes aquellos ruidos que quiso desaparecer para no volver a oírlos nunca. Y en su mente solo pasaba el pensamiento de hacer que se callaran, de hacer que Mushiro se callara y no entendía porqué sentía resentimiento hacia el hombre que solo le suplicaba piedad en lugar de a su abuelo que la estaba obligando a hacer algo que no quería o su padre, que estaba un par de metros alejado y observando la escena con el mayor de los placeres.
—Seina... —pidió una vez más con la voz más afligida que pudo escuchar y aunque su vista estaba desenfocada por las lágrimas que amenazaban salir, se las arregló para mirarlo bien una vez más.
Estaba demacrado, sus huesos se remarcaban de una forma insana a través del uniforme de reo, también tenía varias heridas abiertas y un par de más que estaban infectadas probablemente por el tiempo sin tratar y la exposición en ese asqueroso sitio. Seina trató de consolarse pensando en que Mushiro no sobreviviría mucho tiempo, que solo estaba acelerando el proceso.
¿Pero cuántos años llevaba allí? Porque desapareció después de la muerte de su madre, ¿qué tanto habrá tenido que soportar en esa pocilga? Sin ver la luz del día, sin una comida decente y sufriendo las torturas que se volvieron rutina.
Y Mushiro no hacía más que sollozar, provocando en Seina un disgusto que nunca había sentido antes, también repulsión por esos sentimientos, porque podía ver lo mucho que su corazón odiaba a Mushiro y no sabía la razón. Trataba de hallarla, buscar una excusa para que su mano bajara y dejara de amenazar a Mushiro, pero no podía ver más allá del arrepentimiento en los ojos ajenos, una emoción que comenzaba a arrastrarse bajo sus uñas y le daba malestar.
Todo su ser dolía, ¿y si hacía caso de una vez para poder irse?
—¿Lo harás? ¿O prefieres continuar donde lo dejamos? —Danzō volvió a hablar, el cuerpo de Seina tembló más de ser posible.
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𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚
Fanfiction«Lo mío no es un dulce sueño, es una realidad; te voy a superar, Uchiha» ╔═══════════════════════╗ No todo en la vida es tan malo y Seina no lo sabe, pero Shisui se encargará de que lo aprenda. ╚══════════════...