𝐪𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞

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«Supongo que es la genética»

Aunque le prometió a Seina que solo estarían sus padres, no pudo saber que era mentira.

En cuanto entraron a la casa fueron recibidos por un coro de risas y voces, quienes se callaron por el ruido de la puerta y la presencia de tres nuevas personas.

Fugaku Uchiha, el líder del prestigioso clan estaba allí junto a su familia.

—Seina-san, es un gusto verte de nuevo —La saludó Mikoto Uchiha mientras se levantaba para recibir a ambos adolescentes y al infante.

—El gusto es mío, Uchiha-san —hizo una corta reverencia, sintiéndose algo presionada por la mirada de Fugaku.

—No has cambiado en nada —rio un poco.

—Adelante, no se queden ahí parados —Los llamó Shiori con una sonrisa alegre mientras Taiyo se levantaba.

—Calentaré un poco la cena, en unos momentos estará lista —Les sonrió Taiyo adentrándose a la cocina.

—Buenas noches —saludó Shino con una reverencia al igual que su hermana, Shiori se enterneció.

—Shino-kun, si quieres puedes venir a jugar con Sasuke-kun —Lo alentó Shiori al ver la incomodidad en el pequeño.

Pero él negó con unos movimientos de cabeza y se escondió detrás de su hermana.

—Es algo tímido —sonrió Shisui mientras le desordenaba el cabello en un gesto juguetón.

—Seina-san, no tuve la oportunidad de presentarte a Fugaku antes —Mikoto quería incluirla en la conversación al verla tan incómoda.

Seina suspiró, se estaba arrepintiendo de estar allí. Solo bastaba que su padre y abuelo se enteraran para que no pudiera volver a ver la luz del día.

No solo estaba en el recinto Uchiha, no, también estaba en la presencia del líder del clan.

—Soy Aburame Seina, Uchiha-san —Sin embargo, lo saludó normalmente, debía recordar que estaba en casa de Shisui.

Fugaku asintió de forma paulatina, examinándola con una sola mirada y entrecerrando los ojos.

Seina no pudo evitar ponerse a la defensiva al notar las intenciones de aquellos ojos mordaces; era simple, si la provocaba, no iba a quedarse atrás y también atacaría.

—¿Aburame? Creí que tu clan era otro —empezó en aquel tono exasperante, Seina supo a qué se refería.

Una persona con el poder e influencia de Fugaku sabía todo sobre quienes se acercaban a un miembro de su clan, más siendo Shisui, el hijo de sus íntimos amigos y parte fundamental de los Uchiha. Y no solo era que sabía, era que debía conocer todo esto.

—Debo decirle que el tema de mi clan no es de su incumbencia, Uchiha-san —La tensión se podía sentir en el aire luego de aquella respuesta, Shisui podía asegurar que sus pulmones estaban llenos de esta.

El disgusto era claro en el rostro del hombre.

—¿Por qué no van al comedor, niños? Taiyō ya está sirviendo su cena y se las llevaré, deben estar cansados —Shiori decidió interrumpir a Fugaku al notar las intenciones de seguir la discusión.

—Gracias, mamá —Shisui la miró con gratitud y tomó a Seina de la muñeca para poder llevarla, no queriendo que Fugaku siguiera con el tema porque sabía que era incómodo para la pelinegra.

Y en la sala ahora debían lidiar con la presión en el ambiente debido al duelo de miradas entre Fugaku y Shiori, quienes no retrocedían ni un poco.

—Seina no solo es una invitada de Shisui, quien te recuerdo no ha traído a nadie externo al clan desde ese incidente, sino que también es la persona que mi hijo decidió amar, Fugaku-san, ella siempre será bienvenida en esta casa te guste o no. No permitiré que la trates mal —La firmeza en su voz era impresionante, pero el líder del clan no se quedaba atrás.

𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora