𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐮𝐧𝐨

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«De tal raíz, tal brote»

—Sigo sin entender porqué convocas esta junta, Hiruzen —habló Koharu mientras tomaba su respectivo asiento al lado de Homura y Danzō.

—Hay temas importantes que discutir, Koharu, y no podía esperar a nuestra siguiente reunión —contestó un despreocupado Hiruzen mientras se ponía cómodo y dejaba su sombrero sobre la mesita de té.

—Intuyo cuál es uno de esos asuntos —comentó Danzō. El Sarutobi solo le dirigió una mirada afilada.

Una mirada que decía más que mil palabras y por la que Danzō, muy en el fondo, temió.

—Quiero empezar con el tema más importante actualmente —comenzó, haciendo que los ninjas ajenos a la conversación salieran del lugar—. La relación entre los Uchiha y la aldea es cada vez más tensa y a voces corre el rumor de que se está planeando una revuelta.

Danzō se relajó, por un momento creyó que Hiruzen sabía sobre las actividades de ANBU Raíz. Pero estaba alerta, recordaba que su compañero de equipo también podía dejar lo más concluyente al final. El Hokage disfrutaba del factor sorpresa.

—Tendremos que tomar medidas drásticas, Hiruzen —intervino Homura.

El mayor lo meditó unos minutos, era cierto que desde el ataque del kyuby la relación del clan Uchiha con la aldea no volvió a ser la misma porque se les trataba como si fueran los culpables. Y Hiruzen sabía que en gran parte era su culpa, pues aislar a los Uchiha había sido su solución, pero fue como si los estuviera castigando por algo de lo que nadie tenía certeza.

Y no era como que confiara mucho en ese clan, después de todo fue alumno de Tobirama  y sabía de sobra que la creación de la policía militar fue meramente para controlar a los portadores del sharingan, pero seguían siendo su gente, personas que debía proteger.

Y los llegaba a comprender, ¿quién no estaría cansado de las malas miradas mientras va por la calle o de los ataques sin razón?

—No vamos a tomar medidas tan drásticas —sentenció, porque intuía lo que se maquinaba en las mentes de sus excompañeros.

Por supuesto se oyeron las exclamaciones de Koharu y Homura, Danzō permaneció calmado.

—¡Es inaudito, Hiruzen! —vociferó Koharu, dejando a un lado la taza de té que había servido con anterioridad—. ¿Estás diciendo que no debemos actuar?

—No dije eso...

—¡Aislar a los Uchiha fue tu idea y mira a donde nos ha llevado! —Lo interrumpió Homura.

—Estoy diciendo que vamos a evitar una tragedia cueste lo que cueste —declaró con firmeza, sin perder la calma ni un segundo—. Les recuerdo que los Uchiha son un clan numeroso y además, la primera barrera de defensa de Konoha, nuestras fuerzas militares no serían las mismas sin ellos —Homura resopló, aceptando aquel argumento.

—¿Y entonces qué pretendes? ¿Hablar con ellos y pedirles "por favor"? —cuestionó una enojada Koharu—. Con ellos no se puede razonar, lo sabes perfectamente y Tobirama-sama nos lo enseñó.

Hiruzen suspiró, no sabía si era por la edad, pero sus excompañeros de equipo habían alterado los aprendizajes recibidos de su maestro. Ellos también olvidaban ser alumnos de Hashirama, quien les enseñó la parte más humanitaria de los Uchiha.

—Nos hemos preparado para quedarnos sin ellos —murmuró Danzō, quien en todo ese rato no había pronunciado una palabra a favor o en contra—. Al principio afectará, pero será como cortar una mala raíz que salió de la tierra, si sabemos usar nuestros recursos, el árbol siquiera tambaleará —Hiruzen soltó una risita seca. A veces le divertían las analogías de Danzō y se preguntó cómo fue que no se dio cuenta antes.

𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora