𝐝𝐢𝐞𝐜𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨

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«Estudiante favorita»

La tensión era predominante en el aire, Jin incluso estuvo a punto de intervenir para que Seina no se abalanzara a asesinar a Niru, pero no tuvo qué, porque la pelinegra pasó por el lado del pelirrojo como si nada.

El alma de Niru volvió a su cuerpo cuando Seina estuvo fuera de su rango de visión, pero se sintió horrible de igual forma; no sabía si era peor que lo ignorara o que lo confrontara. Sintió una mano en su hombro y alzó su mirada para ver a Jin, que le daba una media sonrisa cansada, tratando de confortarlo.

Niru se arrepentía de haber saboteado los exámenes con todo su ser, por supuesto que sí, más cuando cayó en cuenta de que sería un alivio pasajero a su pena. Pero al menos tuvo un par de días adicionales en la aldea, de donde no quería irse; no era como que sintiera a Konoha como su hogar, ni de cerca, era solo que todo era más tranquilo allí para él, no tenía la presión de su padre y podía seguir ignorando todos sus problemas como hasta ahora.

Pero había llegado el momento de enfrentarse a la realidad, independientemente del resultado de los exámenes debía volver a su aldea, no podía seguir aplazando su vida, debía seguir tratando de sobrevivir en Suna.

Aunque dudaba también de sentir a Suna como su hogar, pues, aunque estaba su familia, sus hermanos más que nada, fueron instantes sueltos en los que sintió que pertenecía a aquel lugar; lo mismo en Konoha.

No pertenecía a ningún lugar, y si era así, ¿entonces a dónde? Porque no tener los pies en la tierra le aterraba constantemente, el no pertenecer ni tener algo a lo que aferrarse igual. Sí, quería quedarse en Konoha, pero para ignorar sus problemas, también por las amistades con su equipo, también quería volver a Suna y estar con sus hermanos, pero al final del día nada lo ataba, no sentía nostalgia con las calurosas noches de Sunagakure ni con las brisas en la tarde de Konoha.

No era que odiara Sunagakure, porque sería una gran mentira, era solo que la arena no era para él.

—¿Estás bien? —Probablemente Jin Nara era la persona más cercana a él en la aldea.

Y eso lo hizo replantear sus conexiones.

Solo tuvo un par de charlas profundas con ella, y sí, quería a su equipo, las consideraba buenas amigas, pero en realidad apenas vislumbraba que no tenía una conexión significativa, todo porque siempre se alejó justo antes de tocar temas demasiado personales, lo más íntimo que contó fue sobre su familia a Jin.

—Lo estoy, solo estaba pensando —contestó dándole una sonrisa pequeña, la fémina asintió mientras se encogía de hombros y avanzó, tratando de alcanzar a Seina.

Tuvo que trotar, la pelinegra era rápida y ya estaba esperando a que les dieran indicaciones para el inicio de las pruebas.

—Seina... ¿Todo bien? —Aquella era una pregunta estúpida y lo sabía, pero era la mejor forma de romper el hielo.

Seina miró en su dirección con una ceja alzada, quiso decir algo, pero en su lugar chasqueó la lengua y arrugó la frente, en una mueca propia de ella.

Jin sonrió, la pelinegra parecía estar bien.

>>>

Oficialmente habían ascendido, todos aprobaron y eran chunnin, ahora el equipo nueve estaba a minutos de disolverse.

—Estoy orgulloso de ustedes, sé que tal vez fallé en muchas cosas como sensei y que debí haberlos guiado mejor en varias ocasiones, pero espero puedan seguir demostrando todo su potencial —Shisui estaba allí, dándoles prácticamente sus últimas palabras como maestro.

𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora