«Para nada»
Si a Seina le hubieran dicho que estaría tan cómoda viviendo en el recinto Uchiha, nunca lo habría creído. Hasta podía asegurar que su versión de hace tres años tendría arcadas con el solo pensamiento.
Y no podía evitar tener curiosidad por la reacción de su abuelo al enterarse de que ahora estaba allí, justo en el lugar del que tantas veces le exigió alejarse. Todos en la villa lo sabían ahora en realidad, fue llegar con sus maletas al recinto y al día siguiente ya era el cotilleo de la aldea.
Shiori y Taiyō se encargaron de adecuar la habitación de invitados para ella, era perfecta porque era de su estilo y seguramente Shisui tuvo que ver con eso.
Al principio, entre los notables cambios en su rutina, las terapias en el hospital -que se basaban en su mayoría en sacarle sangre para analizarla y saber qué demonios era lo que atacaba sus anticuerpos, aunque también tenía sesiones de terapia en las que Shiori insistió bastante-, y que no a todos los Uchiha les encantó la idea de su nueva huésped, Seina estuvo bastante estresada.
Y no era cualquier Uchiha el que estaba tan en contra, no, tenía que ser Fugaku, el líder del clan al que no le caía nada bien y era un sentimiento mutuo. Pero al parecer Shiori era muy terca y poco le importaba lo que tuviera que decir.
Su principal argumento en la noche que Fugaku fue a advertirles, era: "esta es nuestra casa, yo decido quién es bienvenido y quién no, y te estás ganando estar en la segunda lista" y luego le cerró la puerta en las narices.
Seina, quien escuchó todo el ajetreo, se preguntó si todas las madres eran así. Además de la suya, solo conocía a Shiori, Mikoto y Yoshino -la madre de Jin-, y aunque Mikoto era alguien dulce, muchas anécdotas de Itachi le hicieron saber que no siempre tenía ese carácter apacible.
Yoshino era alguien estricta, Jin la describía como un obstáculo para la perezosa vida que tenía planeada, pero a final de cuentas era alguien a quien le gustaba cuidar de otros y quien amablemente le tendió la mano para cuidar de Shino. Tenía que agradecerle correctamente.
Y con la que más convivía era Shiori, Seina ya no recibía misiones tan seguido como antes e inevitablemente tuvo que convivir con los adultos del hogar, más que nada con la fémina. Era alguien feroz, con un brillo particular y una sonrisa hasta infantil, y era muy cálida.
Conociendo a sus padres, Seina pudo conocer más de Shisui, sobre cómo creció rodeado de amor y con unas bases tan sólidas que ni el trauma que pasó pudo derribar. No pudo evitar envidiar eso un poco, también se preguntó muchas veces cómo sería su vida si hubiera crecido como él. ¿Qué sería de ella si sus padres la hubieran querido? Si Shinobu estuviera viva y así no habría necesidad de buscarla en ella. Porque todo sería mejor, Shibi no la evitaría, su padre la querría y Shino habría crecido con sus padres.
Se preguntaba también porqué su madre estuvo con alguien como Shinsō, ¿qué le había atraído de su siniestra aura? Podía asegurar que no tenía nada en común con Mushiro en sus mejores días. ¿Y si tal vez Shinobu no quería estar sola? Porque podía ser su madre, podía tener sus recuerdos ahora, pero seguía siendo una extraña de la cual no conocía el contexto. Si Shinobu hubiera tratado, si tan solo lo hubiera arriesgado todo por sus hijos o por su propia vida, ¿todo sería diferente?
>>>
Shinobu no se arrepentía de sus decisiones, después de todo cada una de ellas la llevó a la bebé que reposaba en sus brazos, la pequeña hija sagrada que era su razón de existir. Pero también sabía que no era sano vivir así, con la inquietud y la ansiedad manteniéndola al borde de un colapso incluso con el mínimo ruido.
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𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚
Fanfiction«Lo mío no es un dulce sueño, es una realidad; te voy a superar, Uchiha» ╔═══════════════════════╗ No todo en la vida es tan malo y Seina no lo sabe, pero Shisui se encargará de que lo aprenda. ╚══════════════...