𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

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«Presumir una llave»

Todos en el lugar estaban agotados, ya sea de forma física o emocional. La situación entre ambos adolescentes había escalado hasta el punto en el que el desgaste fue como una recompensa para poder descansar.

Shiori y Taiyō aún no sabían bien qué pasaba, pero se quedaron al lado de Seina y Shisui durante todo el rato, más que nada por la forma en la que la mano de la pelinegra menor se cerraba alrededor de uno de los vidrios rotos de la ventana, era el objeto con el que pretendía defenderse y ellos no podían permitir que hiciese daño a su hijo de alguna forma.

Aunque Seina nunca tuvo la intención de lastimar a Shisui, ni por un instante.

Estaba anocheciendo, se suponía que habría un bonita cena familiar, pero en su lugar un sepulcral silencio llenaba el aire por las explicaciones que Shisui le daba a Seina y que sus padres también aprovechaban para escuchar. Es que era algo difícil de procesar y más si sabían que era una explicación a medias, Shisui no iba a revelar todos los detalles de una misión en curso así como así.

Por supuesto que los dos estaban asustados, sus emociones variaron a medida que escuchaban, pero el miedo era quien daba la cara y se reflejaba en sus facciones, ¿qué tanto habrá tenido que soportar su querido hijo?

Y también sentían repulsión, asco hacia los Shimura y todo lo que hicieron pasar a Seina. En Shiori nació la necesidad de protegerla.

—¿De verdad crees que él cayó? —cuestionó Seina en un susurro, pero Shisui lo pudo escuchar muy bien.

—Todos lo han hecho —De repente Shisui ya no estaba tan seguro sobre sus habilidades. Después de todo no conocía el poder de Danzō.

Solo sabía que era un anciano con un enorme poder político, pero si llegó a ser compañero del Hokage, quería decir que fue alumno del segundo. Por lo tanto, también fue compañero de su abuelo, Kagami Uchiha.

Y tal vez eso no significaba poder, pero sí experiencia, algo en lo que le ganaba a ambos y de lo cual estaba temeroso porque era algo a lo que aún estaba aprendiendo a enfrentarse.

—¡Él no va a olvidarlo, Shisui! —exclamó Seina. Shisui quiso saber de dónde sacaba fuerzas para discutir, él estaba muy cansado y siendo honesto, solo quería poner a Seina a salvo y dormir una larga siesta antes de tener que enfrentar al Hokage—. ¡Solo tenías que hacer lo que él te dijera y no meterte en este lío!

Si sus ojos se cerraban por el cansancio, aquella exclamación fue suficiente para hacerlo espabilar y acercarse a la pelinegra todo lo que podía. Una parte de él quiso llorar por la preocupación que se reflejaba en su flaqueante voz, Seina estaba preocupada de lo que pudiera pasarle si el genjutsu resultaba no funcionar.

—¡Debiste dejarme ahí y no meterte en esto desde el principio! —siguió, esta vez con llanto de por medio.

Seina nunca se había sentido tan vulnerable, ¿desde cuándo Shisui lo sabía todo? Siquiera cuando le contó hace unos días sobre su familia y lo que se vio obligada a hacer a Mushiro o cuando llegó a su casa y se derrumbó entre sus brazos estuvo así. Se sentía desnuda y a la deriva, así que se abrazó a sí misma en busca de algo a lo que aferrarse porque estar entre esas paredes y sentada en el suelo de lo que sí era un hogar podía demasiado con ella.

¿Por qué Shisui intervenía de esa manera? ¿De verdad todo el tiempo su abuelo y padre tuvieron la razón sobre él? Que solo le tenía lástima. Pasó saliva con dificultad porque su mente estaba dividida entre ese pensamiento y la creciente preocupación por el bienestar del Uchiha. Se regañó mentalmente, sabía que él estaría bien, pero no podía evitarlo.

𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐬 ━ 𝐬𝐡𝐢𝐬𝐮𝐢 𝐮𝐜𝐡𝐢𝐡𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora