Me hacía feliz el hecho de que Jasón hubiera tenido la suficiente confianza de haberme confesado su secreto. Por otro lado, me había quitado un gran peso de encima el pronunciar en voz alta frente a él la única frase que arruinaba mi adolescencia. Me pase al asiento contiguo
-Jase ¿tus padres lo saben?- pregunte esperando que no se molestara por ello. Suspiro fuertemente soltando todo el oxígeno por sus labios
-sí, ya se los he dicho. Pero, no dejan de repetir que estoy equivocado o que se me pasara cuando madure con la edad- subió los hombros derrotado
-¿son un poco cerrados?-
-algo así- contesto haciendo una mueca –son algo tradicionales. Desde que se los confesé no han dejado de hacerme citas con distintas y diversas chicas- Finalizo horrorizado. Me reí de su comentario y volteo a verme –de hecho pensaron que talvez podría salir con Tigo o algo así. En parte por eso te he besado hoy, quería saber lo que se sentía-
-¿has besado a un chico?- le cuestione. Pronunciaba las preguntas conforme se formulaban en mi mente. Aun sin pensarla dos veces. Se burló de mi infantil pregunta, pero aun así asintió
-Sí, lo hice cuando tenía unos 16 años- lo observe con ojos juguetones –así es, era bastante precoz para mi edad- sacudió la cabeza para tratar de volver al tema de conversación -El punto es que el chico fue mi mejor amigo desde que teníamos unos 8 años. Entonces un día estábamos solos los dos, terminábamos de hacer un proyecto de ciencias y nos sentamos en el sofá esperando a que viniesen por mí. Y bueno no lose, estaba cerca de mí y no podía evitar el pensar que era sumamente atractivo así que lo acerque y lo bese a la fuerza- me parecía un poco triste el pensar la presión en la que debió haber estado expuesto a su corta edad
-¿y luego que pasó?-
-Bueno. Se enojó bastante como era de esperar, me tomo por la camisa y me golpeo hasta que me desmaye en el suelo- la forma en la que lo contaba parecía indiferente. Pero algo en su tono de voz aun reflejaba melancolía –lo último que recuerdo es haber visto a mi madre frente a mi tratando de devolverme el conocimiento. El chico le dijo que lo había insultado y así había comenzado la pelea, por lo tanto nadie se enteró en ese tiempo que sospechaba de mi homosexualidad- subió los hombros. Una penumbra nos abrumaba
- El chico de la escuela ¿lo sabe?- quería cambiar de tema. No quería imaginar a Jase cubierto de sangre e inconsciente tendido en el suelo
-No- una sonrisa amarga atravesó su rostro –es algo así como mi mejor amigo, fue el único en la escuela que me hablo el primer día. El solo me ve como a su hermano y bueno, no creo que se lo diga... ¿Qué tal si sucede lo mismo? No me arriesgaría a perder su amistad- su rostro se estaba descomponiendo y lo había supuesto si no hubiese vislumbrado una gota resbalar por su mejilla.
Me sentí terrible ante la situación de Jasón quien se desmoronaba ente mis ojos
-Hay Jase- lo llame para tratar de despejarlo al mismo tiempo en el que sorbía de su nariz -¿Cuándo te diste cuenta?- pregunte. Me arrepentí al momento en el que la pronunciaba. Se suponía que lo haría sentir mejor, no peor. Para mi sorpresa una risita lo envolvió abrazándolo con ternura
-De hecho es que no es como los demás creen. No me gustan los vestidos, ni los zapatos ni siquiera el maquillaje. Simplemente siento una mayor atracción por los varones- alzo las cejas juguetonamente. Tome el cojín que tenía al lado y se lo lance, lo tomo en el aire y se tallo la cara limpiando las pocas lagrimas que lo habían atacado hacia unos cuantos minutos
-¿Qué me dices tú?- pregunto entusiasmado. Fruncí el ceño
-¿Qué?- conteste devolviéndole la pregunta
-¿Cómo es que te atrae tu profesor?- subió las cejas insistentemente de forma coqueta
-No lose Jase, simplemente es así-
-¿Estas en el proyecto para poder verlo?-
-No. Él fue quien me inscribió, yo no tuve nada que ver- respondí, era verdad. Si Charlie no me hubiese inscrito ni siquiera estuviese tan cerca de el
-¿Qué harás? ¿Se lo dirás?- ¡Dios! ¿Por qué insistía tanto? Me reí irónicamente
-claro que no-
-¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo?- aparte del hecho en el que él era el docente...
-Jasón es mi profesor, es mayor que yo. Aparte es imposible que alguien como él se fije en alguien como yo- con ambas maños me señale de pies a cabeza
-¿alguien como tú?- pregunto riendo. Asentí en respuesta
-Alguien como tú. Es alguien fuerte, amable, dulce... a veces un tanto antisocial- volteo a verme ahogando una risa – pero sobre todo totalmente hermosa Emma- sus ojos estaban de nueva cuenta y como lo llevaba haciendo desde que cruzo el umbral de la puerta, cristalinos -¡¿Qué te sucede?! Deberías andar por ahí saliendo con el- había una gran cantidad de entusiasmo en sus palabras, incluso estas cortas oraciones dolían más que las que pronunciaba Charlie
-Lamentablemente no solo es decisión mía-
-¿y tú crees que te rechazaría?- tiro el cojín que descansaba sobre su regazo. Tuve que mover mi cabeza hacia la izquierda para que no me sellara con un golpe -¡Por dios! Tendría que estar loco como para hacerlo-
-Jase aun así. Soy demasiado cobarde- comenzaba a sentir un escalofrió recorrerme. Me tense debido a la frustración que me succionaba
-¡Exacto! ¡Dios! Los adolescentes tenemos algo en la mente que nos impide realizar todo lo que deseamos ¿sabes porque eres tímida? ¡Porque así te lo ha impuesto la sociedad! Somos quienes somos por las personas que nos rodean ¡porque lamentablemente nos importa lo que piensan!- cuando Jasón había comenzado a dialogar había creído que lo decía como una respuesta para mí, pero al percatar la intensidad con la que pronunciaba cada una de las palabras me di cuenta que esas eran exactamente las que él deseaba poner en práctica. Lo observaba impaciente, deseando que por favor tomase nota y las pusiera en acción
-¡Dios!- grito tomando sus cabellos son fiereza –Imagina todo lo que haríamos si tan solo no nos importara lo que los demás piensan de nosotros- su voz había comenzado a disminuir. Estaba comenzado a calmarse
-¿Qué pasaría si por un día le pusiéramos un alto a la estúpida voz de una atolondrada sociedad?- sus últimas frases eran más un susurro. Unas débiles palabras cargadas de frustración e impotencia. Estaba hiperventilando, aunque no se hubiese puesto tan alterado al final... aun lo estaba cegando el enojo. Su pecho subía y bajaba violentamente sacudiendo consigo sus cabellos. Me puse de pie y lo rodee con ambos brazos. Los movimientos bruscos se llevaban consigo cualquier tipo de sentimientos en todo mi interior. Bajo todo este drama y durante los últimos minutos una pregunta se había formulado ocupando todo mi espacio
¿Qué pasaría si...?
¡Hola! por aca les dejo este nuevo capítulo... espero que se encuentren muy bien :3 les agradesco profundamente el espacio que han dedicado para leer la loca vida de Emma xdd
Desde mi casa! saludos! :3

ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
Fiksi RemajaEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...