La última carta de Charlie

capitulo 54:

-Te amo mucho más- logro susurrarle. Sus ojos me queman, incendian cada centímetro que recorren haciendo que mi trabajo de tragar saliva sea completamente imposible. Percibo como su manzana de Adán sube y baja, no la tenía muy marcada, pero simplemente era un atributo que le pertenecía.
Le había dejado el cabello hecho un nido de pájaros pero su descuido era problema mío, yo se lo había alborotado. Llevaba los ojos en su totalidad negros, opacos y seductores. Algo se atora en mi garganta y me veo obligada a recargarme sobre su cuello pegando mí frente a la calidez de su piel. Aspiro profundo rellenando mis baterías con la fragancia que desprendía la palidez de su camisa
-Eres preciosa- dice dando besitos en mi cabello. Mi pecho sube y baja descontroladamente y yo lucho por no caer desmayada.
Me toma de la cintura y desdobla cada una de mis piernas por separado. Se para en puntas y me besa por encima de la cabeza
-Te necesitaba muchísimo-
-Por eso has decidido secuestrarme ¿cierto?-
-En teoría... planeaba hacerlo más tarde, pero no pude resistirlo, te vi cuando ibas doblando en la esquina desde la ventana de mi salón y Emma debía quitarte un poco la inocencia que te traías-
-¿Inocencia?- digo perpleja -¿Es mi culpa?-
-Cada segundo de tu vida- termina por decir dándose media vuelta. Camina hasta donde su saco había terminado tirado y lo levanta, le da unos cuantos manotazos para sacudirle el microscópico polvo (que dudaba) le había quedado.
Lo imito para poder buscar mi mochila pasándome las correas por ambos brazos, regreso hacia un espejo y peino mi cabello lo más que se pueda, de por si no era muy amaestrado a la hora de peinarse. Aliso también mi blusa y observo mis mejillas, estaban incendiadas de un color carmesí y mis ojos brillaban como gotas de agua, cristalinos ojos que solo reflejaban mi estado de ánimo.
Charlie se coloca detrás de mí y me observa a través del cristal
-Te invito a comer-
-¿Enserio?-
-Por supuesto, nos vemos en el restaurante a las... ¿4?- frunzo el ceño organizando mis horarios mentalmente. Mis últimas 2 clases terminaban exactamente a la 1 de la tarde, tiempo suficiente para ir a casa, bañarme y gastar las otras 2 horas en decidir que debía llevar puesto.
Asiento cohibida y sonrió de lado
-¿Qué hora es?- pregunto tratando de liberar como punto de enfoque mi entomatada cara. Charlie sonríe y alza su mano para poder apreciar mejor su reloj
-Las 8:30. Aun te quedan 20 minutos más de clase-
-¿Volverás a tu salón?-
-Mmm- musita jugando con los ojos -Creo que sí, tengo que entregarles las bases para su proyecto final, se acercan las vacaciones y volviendo nos quedan muy pocas clases-
-¿Cuándo son las vacaciones?- pregunto asustada. No quería salir de vacaciones. Eso solo significaba que A) Los exámenes para el ingreso a la universidad estaban en ese periodo y B) ni siquiera sabía a qué universidad pediría ingresar... y C) menos clases con Charlie.
-Aún faltan 2 semanas más, pero para un profesor eso es casi nada... ¿Te sientes bien?- frunzo el ceño y volteo a verlo
-Ni siquiera sé qué carrera quiero estudiar y los exámenes de ingreso son por esas fechas, Sam aparto su ficha y lo hará dentro de poco-
-¿Qué carrera eligió?-
-Arte, se ira junto con Logan a estudiar juntos- sus pestañas bailan mientras un suspiro se le escapa
-No debe preocuparte si alguna de tus amigas ya eligió una carrera, la decisión que tomaras no es fácil. No es como cuando eliges un par de zapatos ni un vestido, se trata de algo que ejercerás toda la vida y lo tienes que hacer por gusto, nunca por obligación-
-Es que- susurro bajando la mirada -no tengo la más mínima idea- frunzo el ceño y consigo muerdo mi labio inferior
-Primero que nada, no te agobies ahora. Fruncir el ceño no te aclarara la mente- el tono de su voz juguetona me hace sonreír ¿Cómo lograba cambiar mi estado de animo de forma tan repentina?
-No pienses que tu decisión no será igual de valiosa si tomas más de tiempo en tomarla. Todo estará bien- expongo su respuesta en el aire y sonrió aún más ampliamente mostrando mi dentadura
-Gracias- digo cerrando los ojos mínimos segundos. Charlie tenía mucha razón, debía primero que nada pensar muy bien mi decisión para que en un futuro sea de lo más feliz, al igual que él lo es ahora.
Ambos salimos del aula al mismo tiempo, las cosas se malinterpretarían más si el saliera primero y seguido yo.
Nos separamos casi como extraños, y al estar cubierta de su mirada me detengo sobre una pared recargando mi cabeza sobre ella. La sonrisa que se estira por mis labios amenaza con romper los pliegues de mi piel, no puedo evitarlo, todo esto me resultaba de lo más cómico.
El que ambos podamos pasar desapercibidos... me detengo a mí misma frenando mis ideas. No éramos tan desapercibidos, después de todo existía una persona que sin permiso se había escabullido entre nuestra relación, Mónica.
Camino lentamente y entro a la cafetería de la escuela, el olor a café recién hecho me infla las fosas nasales. Saludo a la encargada y me acerco hasta el mostrador pasando mis brazos por encima, el ser alta tenía sus ventajas
-Bueno días- saludo. La señora con algunas marcas de envejecimiento me responde el saludo sonriente ¡Que daría por tener toda esa energía! - ¿Podría darme un vaso de café por favor?-
-Claro que si- dice perdiéndose detrás del mostrador. Me despego estirando mis brazos, un grupo de chicas... chicas ¿Cómo decirlo? Chicas, de esas que hay en todas partes. Maquilladas, presumidas y arrogantes me observan de pies a cabeza escaneando cada centímetro, por un segundo me siento desnuda pues su insistente forma de sostener la mirada me incitan a pensar que llegan a tener rayos láser ¿Superman? Posiblemente.
Aun así no me dejo intimidar, le sostengo la mirada y hasta me doy el lujo de sonreírles, no me sorprende que su respuesta sea de burla... malditas sean las chicas pesadas.
-Tu café- oigo a mis espaldas. Asiento y me doy la vuelta escaneando esta vez yo de la cabeza a los pies a mis acompañantes. Saco el dinero de la mochila y le pago a la encargada agradeciendo por el café. Salgo del lugar sin mirar atrás, como si todo el tiempo solo hubiésemos sido la encargada y yo.
Era un nuevo record: Emma: 1 Chicas pesadas: 123. De algo tenía que empezar.
...
El timbre de la última hora despierta mis neuronas, la cafeína se fue después de los primeros 5 minutos en que estuvo en mi organismo pero no la culpaba, aguantar 2 horas seguidas de historia era un trabajo imposible de lograr.
Guardo mis cuadernos en la mochila y salgo por la puerta. Camino despacio detrás de mis compañeros pero unas manos tocan mis pechos por detrás. Me sobresalto y me giro en un segundo
-¡ALISON! ¡Por Dios! ¿Qué te pasa?- grito desesperada. El bochorno se apodera de mi rostro pero las carcajadas de mi amiga me contagian a la fuerza. La risa le sofoca la garganta y la tos la golpea, aun así la risa es la ganadora. Me burlo junto con ella cubriendo mis labios con ambas palmas de la mano
-¡Debiste verte la cara!- grita entre risas
-¡Mañosa! Creí que era un depravado sexual de la escuela-
-Alguien como Charlie-
-¡Cállate! Alguien podría escucharnos- digo esta vez seria. Alison asiente mirándome avergonzada, ella sabía muy bien lo delicada que era nuestra situación.
Ambas bajamos las escaleras con los estragos de la risa, que se escapaba cada vez que Alison imitaba mi rostro
-Por cierto- dice una vez que terminamos de bajar -Le he dicho a Logan que me recoja en tu casa-
-¿Te vendrás a casa?- digo en una extrema imitación de desagrado
-Por favor, le he dicho a mi mamá que saldría con Tigo-
-¿Y porque no sales con migo?-
-¡Emma! Enserio ya quede con Cristian- la observo con ojos entrecerrados unos segundos. Era obvio que Alison podía entrar y salir de mi casa las veces que quisiese, pero quería hacerlo de emoción unos momentos
-Bien, bien- digo. La alegría le explota por los ojos, al comprender que podría ver a su novio.
Saliendo de la escuela tomamos las calles principales para caminar. El clima estaba agradable, generalmente prefiero los días nublados, pero el de hoy me gustaba
-¿Ha pasado algo entre tú y Charlie últimamente?-
-¿Por qué lo preguntas?-
-Cristian me ha dicho que ve a Charlie muy preocupado... pensé que tenían problemas- ¿Problemas? Claro que no...
-¿Qué te ha dicho Cristian?-
-Nada, solo eso... no planeaba insinuar nada-
-No, tranquila... solo que yo también he notado raro a Charlie, pero no lo culpo. Han pasado demasiadas cosas en un fin de semana-
-¿Qué ha pasado?-
-¿Quieres que te cuente todo?- me detengo por completo debajo de la sombra de un árbol y le observo
-Con lujo de detalle- tomo una bocanada de aire y me tallo la nuca como la mala costumbre que poseía
-El viernes mientras yo estaba en el escenario dando mi presentación en el concurso vi como Mónica besaba a Charlie, no le tome importancia así que me fui a casa como sin nada, abrí la maleta de Mónica y la revise buscando algo que me sirviera como prueba en su contra, pues como ya te he contado no deja de actuar de formas extrañas- la expresión de Alison es de completa confusión pero aun así asiente -abrí un frasco de medicamento por pura curiosidad y me encontré con una foto de Charlie doblada microscópicamente dentro...para mi mala suerte entra Mónica y me descubre con la foto en las manos. Me amenaza, dice que sabe todo lo mío con Charlie y que no dudara en hacérselo saber al mundo si yo abro la boca para decirle a alguien que es una completa loca que acosa a Charlie. Sale de casa pero al rato, mucho rato después llega Charlie, me pide que baje y eso hago, me explica que Mónica lo beso a la fuerza y que no malinterpretara las cosas, le digo que le creo y Mónica llega borracha e inconsciente a casa- cuando por fin concluyo tomo una gran bocanada de aire pero la expresión de Alison sigue siendo la misma
-¿Alison?-
-¡Emma! ¡Nunca me cuentas las cosas interesantes!-
-Es la primera vez que te veo- me defiendo tímidamente
-Espera... ¿Mónica está enamorada de Charlie?
-Si-
-¿Te amenazó para que no dijeras nada sobre la obsesión que tiene?-
-Si-
-¿También amenazó a Charlie?-
-No, bueno talvez... la verdad no lose-
-¿Crees que lo haya hecho?-
-¿Y cuándo? ¿Cuándo se pudiese haber tomado el tiempo de amenazarlo?-
-¿Cuándo se pudo haber tomado el tiempo para descubrir que tú y el son pareja?- asiento a la fuerza pero vuelvo a insistir
-¿Por qué lo amenazaría? ¿Con que?-
-Con Tigo, pudo haberle amenazado con hacerte daño ¡No lose Emma! No soy una loca-
-¿Crees que lo haya amenazado?-
-Bueno... ¿Hay otra razón por la que Charlie hubiese accedido a besarla?- niego volviendo a caminar. Alison me alcanza y me abraza recargando su cabeza en mi hombro
-Lo siento-
-¿Qué sientes?-
-Que tengas una loca siguiéndote los pasos ¡Espera! ¡¿Qué demonios?! ¿Sigues durmiendo con ella a tu lado?-
-Tengo que hacerlo-
-¿Qué? Emma no seas estúpida deja de dormir con ella, enciérrate cada noche con tu mamá en su cuarto y no dejes que ninguna de las 2 salga-
-Alison me estas asustando-
-¡Emma! Nadie puede tener la foto de alguien en un bote de medicamentos, nadie te amenaza con nada... no está bien Emma y si quiere a Charlie será capaz de todo-
-¿Qué dices?-
-Hablare con Cristian de todo esto, investigaremos a Mónica... Cristian está ofreciendo su servicio social en una estación de policía-
-¿Servicio? ¿Qué hace ahí?-
-Pasa los archivos a la computadora... le diré que averigüe algo-
-¿Crees que lo logre? ¿No se necesita ser policía para ver los expedientes?-
-Si... pero los tíos de Cristian y Charlie son los encargados, no le preguntaran nada- asiento mientras doblamos en la última calle antes de llegar a casa.
-Está bien- asiento sin ganas. ¿Sera posible que en algún momento Mónica llegue a lastimarme?
-Emma- dice Alison alzando la voz. Volteo a verla con el ceño fruncido -Enserio, quiero que te cuides... si te amenazó con decirle a alguien actúa normal, como si no hubiese pasado nada... todo lo haremos nosotros ¿sí? Tú no te preocupes, solo cuídate de ella y cuida también a tu mamá- las lágrimas se juntan en mis ojos... todo esto resultaba demasiado horrible de imaginar. Aun así debía hacerle caso a Alison, actuar normal pero sin dejar de vigilarla. Me acerco y la abrazo mientras gotas de agua se deslizan por mi mejilla.
-Gracias Alison-
-No agradezcas... no hay nada que no haría por ti, así sea golpear a esa maldita perra- sonrió y la abrazo más fuerte aun. Esperaba que el día en el que tengamos que enfrentarnos a Mónica nunca llegase. Temía que las suposiciones mías, y las de Alison se convirtieran en realidad.
....
-Debe ser Cristian- dice alegre Alison ¿Cristian? ¡CRISTIAN!
-¿Qué no debía recogerte hasta las 3:30?-
-Son las 3:40 Emma... de hecho llega tarde-
-¡¿Qué?! Faltan 20 minutos para las 4-
-Los mismos que faltaban ayer- me dice en respuesta. Camina en dirección en la puerta, pero corro más rápido y le impido abrirla recargándome sobre ella
-Iré a comer con Charlie a las 4-
-¡¿Qué?! ¿Por qué no me lo dijiste antes?- pregunta emocionada -¡Hagamos esperar a Cristian! Vamos a arreglarte- grita extasiada de felicidad. Me quita como muñeca de trapo de la puerta y la abre jalando del brazo también a Cristian
-Cris, saldremos en media hora... dile a tu hermano que Emma llegara un poco tarde-
-¿Qué?- exclama Cristian sonriéndome en saludo
-Solo has lo que te pido- insiste Alison. Cristian resopla, pero asiente sacando su celular del pantalón
-Me deberás un favor Emma- señala. Asiento sonriente y corro tomando a Alison del brazo
-Anótalo en la libreta- respondo antes de perdernos en las escaleras.
...
-Es demasiado para una comida-reniego
-1: Nunca es demasiado y 2: Me parece que vas guapísima- Alison literalmente me había cambiado a su gusto, ella había elegido mi atuendo, mi maquillaje y mi peinado (cosa que no podía cambiarse mucho).
Básicamente llevaba: vestido color azul marino, zapatos de piso rojos y labios del mismo tono. Mi cabello despeinado y un lindo sombrero negro, aunque debo admitir que lo que más me gustaba era el sombrero... el conjunto en general se veía de lo más bonito.
-¿Crees que sea apropiado?-
-No por llevar vestido es una ocasión elegante Emma, eso lo dices tú porque la mayoría del tiempo estas enfundada en un par de pantalones-
-No siempre, últimamente opto por los vestidos-
-¿Entonces?-
-¿Entonces qué?-
-¡De que te quejas mujer! Estas bellísima ¡Anda a conquistar al chico!- me dice salpicando perfume por todo mi cuello - ¡Perfecta!- concluye admirando su pieza final.
Ambas salimos de la habitación pero nos detenemos en seco al toparnos de frente con Mónica. Nos observa casi con repulsión aguantando una mueca. Alison le pasa por el lado como si estuviese pintada y hago lo mismo... actúa normal Emma, indiferente. ¡Como si no le tuvieses miedo!
-¡Charlie está desesperado en el restaurante Emma! ¡Vamos de una vez a llevarte a su cita!- grita Cristian emocionado. 1...2...3...4...5 ¡Cristian! Cierro los ojos mientras Alison le hace de todas las señas posibles para que se callase de una vez. Cristian nos admira como si estuviésemos locas... ¡Maldición! No podía vivir temiendo de eso... pero si debía tener cuidado.
-Vámonos Amor, ya has arruinado bastante las cosas por hoy- le dice Alison tomándolo del brazo para guiarlo a la puerta. El rostro de Cristian se transforma en un perfecto signo de interrogación... no tenía la culpa. Nadie podía imaginar lo que escondía Mónica detrás de su apariencia.
En el auto aprovecho y checo la hora, apenas llegaría 15 minutos tarde, era de elegantes llegar tarde ¿No? sonrío con ese absurdo pensamiento mientras Alison le cuenta a Cristian una versión inventada del porque tiene que investigar a Mónica usando sus influencias en el sistema. La discusión que poseen sobre el peligro que correría si lo descubren me hacen sentir responsable... pero al final accede, no por mí, no por Mónica... Accede por Alison.
-Emma, ¿te molesta si antes de dejarte paso a cargar gasolina?... después no podré hacerlo porque tu amiga planea llevarme a un lugar donde la señal del celular no se ha inventado-
-¿De qué hablas? No seas exagerado, solo está lejos... no desaparecido del mapa- se defiende Alison pero antes de que se desate la pelea entre ellos intervengo diciéndoles que no hay problema si antes cargan gasolina y que Alison no llegaría a ningún lado secuestrando a sus novios, aunque bueno... eso justo había hecho Charlie esta mañana.
Llegando a la gasolinera y con Cristian debajo del auto me acerco hasta Alison asomándome entre el espacio que hay de un asiento a otro
-¿Crees que Mónica escucho algo?-
-No lo creo, es demasiado idiota para notarlo-
-¿Tú crees?-
-¡Vas a una cita con tu novio!, piensa en eso... y no en chicas que te quiten el sueño- asiento y me deslizo hasta el asiento de atrás de nueva cuenta
-¿Podrían dejarme a unas cuadras del restaurante? Eso me ayuda mucho a quitarme los nervios-
-No vayas a salir huyendo, te he dejado demasiado bonita- sonrío burlándome
-Claro que no Ali- susurro observando mi reflejo en el vidrio.
Después de cargar gasolina, escuchar las peleas juguetonas entre Alison y Cristian y las calles que Cristian tomo mal, acabe llegando 30 minutos tarde... no era de tan elegantes llegar media hora más tarde.
Me despido de ambos agradeciendo el haberme traído y corro por las aceras tratando que mi reloj no avance ni un minuto más.
Aliso mi vestido, acomodo bien mi gorro y tomo un pequeño espejo de mi bolsita para cerciorarme que el labial sigue justo en su lugar.
Cuelgo mi bolso en mi hombro y entro al restaurante buscando con la mirada a Charlie, no está en el fondo, ni en el centro. Mucho menos cerca de las ventanas.
Sigo mi camino y salgo al patio, talvez aparto una mesa al aire libre... busco, busco su delicado rostro... pero encuentro una melena, una maraña de cabello que nunca podre desapercibir.
Tal y como lo temía, Charlie estaba en el restaurante, pero no solo... acompañado por Mónica.
¿Por qué diablos tendré que soportar todo esto? Me cuestiono mientras mis pies caminan por si solos hasta la mesa...

holaaa Holaa!!! Buenas madrugadas 7uuu7
Espero que se encuentren de lo mejor y disfruten este capítulo!!! :'33
Desde mi casa saludos!!!! 7w7