capitulo 3

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Teníamos todo preparado. Fingiríamos que no sabíamos cuando volvería Sam, pero por supuesto que lo sabíamos. Le dijimos a Sam que la iríamos a recoger al aeropuerto pero no lo haremos, en vez de eso enviamos a su madre a recogerla mientras Alison y yo la esperaríamos en su casa preparando una rica cena con postre que (debo admitirlo) habíamos comprado.

Apagamos las luces y subimos a la habitación de Sam. Teníamos un gran cartel que escrito sobre tela negra con letras de color llevaba tatuado “Solo las buenas personas son bienvenidas”. Escuchamos la puerta principal abrirse y unos cuantos murmullos. Gracias a la absoluta calma que se podía sentir en el aura de la casa de Sam pudimos escuchar toda la conversación que llevaba con su madre.

Mama de Sam- Hija tranquilízate, si tus amigas no pudieron ir a recogerte debió de haber sido por algo importante

Sam- Si mama, talvez así sea pero me pudieron haber avisado o al menos mandarme un texto… o ¡haber comprado una maldita paloma mensajera!- grito Sam. Solté una risita involuntaria que rápidamente se convirtió en risa nerviosa ya que cada uno de los pasos de Sam se escuchaban al rechinar cada escalón que tocaba su pie. Le di una mirada a Alison quien estaba más que gustosa por todo este asunto, me guiño un ojo confirmando toda la misión y yo sonreí.

La gran puerta blanca de la alcoba se abrió y ambas gritamos sincronizadas

-¡SORPRESA!- nos observó durante unos segundos con los ojos blancos ¿habría entrado en shock?. Camine hasta ella y agite mi mano frente a su rostro

-¿una paloma mensajera Alison?- le pregunte en tono burlón. Su mirada se posó en mí y sonrió soltando una carcajada estruendosa, su risa no paraba y siguió así durante unos cuantos minutos más. Nos contagiamos rápidamente de su risa frenética y caímos rendidas en la alfombra con un fuerte dolor de estómago.

Al cabo de un rato ya habíamos cenado un delicioso espagueti con queso que había preparado Alison. Era una excelente cocinera y aunque ella deseara estudiar gastronomía sus padres nunca se lo permitirían, era algo estúpido pero sus padres eran muy estrictos.

Como lo había  pensado con anterioridad Alison le conto todo lo de Charlie a Sam, que no era nada en realidad

-Dijo que era su alumna favorita- dijo con aire de suspenso –y aparte se queda todos los días con el profesor después de clases-

-¡que! ¿Porque?- pregunto Sam llena de pánico

-Relájate Sam…. Es solo que Charlie me inscribió en un proyecto de literatura y por lo tanto tengo que quedarme a hacer prácticas y cosas como esa- le conteste con tono calmado

-¿y tú?- me pregunto Sam

-¿Yo que?-

-¿Charlie es tu profesor favorito?- me pregunto subiendo las cejas… ¡SI! Quise gritarle, pero las palabras se quedaron atascadas en mi garganta incapaz de salir

-Emma….¿te gusta Charlie? –la intensidad de sus ojos me reflejaban una increíble confianza. No deje de observarla…. No sabía que responder.

-Eso es un si… tus ojos brillaron en cuanto lo mencione- dijo sonriendo con amabilidad. Me observo durante unos segundos y puso sonrisa de ingenio y sonrió de forma aun más amplia

-Oh por dios ¡Sam ha tenido una idea! Repito ¡Sam ha tenido una idea!- comento Alison en tono policiaco.

No me gustaba la mirada de locura que había puesto Sam… había tenido una idea y su maldad la delataba. No quería saberla ya que obviamente trataba de Charlie. No quería hacerlo y no lo haría…

-Aquí cola de pez ubicando a huevo revuelto- dijo Alison con voz distorsionada desde el otro lado del woki toki

-Aquí estoy Alison- le conteste, pero nadie del otro lado de la línea contesto

-Aquí Emma- volví a repetir

-¡¿De qué diablos sirve tener nombres falsos si nadie los va a utilizar?!- contesto desde la otra línea.

-Cola de pez y huevo revuelto ¡aquí espagueti con queso!... no olviden decir “cambio” al final de sus frases. ¡Inicia la operación Acosando a Charlie! Cambio- dijo Sam desde otro woki toki

-¿Qué? ¿De qué diablos me hablas? ¡Ya ni siquiera sé quién demonios soy yo!- grite exasperada

-¡Alison! O Cola de pez ¡puedo verte!- grite visualizando a mi amiga tratando de subir a un muro para llegar hacia unas ventanas de un salón de clases

-¡Alison baja de ahí ahora mismo! Cambio- le ordeno Espagueti con queso. Supongo que ya había notado trepando a Alison

-Escucho platicas dentro del salón de Charlie-

-¡¿Qué no entienden que se dice “cambio”- dijo Sam por enésima vez

-¡CAMBIO!- gritamos al mismo tiempo por el woki toki. Camine hasta donde estaba Alison mientras Sam caminaba también hacia nuestra dirección.

-Vengan suban aquí, puedo ver a Charlie- tire al woki toki al piso y me ayude de la mano de Alison para subir, me voltee y juntas ayudamos a Sam.

-¡¿Cómo demonios subieron ahí?!- pregunto Sam atorada en una rendija

-solo coloca tu pie ahí… justo en ese espacio- dije señalando una pequeña abertura en la pared

-¿Esta?- dijo apoyándose. Su cuerpo resbalo y cayó encima de unas cajas de cartón. Todo hubiera estado bien si esas cajas no hubieran caído y golpeado unos enormes botes de aluminio que hicieron un estruendoso ruido al caer.

-Era en la otra abertura-

-¡Hay! ¿Enserio?- pregunto con tono irónico.

La puerta de Charlie se abrió saliendo presuroso del salón de clases, había una persona más parado a su lado. Era de nuestra edad de cabello negro y cejas pobladas.

-La misión ha fallado… repito. La misión ha fallado- contesto Alison en un tono casi inaudible

¿Qué están haciendo?- pregunto Charlie. El joven poso su mano en su barbilla tratando de ahogar una carcajada. Sam se puso de pie y camino hacia nosotras. Oficialmente estábamos divididos en 2 bandos, 3 estudiantes hormonalmente activas y un chico con su respectivo profesor sensual al lado

¿Qué estaban haciendo señoritas?- pregunto el Joven, pero no lo hacía globalmente. Solo lo hizo por Alison, a la cual no dejaba de admirar.

-Vera profesor- comencé bajándome del muro- Ella es cola de pez, yo soy huevo revuelto y ella es Espagueti con queso- dije señalando a mis amigas. El joven exploto en una carcajada y Charlie se contagió rápidamente de esta.

Mis amigas y yo nos quedamos boquiabiertas observando el compañerismo con el que convivían ambos

-Oh lo siento que falta de educación. Él es Cristian- dijo señalando al joven. Este sonrió ampliamente y nos ofreció la mano a cada una, a excepción de Alison, a quien le beso la mano en señal de coqueteo

-¿quieren pasar?- pregunto ¿Charlie? ¿Qué le pasaba? ¡Cómo nos invitaba a entrar!...

-Si claro-

-¿Qué?- pregunte. Fulmine a Alison con la mirada justo antes de entrar al aula.

Me sentía totalmente incomoda y frustrada en esta situación… era de lo más raro el saber que Alison y Sam ya se habían complementado con Cristian y absolutamente triste que yo me encontrara de brazos cruzados contemplando a Charlie calificando unos exámenes, volteo su silla y saco del mueble contiguo un par de anteojos que posteriormente se colocó sobre su perfecta nariz ¿Charlie utilizaba anteojos? Camine unos cuantos pasos y conforme lo hacía Charlie levantaba la mirada contemplando mi ansiedad

-No sabía que utilizaba gafas profesor- le comente sonriendo

-Acércate- me pidió en tono serio. Lo obedecí hasta quedar posicionada en su escritorio. Con su mano me pidió que me acercara un poco más… así que obedecí de nueva cuenta.

-Es un secreto ¿sí?... será nuestro secreto- dijo sonriendo. Le correspondí la sonrisa, no porque de verdad fuese un secreto. Más bien por la palabra que utilizo justo antes… “nuestro”.

La última carta de CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora