Mis pies no dejan de correr lo cual me sorprende. No tengo condición física, ni en mis más absurdos sueños había creído que podría correr o siquiera trotar toda aquella distancia.
Mi cabello brinca junto con los pasos largos que soy capaz de lograr.
Me salto algunas paradas provocando la molestia de todos los conductores que encienden el claxon justo cuando doblo en la esquina. Me siento terrible y sé que desde su perspectiva me veo bastante estúpida al cruzar la calle sin precaución, pero sabía que debía llegar temprano, lo más rápido que me sea posible.
Entro en la calle de mi casa que también es la de Jasón y me detengo golpeando la puerta con las pocas fuerzas que me quedan. Mi respiración es sumamente agitada, mi pecho sube y baja descontroladamente y la sonrojes en mis mejillas no se despeja.
Presiono con la mano mi pecho y los latidos la golpean con cada pulsación. Me desespero y vuelvo a llamar, espero unos segundos los cuales aprovecho para controlar mi respiración
-¡Jasón!- grito insistiendo por última ocasión. Giro la manilla con precaución y la encuentro abierta, inspecciono asomándome por la puerta, pero no hay nadie
-¿Jasón?- vuelvo a repetir gritándolo por todas partes de la casa. Escucho pasos en el segundo piso, así que decidida y de dos en dos subo las escaleras. Busco la puerta de Jasón y tan rápido como me es posible la abro.
Mis ojos explotan en cuanto lo noto y es que, después de ver a un chico tan alegre y de tan buen carisma, nunca pasa por tu mente el verlo triste, destrozado y sobre todo enojado gritando por el teléfono pidiendo ayuda.
Su cama esta revuelta, todos los discos destrozados en el suelo. Libros, papeles, su mochila esta abierta y volteada sobre su cama. Busco a Jasón con la vista pero no lo encuentro por ningún lado. Avanzo con pasos lentos asustada dentro de tanto desorden. Escucho gemidos y llanto, pero no logro localizarlo. Me desespero y con ambas manos peino mi cabello estrujándolo un poco.
El ruido persiste y trato de seguirlo hasta que después de unos segundos me detengo frente a la puerta del closet. ¿Aquí estará Jasón? Tomo ambas puerta y las abro en todo su esplendor, desearía nunca haber tenido la necesidad de abrirlas, pero sobre todo de no haber observado a mi mejor amigo dentro de él.
Se encuentra tirado bajo todas las camisas que están colgadas, ni siquiera parece notar mi presencia. Separo un poco la ropa antes de sentarme junto a él, desde la orilla interna acerco las puertas hasta que son cerradas casi en su totalidad. Aun entra un rayo de luz, lo cual me permite identificar las facciones de mi amigo.
Esta acostado en posición fetal, abraza sus rodillas con ambos brazos dándome los pies. Puedo ver como lagrimas resbalan por su mejilla y se esconden en su cuello, trata de no llorar apretando sus labios y mordiendo el inferior. Mi corazón se estruje pero de cierta forma no sé qué decirle, no sé si abrazarlo o solo guardar silencio.
Quiero apoyarlo, quiero hacerle saber que todo saldrá bien... pero no sé cómo hacerlo. Suspiro y cierro los ojos, tratando yo misma de controlar mis ganas de llorar
-Jase- susurro temerosa. No quiero presionarlo ni tampoco hacerlo incomodar, así que tomo con ambas manos mis tobillos y aguardo su respuesta
-Emma... abrázame- pide enderezándose. ¡Dios! Cierro los ojos guardando todas las ganas que tengo de llorar a su lado.
Se sienta e imita mi posición, aun sin posar su vista en mí. Trato de insistir con mi mirada, pero no voltea.
Me acerco pegando nuestros muslos ya que nos encontrábamos uno al lado del otro. Le paso un brazo por sus hombros y su cabeza se recarga. Sus capacidades de llanto vuelven a llenarse y se desploman en cuanto lo apretujo. Le beso la cabeza una y otra vez, tomo su mano y la elevo hasta besarla también. La tallo, la entrelazo con la mía y la guardo en mi cuello.
![](https://img.wattpad.com/cover/34226359-288-k271801.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
Подростковая литератураEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...