Mi cabello estaba suelto, mis ondas caían sobre mi hombro derecho. La luz del sol iluminaba mi pliego haciendo divertidas figuras sobre él, tenía el lápiz perfectamente afilado trazando sobre la hoja color blanco. Alison llego corriendo de alguna parte inespecífica y se sentó a mi lado con una sonrisa tipo Alicia en el país de las maravillas. Guarde mi cuaderno y cerré mi mochila.
-Muy Bien, soy toda oídos- su sonrisa se intensifico y se cruzó de piernas
-Salí con Cristian y fue fantástico. La verdad es que al principio fue algo aburrido ya que él no dejaba de tartamudear y hablar estupideces pero bueno, al final se comportó como un perfecto caballero-
-¿Saliste con el hermano del profesor de literatura?- le pregunte atónita
-No- me contesto guardando seriedad –Salí con el hermano de Charlie. Cristian-
Me reí de su explicación nivel amo del súper mundo y le sonreí de vuelta
-Bueno y que te ha dicho Cristian… ¿habla mucho del profesor?-
-La verdad es que al principio ya que no teníamos tema de conversación le pregunte algunas cosas sobre cómo era vivir con un profesor-
-¿Qué te dijo?- le pregunte entusiasmada. Alison me miro, entrecerró los ojos y torció la boca
-Ha dicho que Charlie es un buen hermano, pero que últimamente su humor esta de los perros-
-¿Por qué?-
-Cristian cree que es por los problemas a los que Charlie se enfrente diariamente. Algunos problemas sociales ¿sabes?- sus ojos revelaban tristeza como si de verdad Cristian estuviese preocupado por su hermano.
-¿A qué te refieres?-
-No lose, Cristian no quiso decírmelo y la verdad es que yo tampoco le pregunte más por su hermano- asentí rápidamente con la mirada agachada conservando todos los gritos internos que me atormentaban desde mis pensamientos. Talvez eran demonios o ángeles atrapados en la concavidad de la mente agitándose con megáfonos gigantes.
-Y bueno… ¿Qué más paso?- le seguí preguntando para amortiguar esta gran caída al vacío en la que me veía atrapada. Alison comenzó a aplaudir como frenética y se puso de pie dando unos pequeños saltos de bailarina en el pequeño espacio del patio trasero. Gritando algunas frases y explicando otras me relato todo lo sucedido con Cristian.
-¿Estamos audisionando para algún programa televisivo de baile?- pregunto Sam observando fascinada a Alison. Me reí de su comentario ingenioso y la salude rápidamente.
-¿Cómo fue tu segunda clase de arte?- le pregunto Alison calmándose un poco con la situación.
-Definitivamente mejor que la anterior, en esa clase el chico lanzador de pintura llamado Logan por cierto- dijo haciendo una pequeña énfasis –Solo se ha sentado a mi lado sin pronunciar palabra alguna-
-Pero ¿no se disculpó con Tigo o algo así?-
-Bueno ha mencionado algunas palabras estereotipadas para las disculpas, él dijo y lo cito: “Discúlpame Samanta por haberte llenado de pintura la clase anterior, ese no fue mi verdadero yo. Es solo que tu forma de expresar tu arte me saco de mis pensamientos abstractos”- me sorprendí un poco de su increíble capacidad de memoria a largo plazo.
-Espera… según tenía entendido entrarías a clase después de 2 semanas ¿cierto?-
-En teoría, Si. Pero literalmente tuve que ponerme de rodillas frente a la señora Makfonigan y suplicar como si fuese mi dueña. En cuanto a Logan, no sé qué haría para poder entrar de nueva cuenta- conforme nos explicaba la situación abrió su mochila y succiono de ella su cuaderno para acuarelas
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La última carta de Charlie
Teen FictionEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...