-Muy buenas tardes- saludo recordando aquellas frases que Charlie susurraba en mi oído. Esa era su forma de enseñarme –El día de hoy, tenemos el gran placer y orgullo de presentarnos como concursantes y miembros del Instituto Matthew Brent. Como ya lo saben los jueces, el tema que del cual les hablare esta previamente supervisado por ellos mismos... así que sin más- digo buscando entre la audiencia. Me sorprende no visualizar a Charlie, un nudo me atraviesa cuando su presencia no se marca –Damos inicio- finalizo tomando una gran bocanada de aire.
Todos los presentes parecen escucharme, pero ¿Todos lo hacen? Seguramente no.
Mientras las palabras fluyen de mi boca, y mis pies caminan con seguridad sobre el escenario enfoco mi vista en la chica con el celular rojo. Era de otro instituto y aunque debería estar al menos viendo hacia el escenario, no lo hacía.
Giro mi vista y me encuentro con el director ¡¿Dónde diablos estaba Charlie?! Su vista está perdida, pero no tan distraída como la de la chica ¿Sabrá acerca de lo mío con Charlie? No lo creo, era imposible que si quiera sospechara algo.
¿Mis palabras serán lo suficientemente bien estructuradas para escucharme convincente? En verdad esperaba que sí.
Sigo con pasos largos hasta colocarme en la otra punta del escenario donde se encuentran también mis maestros de Historia, Sociales y Ciencias. Todos asienten en cuanto me fijo en ellos, pero yo no puedo sonreírles o asentirles, tenía que parecer objetiva y directa.
Mis labios se abren y cierran con tanta rapidez que parecen estar grabados previamente. Me alegra el que no tenga fallas, ni que mi voz se escuchase en una sola entonación.
Revise mentalmente los puntos "ciegos" como los había llamado Charlie por septuagésima ocasión en la tarde. Tener la vista fija, la boca bien abierta y los hombros derechos. Hablar de forma fuerte pero precisa, no jugar con los pies, no jugar con las manos, prohibido el titubear y sobre todo prohibido el parecer avergonzada.
Cada viernes mientras ensayaba las mismas palabras que cito en este preciso momento, lo único que me mantenía en calma era Charlie, verlo a los ojos era algo que me transmitía tanta tranquilidad como la que justo necesitaba ahora.
El final de todo mi ensayo, debate, punto de vista o narrativa estaba cerca y para esto debía regresar al punto de inicio.
Plante mis pies sobre el piso y me aferre a él con toda la fuerza que los dedos podrían bridarme. Cierro los ojos pero los abro casi al instante deseando con todas mis fuerzas que con un pequeño entrecerrar Charlie apareciera sentado a la butaca que me queda justo enfrente.
-Para finalizar- digo repasando butaca por butaca la presencia de mi profesor –Frecuentemente somos víctimas de este tipo de pensamientos culposos. "Debo hacer algo por mi mundo" nos grita la voz del inconsciente, pero ¿Qué hacemos?- cuestiono logrando capturar la esencia del público. Dejo pasar unos segundos meditando yo misma la respuesta –Diariamente nos lanzamos la bolita de la culpa pero nosotros en realidad no hacemos nada... ¿Cuándo se darán cuenta de que en realidad nosotros mismos lo provocamos?
Para realizar un cambio es necesario comenzar con nosotros mismos... ¿Estamos haciendo lo correcto?
El mundo, la sociedad y todo lo que nos engloba solo cambia con hechos, no con opiniones... actúa y no hables. Hazte responsable de tus actos y paga por las consecuencias. No te quejes en vano, no llores lágrimas llenas de hipocresía y sobre todo no cargues con la demencia de pensar que todo esto, no tiene ni un gramo de culpabilidad personal.
En este momento y para mejorar debemos de decirnos cada día "Yo creo en un mundo mejor" y eliminar "en" de la oración- mi voz se sobresalta pero rápidamente vuelvo a la compostura. Todos mis presentes me observan horrorizados ¿Habré exagerado? –Yo creo un mundo mejor y lo hare en cada minuto de lo que me reste de vida- logro decir.

ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
JugendliteraturEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...