Capitulo 33:

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-¿Por qué una fotografía de nosotros?- pregunte inocentemente. Vagamente mis pensamientos eran precisos. Carraspeo ajustando las orillas de su saco

-Bueno, hoy en día es algo muy común el tener fotos-

-Si- concorde -¿Pero no le gustaría más tener una foto de su perro?-

-¿Porque te denigras tanto?-

-No lo hago-

-Nunca has aceptado un cumplido- me recordó. Gire la vista, era verdad. Nunca me ha gustado el que las personas resalten mis cualidades, era algo que me resultaba de lo más bochornoso

-Es complicado-

-¿Por qué?-

-Cada persona tiene una perspectiva distinta. Tanto de la vida como de su personalidad-

-¿No crees que tienes mucho talento?- bufe moviendo mis hombros

-¿Talento? ¿En qué cosas?-

-Eres una gran narradora, como siempre te lo he dicho admiro mucho la forma en la que escribes-

-Todas las personas pueden narrar algo- Charlie suspiro haciendo un curioso garganteo. Tomo los cabellos que caían sobre su frente y los acomodo hacia atrás

-¿No ves todo lo que las personas te ofrecen?- negué con la cabeza

-A veces necesito que me griten lo que necesito-

-¿Sientes la necesidad de que las personas te lo digan fuerte y claro? ¿Sin rodeos?-

-Resumiéndolo-

-Muy bien- contesto asintiendo. Tomo la tapa de mi cuaderno y lo abrió en la primera página. Estaba dispuesta a arrebatárselo si continuaba hojeándolo, pero al notar que sus dedos no cambiaban de posición lo deje en su lugar

-¿Qué piensas del amor?- pregunto de pronto. Sacudí mi cabeza, en verdad me había tomado por sorpresa

-¿Qué?-

-El amor- volvió a repetir como si no lo hubiese escuchado. Su rostro era rígido y serio, no estaba bromeando ¡¿Pero qué diablos?! Voltee mi cabeza buscando algún escape. Lamentablemente los únicos 2 compañeros que ahí se encontraban estaban muy distraídos con sus celulares para notar mi expresión ignorante

-¿Ya timbraron?- Pregunte al notar que mi garganta se había secado por completo. Sentí la necesidad de carraspear y tras hacer una dolorosa mueca logre tragar saliva

-No cambies de tema- exigió sonriendo ¿todo se lo tomaba a la ligera? Espere unos segundos que parecían eternos negando con la cabeza

-No lose-

-Necesito una respuesta-

-¿Por qué?-

-Necesito escucharlo-

-¿Pero escuchar que cosa?- interrogue esta vez irritada

-Limítate a contestar la pregunta- ordeno esta vez un poco más firme. Lo confronte con la mirada

-No puedo contestar... porque no sé cómo describirlo. Si habla del amor familiar es claro, adoro a mi madre y a mis amigos. Me siento infinitamente feliz cuando estoy a su lado-

-¿Y el tener una relación de amor?-

-¿Sentimental?- asintió rápidamente. Estaba desesperado y aun aguardando por mi respuesta

-¿Y para usted?-

-¿Qué cosa?-

-¿Qué es el amor?- abrió los ojos sorprendido por mi pregunta. Al igual que a mi esa forma de formularlo me había tomado desprevenida

La última carta de CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora