-¿Cómo te lo dijo?- intuí aun con la vista nublada
-He salido con Cristian el Domingo y lo primero que ha salido por su boca ha sido "Mi hermano beso a Emma"- concluyo imitando una grave voz masculina.
No quería ni siquiera voltear a verlas, mi rostro ardía y mis movimientos no recibían ninguna señal. Una mano se agito frente a mi rostro, parpadee enfocándome
-No tienes por qué sentirte mal... no has hecho nada malo- me apoyo Sam. Poso su mano sobre mi hombro
-No es correcto- conteste negando con la cabeza. Mi cabello se revolvía con cada brisa que daba el viento
-Yo no dije que fuera correcto. Solo digo... todos tenemos derecho a ser felices-
-¿Quién dice que seré feliz al lado de él?- pregunte con ojos dolidos. Últimamente mis días ya no eran para nada lo que solían ser. Apreté mis puños rasguñando mis palmas. Espere unos segundos su repuesta, no contestaba. Voltee a verla
-Tus ojos me lo dicen. Cada vez que lo menciono, una chispa brilla dentro de ellos-¡ Pff! Suspire negando de nueva cuenta
-Es el reflejo de la luz- conteste. Todos me decían continuamente que me dejara llevar, que no pasaría nada y que tarde o temprano tendría que aceptar el amor que siento por el... pero ¿Y si no es verdad?
-Sabes que no es el reflejo- secundo esta vez Alison. ¡Demonios! Alce mi mano y talle pesadamente mi nuca
-¿Qué tal si solo intenta jugar con migo?-
-¿Qué tal si de verdad se enamoró de ti?-
-¡Vamos!- grite soltando mis brazos -¡¿Cuáles son las posibilidades?!- torcí el gesto. Odiaba entrar en un estado tan alto de frustración
-¡Maldita sea Emma!- grito Sam. Cerré mi boca de golpe frunciendo el ceño
-¡Dentro de 2 semanas será mi cena de cumpleaños! ¡No quiero estar enojada con Tigo! Así que por favor cierra ya tu boca y escucha- la observe asustada. Siempre era malo que Sam se enojara tanto. ¡Rayos! Había olvidado por completo su cumpleaños
-Tienes que detenerte a pensar un poco- hablo esta vez más calmada –Imagina- comenzó. Abrí la boca para interrumpirla -¡Solo imagina!- volvió a repetir – Imagina que Charlie de verdad está enamorado de ti ¿No crees que el también rogaría el poder negarlo?- chasque. Nunca había pensado de esa forma
-¿Sabes el sacrifico que debió haber hecho para poder atreverse a besarte?- baje la mirada
-Mírame Emma- suspire obedeciéndola
-Si él hace el sacrificio ¿Por qué tu no?- sentí una enorme picazón en los ojos. Ardían como aceite caliente. Con un puchero tome mi cabello
-¿No crees que deberías ser justa?- las pláticas de Sam resultaban como latigazos de castigo. Dolían como clavos bajo las suelas. Sorbí de mi nariz, era tan débil con algunas cosas. Unos delgados brazos me rodearon, me recargue sobre ellos. Cerré los ojos tapando mi rostro con la suave textura de su blusa. Otro par de brazos se unió a nosotras, igualmente tome esas frías manos tratando de empapar mi mente de sus sabios consejos
-Si pasa algo Emma... será sumamente difícil mantenerla desapercibida- advirtió Alison. Sabía que tenía razón, pero esa clase de palabras esperaba escucharlas más tarde
-Mereces ser feliz con el hombre que te haga sentir sumamente especial. Nadie elige de quien enamorarse, y no es tu culpa, ni culpa de él estarlo- añadió. Volví a sorber de la nariz, unas pequeñas lágrimas resbalaban.
¿Sera verdad lo que dicen todos? Pero... ¿Qué pasaría si termino destrozada y a mar de lágrimas por solo un capricho?
¡Maldita sea! Me regañe ¡Cállate de una vez! Ordeno mi subconsciente. Estaba dividida, tenía 2 bandos dentro de mi cerebro. Sonreí, el bando de Charlie estaba ganando.

ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
Teen FictionEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...