Llegue a casa y tome una manzana del frutero. Subí a mi habitación y me acerque hacia el marco de la ventana para poder cerrar la cortina. Del otro lado de la acera se encontraba un chico sentado en posición fetal, podía reconocerlo era Jasón. Una sensación me recorrió de pies a cabeza preocupada por mi buen amigo... ¿Qué le habría pasado?
Corrí hasta el, pero conforme me avanzaba comenzaba abajar mi velocidad. Sollozos se escapaban de sus labios entreabiertos
-¿Jasón?- pregunte tímidamente. Levanto su rostro y me observo durante unos segundos con ojos totalmente cristalinos
-Emma- me contesto sorbiendo de su nariz. Me arme de valor y me senté a su lado, recargo su cabeza en mi hombro y por segunda ocasión comenzó a llorar. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi voz comenzaba a fallarme. Me afectaba en sobremanera el que Jasón estuviera en ese estado frente a mí, pero muchísimo más el no poder hacer nada para evitarlo.
-¿Qué te pasa?-
-Es complicado- tomo ambos tobillos y los acerco un poco más a la acera -¿nunca te has sentido impotente?-pregunto levantando su rostro. Sus mejillas estaban rosadas y sus ojos hinchados. Tenía lágrimas sobre sus pestañas y el cabello revuelto
-me siento bastante impotente ahora- le conteste. El chico sonrió haciendo una mueca. Soltó un leve suspiro y luego asintió repetidamente. Levanto ambas mangas de su camisa y estiro sus piernas
-No pretendas que lo comprendes-me dijo. Se pasó una mano por el cabello tratando de controlarlo. Era imposible hacerlo —tienes derecho a no saber- puso su pulgar en mi mejilla. No había notado que una lágrima se posaba sobre ella. Coloco un mechón de mi rebelde cabello detrás de mi oreja y deslizo su mano por toda mi mejilla hasta tocar mis labios. Mis ojos quisieron cerrarse por si solos, pero no me permití hacerlo. Le sostuve la mirada, sus ojos profundamente negros me succionaban. Su boca ahora hinchada se hacía ver un poco más gruesa.
-hay algo que quiero decirte. Pero es solo que... aun no tengo el valor para hacerlo- susurro. Retiro su mano y yo voltee mi rostro avergonzada. "Jase no por favor" me respondí mentalmente. Voltee de nuevo mi rostro y lo contemple. Estaba encorvado jugando con las agujetas de su zapato ¿podre tener algo con Jasón? Negué rápidamente con la cabeza y suspire pesadamente "no seas tonta Emma" me recordé. Sonreí a medias y asentí
-¿a qué te refieres?- le pregunte. Jasón poco su cabeza de nueva cuenta hacia sus rodillas y se apoyó ahí. Su barbilla se marcaba debido a la presión, pero aun así no dejaba de ser un chico con facciones de niño. Espere unos momentos su respuesta pero simplemente se limitó a no responder
-Jasón- lo llame -¿Qué sucede?-
-resulta que estoy enamorado de alguien a quien no puedo amar- sus ojos eran como un libro. Podía leerlos fácilmente. Los cubría una inmensa tristeza. Su melancolía era inmensa y sus sentimientos se reflejaban bajo el suave brillo de sus ojos. ¿Qué había pasado con el destello de alegría con el que me saludaba a diario? Me sentí identificada al instante, no podía estar con Charlie aunque lo quisiera y por esa razón ambos vivíamos en una situación muy particular. Solo había una diferencia, nadie lo sabía.
-si en verdad están destinados a estar juntos... lo estarán- le conteste pasando mi mano por su espalda —lo siento- agregue. Lo abrase y recargue mi cabeza en su espalda. Jasón tomo mis manos y se abrazó con ellos. Me quede un momento en esa posición tratando de transmitirle todo mi apoyo para poder reconfortarlo. El amor que Jasón había mencionado ¿será por mí? Me cuestione mentalmente... no quería ser tan egoísta como para pensarlo, pero bajo estas circunstancias no se me ocurría nada más.
Cerré los ojos para tratar de no pensar más en eso. Me limite a guardar silencio y admirar la solitaria y trágica noche de la que habíamos sido testigos.

ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
Teen FictionEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...