-¿Ahora? ¿No prefieres salir sola con tu novio?-
-¿Cómo has sabido que era mi novio?- cuestione
-Solo cuando es tu novio actúas de formas extrañas- dice en voz baja mientras una mirada picara la atraviesa –Me sentiré extraña interrumpiendo su intimidad-
-Claro que no- trato de decir acercándome – ¿Qué tal si invitamos a Jasón?- propongo con un claro nivel de entusiasmo por salir lo antes posible de casa
-¿Tu vecino?- asiento rápidamente incapaz de aguantar la emoción
-Por favor- digo como última instancia sentándome en la orilla de la cama. Deja pasar unos segundos chasqueando y ladeando la cabeza. Puedo notar como débilmente asiente y con eso me es suficiente para sacarla de la cueva en la que se había escabullido al llegar.
Dentro de mi ropa encuentro algo lindo. Es un vestido color verde y de tirantes delgados, que me encantaba principalmente porque era suelto y el escote estaba bastante bien en su lugar. No era para nada revelador.
Sacándolo y aventándolo sobre la cama le indico a Mónica que se habrá un espacio y encuentre algo que le pueda gustar.
Salgo de la habitación algo apresurada y entro al de mi madre, se encuentra recostada sobre la cabecera con una libreta sobre sus muslos. Le sonrió antes de cruzar el umbral de la puerta
-¿Puedo cambiarme aquí?-
-¿A dónde vas?-
-Me han invitado a cenar... llevare a Mónica, creo que le vendría bien despejarse un poco- digo temerosa de su respuesta, entrecerrando un poco los ojos con nerviosismo -También vendrá Jasón- suelto recordando de pronto que no le había avisado y debía llamarle. Mi madre levanta la vista lo suficiente para mirarme detenidamente, asiente sonriendo indicándome con la mano que pase a su propio baño
-Solo no vuelvas muy tarde- advierte cuando paso por su lado
-Claro que no- aseguro cerrando la puerta. Pongo el vestido sobre la tapa del escusado y saco el celular de la bolsa trasera de mi pantalón, resuena una... dos... tres y hasta el cuarto timbre me saluda alegremente mi vecino
-Hola Jase-
-¡Pero que sorpresa Emma!... veo a un muchacho observándote desde afuera de su coche ¿Debo llamar a la policía?- pregunta burlándose. Me rio discretamente modulando mi voz debido a la compañía de mi madre
-Sabes muy bien quien es- lo recrimino -¿Estas ocupado?-
-Solo estaba terminando de guardar mi tarea ¿Por qué?-
-¿Ya cenaste?-
-Esperaba que me cocinaras algo- me burlo tapando mi boca durante unos segundos
-Para tu suerte no cocinare, iremos a cenar a algún lugar-
-¿Tú, Charlie y yo?-
-Tú, Charlie, Mónica y yo- puedo escuchar como el pensamiento de Jasón abunda en duda -No quiero dejar a Mónica sola en casa- espero unos segundos su repuesta
-Bien, bien.... Salgo en 10 minutos- dice antes de colgar. Sonrío dejando mi teléfono sobre el tocador y sacándome prenda por prenda casi toda mi ropa, dejado obviamente la interior. Me paso el vestido por encima de la cabeza sintiendo como roza la parte de arriba de las rodillas, me miro al espejo admirando como mi corte de cabello me ahorra varios minutos. Saco un labial de la bolsa de maquillaje que mi madre coloca en el tocador cada vez que la utiliza, es un tono rojo oscuro casi quemado, me gusta el tono que le da con el vestido. Dándome por bien servida salgo del baño cargando con mi brazo mi pantalón y blusa anterior. Me arrodillo para poder despedirme apropiadamente de mi madre, asegurándole que llegare a la hora citada.
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La última carta de Charlie
Novela JuvenilEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...