Bajando con los pies temblando como si fuesen finísimas hojas de papel logre despedirme de Charlie. No sabía muy bien a qué grado de "disfraz" teníamos que llegar pero sin dudarlo habría accedido. No todos los días se presentaba una oportunidad como esta.
Camine hasta la cocina para poder tragarme un enorme vaso de agua, mi garganta ardía de sed y por la pura presencia de Charlie no había podido tomar antes. Pegue unos 5 tragos gordos de agua antes de colocar el vaso como lo había encontrado, boca abajo sobre el fregadero.
Subí lentamente las escaleras cuidando de no hacer mucho ruido, aun quería evitar un poco el conversar con mi madre. No porque no quisiese, sino porque en realidad estaba demasiado cansada y las necesidades de dormir me lo impedían.
Lentamente me pude deshacer de mi vestido junto con mi calzado. Me arrope hasta la frente y finalmente... tras un largo día pude cerrar la concavidad de mis ojos.
El brillo de la mañana me ardía en los parpados que a la fuerza seguían cerrados. Necesitaba prolongar lo más que podía mis escasas horas de sueño. Suspirando tome mi celular del buro, recién eran las 11 de la mañana. Según había entendido iría con Charlie hasta las 7 de la tarde... tenia horas extras para poder arreglarme.
Baje de mi cama tambaleando un poco por el cambio de postura. Había dormido encorvada toda la noche, de seguro ni siquiera había cambiado mi postura.
Los estragos de mi mente, la nube que opacaba una visión perfectamente clara y la sensación de ser rehén de una completa locura protagonizada por mi profesor, no me dejaba una oportunidad de pensar por mí misma y tratar de escoger lo más conveniente. Tendría que disfrazarme ¿Qué implicaba en realidad? ¿Bigote, sombrero y anteojos? Negué con la cabeza observándome de arriba abajo en el espejo... ¿Qué haría estando tanto tiempo a solas con Charlie? ¡Dios! ¡Cálmate Emma! Suplique dándome media vuelta.
Camine con pasos pausados hasta el tocador abriendo el último cajón a la izquierda. Hace muchos años usaba anteojos, de marco negro y con vidrios gigantes. No tenían mucho aumento, la verdad el aumento era demasiado mínimo, por lo cual el motivo de usarlos había dejado de ser indispensable para mí.
Me los coloque sintiendo un leve cambio de perspectiva, era como verlo todo en HD de nueva cuenta. Me burle de mis pensamientos buscando ahora un pequeño sombrero color naranja con un suave lazo en tono café. Era un naranja muy opaco, de un tono combinado con el marrón. Me gustaba mucho ese sombrero, pero casi nunca tenía la oportunidad de usarlo.
A distancia fácilmente podrían confundirme con un chico, ya de cerca no tanto. Subí los hombros para después quitarme cada uno de los accesorios... ya llegaría la hora en la que me los pondría. Y en ese instante.... Sabría que faltaría poco para poder ver a Charlie.
....
Las miradas interrogativas de los presentes a mí alrededor ya me tenían de lo más preocupada, algunas hasta se detenían para poder observarme mejor. Baje la vista tratando de ocultarme bajo el sombrero. No lo entendía, mi atuendo era de lo más común, un lindo vestido de tirantes color negro que me llegaba por encima de las rodillas. Mis favoritas zapatillas converse color verde y el sombrero y anteojos que ya me había probado. Eso agregando una bufanda color verde brillante... ¡Oh! Me sorprendí, eso debe de ser.... ¡Talvez el que haya un maldito arcoíris en la plaza sea motivo suficiente! ¡Demonios! Necesitaba salir lo más rápido posible de aquel lugar, lo que menos quería sería asustar a Charlie con mi poco estilo y sabiduría en el mundo de la moda. Gire mis pies rápidamente dando media vuelta.... ¡Maldita sea mi suerte! Maldecí por lo bajo agachando la cabeza.

ESTÁS LEYENDO
La última carta de Charlie
Novela JuvenilEmma Johnson una estudiante de preparatoria se prepara para su último año. Ansiosa por salir de la interminable etapa de las hormonas adolescentes se verá atrapada ante la fascinante mirada de su profesor de literatura Charlie. ¿Qué pasara cuando E...